Carlos González / Primera Hora
Roberto Alomar completó esta tarde un recorrido por varios sectores del pueblo de Guaynabo hasta llegar al Museo del Deporte de dicho municipio para una fiesta de pueblo en su honor y donde en este momento se devela una estatua en su honor.
La agenda del ex pelotero se ha alterado drásticamente para bien desde que se anunció que será exaltado al Salon de la Fama del Béisbol en julio proximo. Entre los compromisos de Alomar, que ayer arribó a Puerto Rico, estaba una caravana donde el público tuvo la oportunidad de observarle de cerca.
Acompañado por el gobernador Luis FortuIno y el alcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill, Alomar saludó a las pocas personas que salieron a las calles.
Alomar fue escoltado por integrantes de varios equipos de béisbol de la Liga Muncipial de Guaynabo.
El séquito partió desde el Centro de Bellas Artes hacia la avenida Carrazo donde se encontró con un grupo de salinenses, compueblanos de Alomar.
"Roberto es producto de nuestra liga y un orgullo para nuestro pueblo", mencionó William Gotay, presidente de la Liga de Salinas. "Siempre hemos sabido que es el mejor segunda base del mundo".
De ahí, Alomar continuó hacia rumbo a la Avenida Esmeralda hasta finalmente llegar al Museo.
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