El brazo armado y
oculto
Considerado
como un hombre de confianza del ayatolá, a quien reportaba directamente,
Soleimani era desde hace más de dos décadas comandante del grupo élite Quds de
la Guardia Revolucionaria de Irán.
Esa
organización es la responsable de las acciones militares encubiertas de las fuerzas
iraníes en el extranjero.
Desde
esa posición, fue el responsable de los lazos tejidos por Teherán con la
milicia libanesa de Hezbolá y con grupos palestinos como Hamás.
Qasem
Soleimani (segundo por la derecha) formaba parte del círculo de confianza del
líder supremo de Irán, Alí Jamenei.
A
este general iraní se le atribuye haber definido la estrategia que ayudó al
presidente Bashar al Asad a cambiar el curso de la guerra contra las fuerzas
rebeldes en Siria, al mismo tiempo que tomaba el control de la milicias chiitas
en Irak, que recibían apoyo y entrenamiento de Irán.
Además,
fue una pieza clave en la guerra contra el autodenominado Estado Islámico (EI)
en Irak y Siria ya que la presencia en el terreno de las milicias entrenadas
por Irán -a través de las fuerzas comandadas por Soleimani- fue fundamental
para la derrota del EI.
Fue
justamente en este último conflicto cuando Soleimani -conocido por ser un
hombre discreto que tendía a no querer dejarse ver- logró una mayor visibilidad
pública.
«Se
ha ganado su poder porque trata directamente con las unidades en el terreno. No
le atemoriza viajar por Siria e Irak para asegurarse de que las milicias son
capaces de enfrentar la amenaza de EI», le dijo en 2014 a la BBC Hayder al
Khoei, del Instituto Real de Asuntos Internacionales.
Un
camión militar trasporta un misil Qadr de mediano alcance frente a la imagen
del líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, durante un desfile en Teherán, 22
de septiembre de 2014Derechos de autor de la imagen AFP
La escalada de tensiones comenzó el 27 de
diciembre cuando varios cohetes iraquíes mataron a un ciudadano estadounidense.
Soleimani
es considerado por muchos como el estratega que fue capaz de aprovechar la
oportunidad creada por la invasión angloestadounidense de Irak que derrocó a
Saddam Hussein -así como la guerra contra EI en Siria- para expandir la
influencia de Teherán en la región en detrimento de los intereses de Estados
Unidos.
Adversario y aliado
Pero
Soleimani también era visto como el hombre clave en la cooperación que
discretamente establecieron Washington y Teherán para derrocar al Talibán en
Afganistán en 2001 y para prevenir un mayor deterioro de la situación de
seguridad en Irak en 2007.
El
ex embajador de EE.UU. en Irak y Afganistán Ryan Crocker recordó en una
entrevista con la BBC en 2013 lo crucial del rol que tenía entre bambalinas el
general Soleimani.
«Mis
interlocutores iraníes dejaron claro que aunque mantenían a la cancillería de
su país informada, al final era Soleimani quien tomaba las decisiones«, apuntó.
Según
Lyse Doucet, corresponsal en jefe de la BBC, Soulemani era el verdadero
ministro de relaciones exteriores de Irán cuando se trataba de temas de guerra
y paz.
El ayatolá Jamenei
lanzó una fuerte advertencia.
En
la guerra de Irak, la fuerza Quds fue la responsable de armar y entrenar a las
milicias chiitas que se encargaron de combatir a EI no desde el aire sino sobre
el terreno.
En
manos de esos grupos, influenciados por Teherán, reposa ahora gran parte de la
seguridad y estabilidad de Irak.
Con
la muerte de Soleimani se abre entonces una interrogante no solamente sobre
cómo usará Irán ahora esa influencia sino además sobre cuán lejos pueden llegar
las consecuencias de lo ocurrido.
En
un comunicado publicado por la prensa iraní, el ayatolá Jamenei lanzó una
fuerte advertencia.
«Los
criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de
otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura
venganza», dijo.
*Fuente:
BBC
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