Reynaldo Hernández Rosa
Hostos, Duarte.- En
un desempeño contraproducente, inconcebible,
esto, si tomamos
como premisa que son
nuestros representantes,
como funcionarios, ediles,
dirigentes comunitarios,
curas, asi como
miembros de organismos pro
defensa del municipio, todos,
todos, se desplazan a
mil, con vidrios
tintados, no se detienen
a conversar, dialogar,
increíble, a tratar temas
puntuales, no, huyen
a su materia prima: la gente.
Es denigrante,
sumamente denigrante que nuestra
clase política, toda,
se las pasen a escondida,
a hurtadillas, corriéndole a
los munícipes, actúan como si fueren parte
de la Formula 1,
corren , corren a
velocidad que ni Felix
Sanchez en su mejor momento…Insólito.
Es inaudito
que los mismos que
aspiran a repostularse en sus cargos,
todos, no tienen roce
con su compueblanos, se las
pasan huyéndole a todos. No
se conoce una
acción donde la
dirigencia partidaria, toda, se le observe
en conversaciones, tertulias,
diálogos, encuentros, increíble,
con los comunitarios, todos se desplazan
a mil en
sus vehículos, todos
con los cristales tintados,
para así, ni siquiera
le vean los pendejos que
como borregos Irán de nuevo
a sufragar por
esta cáfilas de
maulas.
Desde los funcionarios
mas elevados hasta los
curas y pastores del municipios, todos,
corren, corren, con la prisa
de un delincuente perseguido, acosado.
Es una
parafernalia incalificable, dado
que son quienes se deben
a nosotros, son quienes nos representan, no sus enemigos,
válgame Dios.
En su
mayoría, los que tienen
sus vehículos, llevan sus
cristales tintados, se
desplazan a velocidad
que parecería que
llevan un ciudadano
con un paro cardiaco,
corren a lo Emerson Fitapaldi,
al extremo, que
hasta los curas
que hemos tenido, corren
como si Satanás le
pisara la espalda,
esto, en lugar de ir
casa por casa evangelizando, no, al igual
que os regidores, es
a mil que
van en sus
desplazamiento, como si la
feligresía le exigiera
alguna deuda…. Como es la vaina.
Todo esto es
una realidad carentes
de razones, al menos para el común de los munícipes que no logra
entender a que les huyen, si en
la antesala del
próximo evento electoral
tendrán que volver buscar de los miembros
de esta sociedad
de borregos, que como
zombies los ve pasar y vuelve
al redil de la
estupidez ancestral: votar
por ellos.
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