Carlos Nava | ESPN
Digital
PHILADELPHIUA
-- La primera misión en Estados Unidos está casi completa para Lionel Messi y
su Inter Miami.
El Inter venció 4-1 al Philadelphia Union y avanzó a la primera final de su historia, la de la Leagues Cup, que salvó un partido, han dominado a placer de punta a punta.
Messi
de nuevo llenó el estadio rival en su segundo juego como visitante como ha
llenado en casa durante cada presentación que ha tenido, dejando a los
aficionados aunque sean del equipo oponente, rendidos a sus pies.
El
Inter enfrentará el sábado al ganador de la segunda semifinal del torneo, que
disputó entre Nashville FC, de la MLS, y los Rayados del Monterrey, de la Liga
Mexicana.
Messi
anotó al minuto 20 el segundo gol de la noche para sumar nueve en seis partidos
con el Inter, que sigue liderando el torneo con 21 tantos anotados. Antes de la
llegada de Messi, Miami había anotado 22 veces en 22 partidos únicamente.
Josef Martínez abrió el marcador al minuto tres; siguieron Messi; Jordi Alba, al 45', y David Ruiz sentenció al 87'. Por Philadelphia, Alejandro Bedoya redujo la distancia al minuto 73.
El
martes por la noche, en el Subaru Park cuyas entradas tuvieron un costo
promedio de $553 dólares en el mercado secundario, nunca apareció el Union que
había también dominado en sus primeros cuatro partidos de la Leagues Cup, y que
venció con los justo a Querétaro en Cuartos de Final.
Parecían
desangelados, erráticos como pocas veces; lentos y más atentos a que Messi no
les causara mayores daños, que a tratar de jugar el futbol que los hizo
campeones de la Conferencia Este el año pasado, o el que los llevó a tener 15
partidos invicto en su casa, incluyendo 10 victorias, tanto en la temporada MLS
y este torneo. Mucho menos pareció el que sólo había permitido cuatro goles en
toda la Leagues Cup. Ofreció cualquier cantidad de espacios entre líneas y
libertades a los jugadores de Miami, que pudieron haber ganado por un marcador
superior, pero como ha sido desde que llegó el súper estrella argentino y los
españoles Sergio Busquets y Jordi Alba, se cansan de desperdiciar oportunidades
claras en la definición o en la toma de la última decisión.
Para
ser justo, Philadelphia también falló las que tuvo, sobre todo cuando el
partido aún estaba competitivo en marcador y con tiempo suficiente.
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