La decisión adoptada por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia en el caso de la querella presentada por el Partido Revolucionario Dominicano y el candidato a senador de Pedernales, Saturnino Espinal, en contra de tres magistrados de la Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral, se puede definir como un monumento a la genuflexión. La afirmación fue hecha hoy por el doctor Ramón Emilio Concepción, abogado de la parte querellante, quien dijo que violando los artículos 16, 17 y 25 de la Ley 25-91, el magistrado Jorge Subero Issa, se abrogó funciones que esa ley no le otorga.La Ley lo único que le manda al presidente de la Suprema Corte de Justicia, es designar un Juez de la Instrucción, si el caso es criminal y si es correccional fijar fecha para el conocimiento del caso.
La ley no le da facultad a él para decidir si acepta o no la querella, esa es una función que la ley le otorga al juez de la Instrucción no a él.
Además, la forma como fue decidido el proceso indica que Subero no leyó la querella ya que la misma contiene formulación precisa y detallada de los cargos imputados a los Magistrados de la Cámara Contenciosa.
Con esta decisión el magistrado Subero, además, de violar los artículos 16, 17 y 25 de la ley 25-91, otorga una licencia a los funcionarios públicos para que sigan atropellando y depredando el sistema democrático dominicano y se siga profundizando la descomposición que corroe a gran parte de la vida pública.
Con ésta decisión se cumple el aforismo del libertador Simón Bolívar cuando dijo que “La corrupción de los pueblos comienza con la impunidad de los delitos y la indulgencia de los tribunales”
Afirmó que no se descarta someter a un proceso del revisión la desafortunada decisión, tan pronto le sea notificada formalmente la misma al PRD.
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