A días para el comienzo de la actividad en Tokio, Susen Tiedtke contó que los deportistas suelen divertirse si al día siguiente no tienen competencia: “Hay una fiesta tras otra”.
El 23 julio comenzarán los Juegos Olímpicos de Tokio que fueron pospuestos por la pandemia del coronavirus pero que finalmente se realizarán. Bajo un estricto protocolo, los organizadores auguran poder realizar un evento espectacular, aunque no habrá presencia de público, y los deportistas lucharán por conseguir la mayor cantidad de medallas posibles y maravillar al mundo con su destreza. Pero no todo es exigencia para los protagonistas.
Los
atletas que pasarán sus días en una villa olímpica saben que además de esfuerzo
y competición tendrán tiempo para el jolgorio. Es que estos centros
comunitarios permiten que personas de diferentes delegaciones y disciplinas se
conozcan y entablen así una nueva amistad o hasta un romance, tal como lo
confirmó Susen Tiedtke.
La
alemana de 52 años que supo brillar en salto en largo reveló que en las
habitaciones suelen haber fiestas entre los atletas que duran varias horas y
con las que el resto debe convivir. “(La prohibición del sexo) es un gran
hazmerreír para mí, no funciona en absoluto. El sexo siempre es un problema en
la villa. Los atletas están en su mejor momento físico en los Juegos Olímpicos.
Cuando la competencia termina, quieren liberar su energía. Hay una fiesta tras
otra, luego entra en juego el alcohol. Sucede que la gente tiene sexo y hay
suficientes personas que luchan por eso”, aseveró en diálogo con el periódico
germano Bild.
Susen Tiedtke reveló que las fiestas son algo común en las villas olímpicas (Getty Images)
La
ex deportista fue sincera y contó que esto no es ningún secreto en el ambiente,
aunque poco se sabe públicamente porque la prensa tiene prohibido el ingreso a
esas instalaciones. En este sentido explicó que los deportistas suelen
descansar antes de cada competencia pero si su participación terminó o si al día
siguiente tienen fecha libre, aprovechan para divertirse a lo grande.
Tiedtke
participó de los Juegos de Barcelona 1992 y Sídney 2000 y en ambas ocasiones
vivió experiencias similares: “Nuestras competencias estaban hacia el final de
los Juegos. Antes no pasaba nada, eso era difícil. Los entrenadores decían:
‘Cuando tienes relaciones sexuales, el cuerpo primero tiene que recargarse con
energía. Así que no deberías hacer eso’. Después de la competencia, sin
embargo, los compañeros de habitación eran muy considerados si necesitabas la
habitación para ti”.
En
este sentido la alemana detalló que la locura se desata cuando varias
actividades comienzan a llegar a su fin y muchos atletas empiezan a gozar de
uno o dos días libres antes de volver a sus países. En su caso era un problema
porque generalmente tenía que competir sobre el final del calendario, por lo
que quedaba a contramano del resto: “Siempre escuchas las fiestas de los demás,
a veces apenas podías dormir. El sexo siempre fue un tema muy importante, especialmente
antes de los Juegos”.
Al
ser consultada sobre si ella alguna vez tuvo sexo en una villa olímpica, fue
sincera: “Mi entrenador era mi padre y era muy estricto. Si alguien quería
salir conmigo, primero tenía que hacer 100 flexiones de brazo. Tuve que
reunirme en secreto, de lo contrario nunca habría conocido a nadie. Todos en la
villa conocían la historia”.
Así son las camas anti-sexo de la villa olímpica de Tokio
Por
estas horas, los atletas se preguntan qué tan estrictas serán las medidas de
seguridad dentro de la villa olímpica en Tokio, después de que se conociera que
cada equipo deberá respetar las burbujas y además que la compañía que fabricó
los muebles de cada habitación creó unas camas anti-sexo. Es que las mismas
fueron diseñadas para soportar hasta 200 kilos: “Hemos realizado pruebas, como
lanzar peso en las camas. Mientras haya una persona recostada, deberían ser lo
suficientemente sólidas para soportar la carga”, afirmó un portavoz de la
empresa.
Por
su parte, Takashi Kitajima, gerente general de la Villa Olímpica, aseguró: “Son
más fuertes que las camas de madera”. También se tuvo en cuenta la posibilidad
de una celebración salvaje después de, por ejemplo, una victoria por una
medalla de oro. “Por supuesto, la madera y el cartón se romperían si saltaras
sobre ellos”, agregó. El Athletes Village, que se construyó junto a la Bahía de
Tokio cuenta con 18.000 camas para los Juegos Olímpicos y está compuesto por 21
torres de apartamentos destinados para los protagonistas. Infobae
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