Por Mariluz Plata
Prácticamente en toda la sociedad occidental, desde pequeños se nos induce una “directriz” que indica que los niños deben orinar de pie y las niñas sentadas. Esa norma, al parecer arbitraria, está siendo refutada por autoridades y entidades sanitarias de varios países del mundo. En algunos casos, argumentando razones de higiene y salud, en otros, exigiendo igualdad de derechos.
Pero como el tema es la salud, hablaremos entonces de
lo primero.
Parámetros
urodinámicos
La micción (orinar) es un proceso que a los hombres
les resulta muy sencillo y práctico hacerlo de pie. Esto puede evidenciarse en
sitios públicos, donde el movimiento en los baños suele ser más ágil, en parte
por el corto tiempo que lleva desocupar la vejiga en esa posición y porque
caben más urinarios que cabinas en espacios iguales.
Sin embargo, quienes conocen a fondo el tema sugieren
tener en cuenta los parámetros urodinámicos, que básicamente relacionan la
postura del cuerpo con el volumen de flujo de orina.
El proceso de la micción es controlado voluntariamente
la mayoría de las veces. En condiciones normales, la vejiga puede acumular
suficiente orina como para poder hacer las labores diarias y dormir varias
horas seguidas durante la noche.
La vejiga generalmente puede almacenar entre 300 y 600
mililitros. Y requiere ser evacuada cuando llega a dos tercios de su capacidad.
Cuando está vacía, la vejiga se encuentra comprimida
por los demás órganos. Su llenado se produce progresivamente, hasta que la
tensión de sus paredes se eleva por encima de un valor umbral, lo cual
desencadena un reflejo neurógeno que avisa cuándo hay que orinar, y de no
hacerse, al menos provoca el deseo consciente de evacuar hasta llegar al lugar
para conseguirlo.
Los
niños deben orinar de pie
En la sociedad occidental la “norma” es que los niños deben orinar de pie y las niñas sentadas.
Al momento de estar en una postura cómoda, el cerebro
manda una señal a los esfínteres y a los músculos del suelo de la pelvis para
que se relajen y así pueda salir la orina a través de la uretra. Al mismo
tiempo, la vejiga se contrae y se desocupa.
No es normal tener que hacer fuerza para que salga el
orín. De hecho, los hombres pueden presentar distintos síntomas que les lleva a
padecer problemas temporales o permanentes al orinar.
¿Orinar
de pie o sentados?
Un estudio de 2014 publicado en la revista científica
Plos One sugiere que la inflamación de la próstata en lo hombres, que impide la
expulsión normal de la orina, podría favorecerse al orinar sentados.
En ese trabajo fueron comparados los parámetros
urodinámicos de hombres sanos y hombres con síntomas de hiperplasia benigna de
próstata (HBP), llamada también síndrome prostático.
Descubrieron que en los hombres con HPB, la postura
sentada marcaba un mejor perfil urodinámico y un tiempo de orinada más corto.
Pero en los hombres sanos, no se encontraron diferencias entre la postura de
pie y sentada.
Orinar
de pie o sentados
Orinar
es un proceso que a los hombres les resulta muy sencillo y práctico hacerlo de
pie.
Si bien no se pudo llegar a una conclusión solo con
base en los aspectos urodinámicos, la recomendación de varias entidades como el
Servicio Nacional de Salud de Reino Unido a los hombres con dificultades para
orinar es que busquen lugares tranquilos y silenciosos donde puedan sentarse.
Por
motivos de higiene
Otras teorías señalan que al orinar sentados pueden
prevenir afecciones como el cáncer de próstata, a la vez que proporciona a los
hombres una mejor vida sexual. Pero nada de eso ha sido comprobado.
Tales teorías fueron promovidas por un político sueco
en 2012. Con ellas buscaba forzar a los hombres a sentarse cuando usaran los
baños del concejo municipal.
La principal razón era la higiene, garantizando que
ninguna persona volviera a pisar charcos o salpicaduras de orín originados por
los empleados hombres cuando usaban los baños de pie.
Esa idea ha comenzado a tomar fuerza en varios países
de Europa, especialmente en Alemania, donde ya hay baños con sensores que
activan una luz roja (similar a la de un semáforo) para indicar que está
prohibida la postura de pie.
Incluso en varias casas de familia, los propietarios
colocan avisos en los lavabos para persuadir a sus invitados masculinos de
sentarse en el retrete.
avisos en los lavabos para persuadir a sus invitados
masculinos de sentarse en el retrete
En
algunos baños públicos en Europa se prohíbe a los hombres orinar de pie.
En 2015, se hizo muy popular el caso de una demanda
interpuesta por el arrendatario de una vivienda en la ciudad de Dusseldorf. La
casera se negaba a reembolsarle una fianza de 2.000 euros debido a daños
causados en el suelo del baño por orinar de pie.
La casera consideraba que estas manchas sobre el
mármol se podrían haber evitado si el hombre se hubiera sentado siempre que
usaba el retrete.
Los jueces ordenaron hacer el reembolso al inquilino,
declarando que éste había actuado dentro de las normas culturales de Alemania:
Tomado de: grandesmedios
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