La belleza de las flores
es el reflejo de la verdadera belleza de la naturaleza, pues se ha forjado a
través del tiempo gracias a uno de los fenómenos más hermosos de nuestro
Universo: el coevo lución entre las especies. Es imposible no asombrarse al ver
como dos especies diferentes de seres vivos pueden trabajar en conjunto para
ambos salir beneficiados de esta relación y juntos poder avanzar.
El Universo nos grita el
secreto de nuestro propio progreso como humanidad en cada uno de estos pequeños
detalles y señales que están frente a nuestros ojos a toda hora, simplemente
hay que mantener nuestra conciencia despierta y abierta para recibir toda su
sabiduría y con ella poder crecer.
EUNICE Y JOSE Recibieron
estas flores y ellas pudieron sacar esas
sonrisas. La extensa gama de olores y colores que estas poseen, estimulan
nuestros sentidos y nos invitan a contemplarlas siempre con una pizca de
admiración y serenidad. Porque cuando tenemos una flor ante nosotros, no
estamos admirando cualquier cosa: tal espécimen tan bello y colorido no llegó
hace miles de años a esta tierra así tal cual es ahora, rebosante de llamativos
olores y colores, esta flor también ha vivido un proceso de evolución.
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