Hediberto Pichardo .MA
En ocasión de celebrar la República Dominicana el 160 aniversario de la guerra de la restauración, a continuación, le presentamos un articulo publicado hace ya unos cuantos años sobre ese importante hecho de nuestra historia republicana, fruto de un estudio de importantes obras de manera principal: la guerra
de la restauración del profesor Juan Bosch, textos de Roberto Cassá, Franklin Franco Pichardo y otros importantes escritores de la historia dominicana.Hacemos
esto con la única finalidad de contribuir con el conocimiento por parte de los
que acceden a este importante medio de comunicación de aquellos hechos que han
contribuido a la conformación de la nación dominicana.
El
27 de febrero de 1844 fue proclamada la independencia nacional de la nación que
pasaría a llamarse Republica Dominicana del dominio haitiano. El país vecino
había invadido nuestro país en 1822 y mantuvo ese dominio por espacio de 22
años, culminando dicho dominio con la separación en 1844.
Tras
la independencia nacional van a ocurrir una serie de batallas libradas por los
dominicanos contra los haitianos para consolidar la independencia. Dos de esas
batallas se celebraron en Marzo de 1844, una el día 19 en Azua y la otra el 30
en Santiago.
Luego
del proceso de independencia se inicia un periodo de la historia dominicana
llamada por los historiadores como el periodo de la primera república, el cual
va a comprender los años de 1844 hasta el 1861.Por lo que se puede afirmar que
la primera independencia de nuestra nación duro apenas 17 años.
Durante
el periodo de la primera república, este país fue gobernado por los
representantes del sector conservador y anexionista en desmedro de los
liberales encabezados por Duarte y los trinitarios, los cuales no pudieron
ascender al poder por diferentes razones.
Los
conservadores encabezados por Pedro Santana y Buenaventura Báez se repartieron
el poder durante el periodo de la primera república. Ambos mandatarios, si bien
es cierto contribuyeron con la separación de nuestro país del dominio haitiano,
no creían que el recién creado Estado Dominicano fuera capaz de mantenerse sin
el concurso o apoyo de una nación extranjera y por esta razón durante sus
gestiones mantuvieron en sus cabezas la idea de anexar nuestro país a una
potencia extranjera.
El
primero de ellos en propugnar por la anexión del país o la búsqueda de un
protectorado lo fue Buenaventura Báez, quien antes de proclamada la
independencia hizo causa común con el denominado grupo de los afrancesados,
quienes pretendían cederle a Francia la bahía y península de Samaná a cambio de
un protectorado y de que ayudaran a los dominicanos a separarse de Haití. Esta
idea ha sido llamada como el plan Levasseur, debido a que el cónsul general de
Francia en esta isla con asiento en Puerto Príncipe era Andrés Levasseur.
Pedro
Santana durante sus tres gestiones al frente de la cosa pública se mostró muy
hóstil al pensamiento de Juan Pablo Duarte y estuvo muy interesado en anexar
nuestro país al reino de España.
Los
primeros 17 años de vida independiente de la nación dominicana evidenciaron un
mal manejo de la administración pública en todos los aspectos, de los cuales el
económico es el más importante. Constantemente el país atravesó por aguda
crisis económica y los jefes de Estado recurrieron con frecuencia a la emisión
de papel moneda sin respaldo, lo que afianzaba la precaria situación económica.
Por
otro lado, el Estado dominicano tuvo que enfrentar las frecuentes invasiones
haitianas al país y a la realización de campañas militares para enfrentar a los
invasores en los años 1844, 1845,1849 y 1855.Toda esta situación contribuía a
agudizar la crisis económica.
En
1858 retornó al poder por 3era vez Pedro Santana, luego de la caída de
buenaventura Báez como consecuencia de la revolución cibaeña de 1857.Una vez en
el poder retomó los planes de anexión a España. Con ese propósito envió en una
primera oportunidad a Matías Ramón Mella, pero este al conocer los propósitos
renunció y se opuso, entonces Santana envió a Felipe Alfau, el traidor del
movimiento trinitario, el cual pudo ejecutar un acuerdo con la monarca española
de ese entonces, Isabel II.
El
acuerdo de anexión se firmó el 18 de marzo de 1861, a partir de ese momento
culmina la primera república, el país pierde su soberanía, su independencia.
España
aprovechó el hecho de que los Estados Unidos estaban sumidos en la llamada
guerra de Secesión que enfrento a los estados norteños y sureños por la
propuesta de abolición de la esclavitud hecha por Abraham Lincoln. Pues no se
debe olvidar que la gran potencia norteamericana había promulgado la doctrina
de Monroe en 1823 por el cual se oponía a la injerencia de una potencia
extranjera en los asuntos internos de las naciones de América.
Por
medio de la anexión, este país bajó de la categoría de republica a provincia
española, esto fue lo único que se cumplió del acuerdo de anexión, pues los
demás puntos fueron desconocidos por las autoridades española.
Inmediatamente
proclamada la anexión a España, se dieron varios movimientos de protestas
contra este macabro suceso para el país, entre los cuales pueden ser señalado:
Cayetano Velásquez en Neiba, José Contreras en Moca, Francisco del Rosario
Sánchez, en los pueblos fronterizos, pero todos ellos fueron sofocados por las
autoridades españolas.
El
gobierno español manejó muy mal la economía del país y le dio un mal trato al
pueblo dominicano, pues recurrió a prácticas racistas y de desprecio frente a
los nacionales. El propio Santana se dio cuenta de esta práctica y sintiéndose
decepcionado opto por renunciar de su cargo de capitán general alegando
problemas de salud.
El
16 de agosto de 1863 un grupo de dominicanos, entre los cuales estaban Santiago
Rodríguez, Benito Monción y José Cabrera, entre otros, quienes en un lugar
llamado el cerro de Capotillo izaron la
bandera dominicana en lo que se ha denominado el grito de Capotillo, con el
cual quedó iniciada la guerra de la restauración.
Con
el transcurrir del tiempo se fueron sumando varios pueblos y comunidades del
país al movimiento restaurador. Los defensores del nacionalismo llegaron a
desalojar a los españoles de Santiago y desde allí establecieron el gobierno
restaurador para dirigir la guerra contra España.
La
guerra de la restauración pretendía expulsar a los ocupantes españoles del país
y restaurar o recuperar la independencia nacional, ha sido considerada como la
verdadera guerra de independencia del país. En ella participaron personas de
diferentes estratos sociales.
Los
dominicanos se alzaron con la victoria frente a los españoles, los cuales en
julio de 1865 decidieron abandonar el país y de este modo el pueblo dominicano
pudo recuperar su independencia y soberanía.
Permítanme
para ir concluyendo, señalando algunos
de los personajes que más se destacaron durante la guerra de la restauración:
Santiago Rodríguez, Benito Monción, José Cabrera, Gregorio Luperón, Matías
Ramón Mella, José Antonio Salcedo, Gaspar Polanco, Pedro Antonio Pimentel, José
María Cabral, Eusebio Manzueta, entre otros más.
El
propio Juan Pablo Duarte, que se encontraba en Venezuela cuando estalla la
guerra de la restauración regreso al país en 1864 y se puso a las órdenes del
gobierno restaurador, pero las autoridades ante el celo que provocaba la figura
del padre de la patria en suelo dominicano decidieron nombrarlo embajador ante
el gobierno de Venezuela con la misión de conseguir ayuda económica para la
guerra. Nunca más volvería vivo a la patria nuestro insigne patriota.
Haití,
nuestro vecino, ofreció ayuda económica y militar a los restauradores porque
entendía que, estando nuestro país en manos de una nación esclavista, su
independencia corría peligro y además de que esa nación siempre ha pretendido
dominar nuestro país.
En
conclusión, la guerra de la restauración fue una guerra de independencia y sus
héroes, muchos de los cuales han permanecido en el anonimato, debido a su baja
clase social, deben ser considerados como padres de la patria y su memoria debe
permanecer en nuestra historia, así como su ejemplo debe ser imitado
precisamente en estos tiempos en que sobre el destino de nuestro país se
ciernen proyectos oscuros que atentan contra nuestra soberanía.
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