El actor Michael Douglas ha revelado, en declaraciones a
The Guardian, que el cáncer de garganta que contrajo en el 2010 podría ser
debido al virus del papiloma humano (VPH), que le contagió una mujer a la que
le practicaba el sexo oral.
Aunque más tarde trató de desdecirse, lo cierto es que las
declaraciones con grabaciones inluidas están ahí.
Polémicas aparte, ¿puede uno determinar con precisión la
causa de esta enfermedad? El doctor Michael Brady, un especialista en salud
sexual y director del Fondo Terrence Higgins Trust, declaró que el cunnilingus pudo haber contribuido al
mal de Douglas, pero que es difícil indicarlo como la única causa, ya que el
actor había sido fumador y bebedor, dos factores de riesgo muy comunes en el
cáncer de garganta.
“En España, lo normal es que este tipo de tumores, de
cabeza y cuello en la zona de orofaringe, sean producidos en un 80 ó un 90 % de
los casos, por fumar o beber”, comenta Juan Jesús Cruz Hernández, oncólogo
médico y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, “aunque
últimamente empieza a haber casos por infección del virus del papiloma y
existen ya formas para determinar si este cáncer proviene de esta vía. De todas
formas, no es muy frecuente que estos virus se alojen en la faringe, aunque no
es imposible”.
Como todos sabemos, el VPH está presente en hombres y
mujeres y se trasmite por vía sexual. El tipo de virus –hay unas 100 clases
diferentes–, el subgrado del mismo y la zona en que se localiza son los
factores que harán que este entrañe o no peligro.
¿Es el preservativo un medio 100% eficaz para evitar el
contagio? Según Lola Bou, médico dermatólogo y venereólogo y miembro de la
junta directiva de la Academia Española de Dermatología, además de experta en
enfermedades de trasmisión sexual, no. “Yo no diría que asegura una protección
total. Primero, porque la mayor parte de las veces se usa mal y se pone solo
cuando el hombre está próximo a eyacular, o se retira de forma inadecuada.
Segundo, porque hay zonas genitales o mucosas que no cubre el condón y en las
que también puede haber contagio. Claro que esto no debe ser una excusa para no
usar el profiláctico, sino todo lo contrario”.
La buena noticia es que, como dice Juan Jesús Cruz,
“aunque las infecciones por VPH son muy frecuentes, afortunadamente solo una
proporción muy pequeña, menos del 5 % acaban en cáncer”. Pero además, “mantener
un buen sistema inmunitario puede ser determinante a la hora de desarrollar o
no esta enfermedad”, como apunta la doctora, Bou.
“En el hombre, este virus puede causar cáncer de pene o
del canal anal –más frecuente en homosexuales– pero estas patologías son menos
numerosas que las correspondientes al sexo femenino”, comenta el oncólogo, “sin
embargo, el cáncer de garganta debido al VPH, como el que ha padecido Michael
Douglas, aunque poco común, es más habitual en los hombres que en las mujeres”.
Lola Bou apunta que “a menudo estos tumores empiezan con unas pequeñas verrugas
–condilomas acuminados- que son mucho más fáciles de detectar en el sexo
masculino por razones anatómicas -el pene está a la vista-, mientras que en las
mujeres requieren una exploración ginecológica”.
Pero que nadie piense que un pequeño bulto o grano en la
zona genital es siempre portador de malas noticias. “Puede haber también, por
ejemplo, fibromas, que no son más que repliegues de la piel, así como otras
muchas lesiones no venéreas”, afirma esta dermatóloga.
La vacuna del papiloma se presenta como una solución al
problema, además de constituir el primer fármaco de este tipo que se ha
descubierto contra el cáncer, pero su inclusión en el 2008 en el calendario
vacunal oficial en nuestro país –no son obligatorias pero si aconsejables-
estuvo y todavía está, llena de polémica.
La sexóloga y ginecóloga Francisca Molero, del Institut
Clinic de Sexología de Barcelona, se muestra cauta cuando habla del tema,
aunque reconoce que debemos celebrar haber desarrollado la primera vacuna
contra el cáncer. “La mayoría de los países ya inmunizan a sus niñas –se
aconseja ponerla entre los 11 y los 14 años– antes de que empiecen su vida
sexual porque además, en el cuello del útero hay un epitelio todavía inmaduro, que
está más receptivo a infectarse. Incluso en Canadá vacunan también a los
chicos. (FUE)
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