Por: A. Florenzán, B. Carmona Jr. y C. Abreu
(Fotos: Dionny Matos)
El Hospital Regional de esta provincia muestra una realidad calamitosa: filtraciones en los techos, grietas en las paredes, puertas carcomidas, ventanas inservibles y una insuficiente iluminación fue, entre otras, lo que observamos en el centro.El centro, además, cuenta con una sola ambulancia para prestar servicios a una población de 34.478 personas, según datos del censo realizado en el año 2002. Empero, pacientes consultados expresaron su preferencia porque los transporten "en la cola de un motor", ya que el vehículo no posee la más mínima comodidad para cargar un enfermo, ni los equipos necesarios de socorro.
Más aún estremecen las condiciones inhumanas en que decenas de personas se encuentran hospitalizadas, en especial por el deterioro de las camas y la suciedad de los baños.
También se informó que las filtraciones, en tiempo de lluvia, representan un verdadero dolor de cabeza para los pacientes, visitantes y galenos. "En cualquier momento una chorrera de agua puede aparecer".
El cuerpo médico del hospital resulta insuficiente para atender la gran cantidad de pacientes que requieren diariamente de sus servicios, lo que les obliga a permanecer por varias horas en los pasillos en espera de ser atendidos.“Esto no sirve. Estoy aquí desde las 7:00 de la mañana y todavía nadie me ha dicho si me van atender o tengo que volver otro día”, afirmó Francisco Sánchez a DominicanosHoy.com y las manecilla de su reloj marcaban casi el mediodía.
Impasse
Una empleada del área de administración del centro de salud trató inútilmente de evitar la labor periodística que realizaba el equipo de este medio de comunicación, cuya intención siempre ha sido la de dar a conocer las condiciones en que opera la salud en la República Dominicana.
A pesar que realizamos grandes esfuerzos para contactar con el director y la administradora del hospital, doctor Sergio Castillo y Fátima Aristy, respectivamente, no fue posible.
La señora Fátima Aristy, vía telefónica, informó que ambos se encontraban en actividades que le impedían recibirnos y ofrecer una explicación sobre la situación que atraviesa el centro hospitalario.
No obstante, la empleada antes mencionada, que por razones éticas no mostramos en imágenes, ni damos a conocer su nombre, mantuvo su agresividad con el equipo de prensa, al tiempo de intentar prohibir que muchas personas manifestaran las dificultades por las que tienen que atravesar cuando acuden a esta instalación en busca de atención médica.La dama amenazó hasta con llamar a la Policía si el doctor Sergio Castillo no daba el permiso para realizar el trabajo periodístico: hacer fotos y entrevistar el personal médico y los pacientes.
Sirvan estas modestas líneas para recordar al director del hospital y a su administradora, que la intención de este multimedios nunca ha sido la de atacar a nadie en particular, sino de dar a conocer las condiciones calamitosas en que reciben los servicios médicos dominicanas y dominicanos en determinados centros de salud en el país, como es el caso.
Justo esto debía doler y molestar más que enfrentar una realidad que hiere y malogra la sociedad justa, humana y democrática que queremos construir.
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