Por Hediberto Pichardo. MA
El diccionario de la real academia española de la lengua define la democracia como el Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes.
La democracia
surgió en la antigua Grecia muchos años antes de Cristo. No era una democracia
perfecta puesto que existían miles de esclavos en esa sociedad.
En América
Latina la democracia como sistema político es relativamente joven.
Cristóbal
Colón, representando a España, arribó al continente americano a finales del
siglo XV y desde ese entonces la nación que lo envió estableció un dominio que
se extendería hasta las primeras tres décadas del siglo XIX.
Luego de que
España se estableciera en el denominado nuevo mundo lo haría primero Portugal y
más tarde Francia, Holanda e Inglaterra. Esos fueron los 5 países que
colonizaron el continente americano y esa es la razón por la cual hoy sus
idiomas son los que se hablan en el continente.
Cada nación
europea estableció su sistema político en las colonias que dirigió.
Generalmente nombraba un representante o virrey, un gobernador, un capitán
general.
En el caso de
las colonias españolas el poder político era ejercido por el denominado grupo
de los españoles peninsulares, que eran aquellos que habían nacidos en la
metrópolis. Los criollos, que eran los hijos de españoles nacidos en América,
le estaba prohibido tener derechos políticos y por lo tanto no podían elegir ni
se elegidos.
Precisamente
fueron los criollos en su afán de ostentar poder político los que llevaron a
cabo los procesos de luchas por las independencias en las colonias españolas.
De hecho, hubo algunos movimientos dirigidos por indígenas, mestizos, mulatos
que mientras los criollos no fueron incorporados en esas luchas resultaron en
fracaso.
Las luchas por
las independencias iniciaron a partir del 1808 aprovechando la coyuntura de la
invasión de Napoleón Bonaparte a España, donde desplazó al monarca Felipe VII y
en su lugar puso a su hermano José Bonaparte.
Ya para el
1830 se habían logrado la independencia de la mayor parte de las colonias
españolas en América. Quedaban Santo Domingo (hoy República Dominicana) que
había pasado en 1822 a ser ocupada por Haití, Cuba y Puerto Rico (estas dos
fueron las últimas en lograr su independencia).
Luego de
culminados los procesos de independencia en las colonias españolas de América
el sistema político que adoptaron las nuevas naciones no fue precisamente la
democracia.
El poder
político en las nuevas republicas fue asumido por los lideres de los procesos
de independencia, quienes se convirtieron en caudillos militares y se
mantuvieron en el poder por varios años, algunos de ellos se convirtieron en
dictadores.
El sistema
caudillista militar permaneció en las naciones de América Latina entre los años
1830-1980, es decir, durante alrededor de 150 años. Una vez que los Estados
Unidos se convirtieron en una potencia, a partir de 1865, apoyaron esos
regímenes autoritarios.
Aunque los
años de 1980-1990 fueron llamados la década de los años perdidos en términos
económicos en América Latina, fue precisamente en esa década cuando se inicio
la democracia como sistema político.
Para que el
sistema democrático que tiene América Latina, con todas sus imperfecciones, se
pudiera establecer fue necesario derrocar varias dictaduras en todo el
continente.
Las conquistas
democráticas fueron logradas a base de sangre y fuego.
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