Por
Hediberto Pichardo.MA
El siglo XVII (1600-1700) en
la isla de Santo Domingo resulto ser negativo y traumático, debido a los
trascendentales acontecimientos que se sucedieron y que marcaron toda aquella
centuria con unas consecuencias que aun en pleno siglo XXI lo está viviendo nuestra
nación.
Tras el descubrimiento o
encuentro entre dos culturas en América, ocurrido a finales del siglo XV,
España, por ser la nación que primero se estableció en el llamado nuevo mundo
ocupo la mayor parte del territorio del más nuevo de los continentes. Se dedicó
dicha nación a la conquista y colonización de los nuevos territorios.
Dentro de las normas
establecidas por España en sus colonias de las Indias Occidentales estaba la de
establecer un monopolio comercial con sus colonias, es decir que estas solo
podían comprar y vender a dicha nación europea. Junto a esta disposición en el
siglo XVI España se enfrentó a muchas naciones europeas y estas trasladaron el
conflicto con España al nuevo continente. Es de esta manera como surgen los
piratas y corsarios, aupados por las naciones enemigas de España. Estos
aventureros se dedicaron a asaltar barcos españoles cargados de oro y plata que
zarpaban hacia el viejo mundo, como también se les ha llamado a Europa, con
destino, lógico es, España. Junto a los ataques de piratas y corsario, la otra
forma de las naciones adversarias de España poder atacarla consistió en ejercer
el contrabando o comercio ilegal, en el cual intercambian productos
manufacturados e industrializados por productos tropicales o más bien materias
primas, los cuales tenían una gran demanda en Europa.
España prefirió establecerse
en aquellos territorios donde encontraba algún metal precioso, sobre todo oro y
plata y donde no encontraba ningún metal dejaba una guarnición de hombres para
evitar que estas posesiones cayeran en manos enemigas.
En la isla de Santo Domingo,
el lugar mejor protegido era la ciudad de Santo Domingo de Guzmán y cuando los
contrabandistas llegaban a esta posesión antillana decidían trasladarse hacia
la costa norte y oeste de la isla, en donde realizaban un comercio prohibido
por la corona española, llamado contrabando.
Los contrabandistas traían
productos manufacturados a los colonos de los pueblos de la banda norte (Puerto
Plata, Monte Cristi, Bayajá y Yaguana), en cambio le compraban piel de ganado
con el cual podían fabricar ropas en Europa. Estos contrabandistas eran
provenientes de Holanda, Francia e Inglaterra.
En los pueblos de la banda
norte como resultado del contrabando se llegaron a introducir biblias
protestantes, lo cual disgusto sobremanera a España. Esta nación decidió buscar
la forma de eliminar dicho contrabando o comercio ilegal y para lograr esto se celebraron reuniones con
el fin de escuchar las sugerencias o propuestas para eliminar dicha práctica.
Entre las diversas
propuestas planteadas al monarca Felipe III, fue aceptada la idea de Baltasar
López de Castro, el cual sugirió que para eliminar el comercio ilegal entre los
vecinos españoles con extranjeros, el rey de España debía ordenar el traslado
de todos los habitantes españoles de las villas en las cuales se practicaba
dicho contrabando. Es decir que dichos habitantes debían ser trasladados hacia
la parte este de la isla de Santo Domingo.
Para la ejecución de dicho
plan, el rey español encomendó dicha misión a Antonio Osorio, el cual fue
nombrado como gobernador de Santo Domingo. Este personaje se apersono con un
ejército en los pueblos antes mencionados con el objetivo de que se llevara a
cabo lo dispuesto por el monarca. Como era de esperarse encontró cierta
resistencia, pues había personas que se beneficiaban con el contrabando y se
oponían a que este fuera eliminado. Las protestas en contra de las llamadas
devastaciones de Osorio fueron dirigidas por Hernando Montoro, un rico mulato,
que se beneficiaba con el contrabando.
Osorio y Montoro se enfrentaron en la llamada
rebelión de Guaba, recibió ese nombre por el lugar donde se enfrentaron. Los
resultados favorecieron a Osorio, el cual procedió a realizar las devastaciones
como le fue encomendado por su monarca, las cuales fueron aplicadas entre los
años 1605-1606.
Fueron trasladados hombres,
mujeres, niños, ganados, en fin todo lo que se pudo desplazar. Quedaron alzados
en los montes una gran cantidad de negros esclavos que huyeron y evitaron ser
trasladados. Se perdió mucho ganado como era de esperarse, pues el viaje
resultaba muy lejano.
Fueron fundados dos pueblos:
Monte Plata, la cual se creó con los habitantes desplazados de Monte Cristi y
Puerto Plata y también se creó Bayaguana, uniendo los habitantes de Bayajá y la
Yaguana.
La zona despoblada o
descampada fue dividida del resto de la colonia de Santo Domingo con una línea
divisoria llamada guardarraya y para su vigilancia fueron creados dos
batallones militares: la cuarentena (40 hombres) y la cincuentena (50 hombres).
De esta manera, tal como le
he expuesto se aplicaron las devastaciones de Osorio a inicios del siglo XVII,
las cuales tuvieron como causa principal el contrabando o comercio ilegal entre
los pueblos de la banda norte de la isla de santo domingo con los países
europeos enemigos de España y nosotros les agregamos la falta de visión por
parte esta nación para comercializar con otras naciones, así como elegir la
peor de las soluciones planteadas para solucionar dicho problema. Tras la ejecución
de dicha medida, la isla fue divida en dos partes, la parte española vivió una
época de miseria, hambre, escases de manos de obras y la parte despoblada o
devastada fue ocupada por franceses, de allí surgió una colonia llamada Saint
Domínguez y de esta Haití. Pero esta última parte la veremos en otra entrega de
este curso de historia de Santo Domingo que hemos iniciado.
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