Por Hediberto
Pichardo.MA
Cuando
se lee el título de esta entrega, los entendidos en el campo de la historia se
imaginan que aquí se hablara de reyes o monarcas, porque es por todos conocidos
que en el sistema monárquico gobierna un rey quien tras su muerte o abdicación
es sustituido por su hijo mayor u otro heredero previamente señalado.
Pero
en esta ocasión no se hablara de sistemas monárquicos sino más bien de sistemas
republicanos donde el poder es ejercido por un presidente, el cual tiene
establecido previamente el tiempo en que debe permanecer en el poder.
Una
de las aspiraciones de los padres suele ser la de que sus hijos sigan sus
caminos. Para lograr esto se empeñan en brindarle la mejor educación. Esto
ocurre cuando los progenitores buscan por todos los medios posibles que sus
vástagos no sufran los infortunios que les tocó vivir.
En
el campo de la política, aquellos individuos dotados de carisma y preparación
que llegan al poder siempre quieren mantenerse en el a toda costa y en caso de
que esto no suceda pues es su anhelo de que sus hijos lleguen a brillar en ese
campo. Se empeñan en que estos descendientes se preparen en el mundo del
conocimiento para que si la fortuna le da la oportunidad la puedan aprovechar.
Cuando
revisamos la historia de la mayoría de los grandes líderes políticos nos
encontramos con que sus hijos no se destacaron en el campo político.
En
América se dieron excepciones sobre todo en algunos regímenes autoritarios como
lo fueron los de Haití y Nicaragua.
En
la republica de Haití ubicada en la parte oeste de la isla de Santo Domingo a
partir de 1957 asumió la presidencia François Duvalier quien gobernó con mano
de hierro esa empobrecida nación hasta el 1971 cuando murió fruto de las
complicaciones producidas por la diabetes, enfermedad de la que sufría. Tras su
muerte asumió el poder su hijo Jean Claude Duvalier quien permaneció en el
poder hasta que fue derrocado en 1986.
En
el caso de la republica de Nicaragua y también bajo la modalidad de una
dictadura encontramos que durante los años de 1937-1947 esa nación fue
gobernada por Anastasio Somoza García, más tarde entre los años de 1957-1963 le
tocó el turno a su hijo Luis Somoza Debayle. Este asunto en el caso de
Nicaragua no termino ahí, pues desde 1974 hasta 1979 también el otro hijo de
Somoza García, Anastasio Somoza Debayle, llego a gobernar la tierra de Sandino.
Para
algunos no le causa ninguna sorpresa que en regímenes autoritarios padres e
hijos lleguen a ser presidentes. Pero es oportuno precisar que el caso de los
dictadores, no todos tuvieron la satisfacción de ser sustituidos por sus hijos.
Prueba de lo que se acaba de señalar lo fue el de la dictadura de Rafael
Leónidas Trujillo Molina quien domino a su antojo a la Republica Dominicana por
más de 30 años desde 1930-1961, unas veces ejerciendo la presidencia el mismo y
otras veces usando la figura de presidentes títeres. El generalísimo como fue
llamado, se afano en que su primogénito Rafael Leónidas Trujillo Martínez
(Ramfis) fuera su sustituto y se dedicó tanto a que ese sueño se cristalizara
que envió a su descendiente a la mejor academia militar del mundo West Point,
pero Ramfis no estaba en eso y de allí fue expulsado. Ya se conoce la historia
de que el señalado heredero de Trujillo no pudo asumir la jefatura del estado
tras el asesinato de su padre.
En
los Estados Unidos de América bajo el sistema democrático, el único que ha
tenido esa gran nación , encontramos el caso de John Adams que fue el segundo
presidente de ese país entre los años 1797-1801 y el de su hijo John Quincy
Adams que también gobernó entre los años de 1825-1829.
Del
mismo modo en la primera potencia mundial en el siglo XX en el 1989 subió al
poder George Herbert Walker Bush, quien solo gobernó 4 años hasta 1993, siendo
el 41 presidente de esa nación. Ocho
años más tarde, es decir en el 2001 su hijo George Walker Bush se convirtió en
el 43 presidente de dicha nación, este gobernó 8 años desde el 2001-2009.
Para
concluir esta entrega me referiré al caso de la Republica dominicana donde un
padre Buenaventura Báez, gobernó nuestra nación en 5 ocasiones durante el siglo
XIX y su hijo el doctor Ramón Báez también ejerció la primera magistratura de
manera provisional del 28 de agosto al 5 de diciembre de 1914.
En
Costa Rica, también los Figueres, padre e hijo llegaron a ser presidente sin
ser dictadores.
No
es tan fácil que en un país bajo el régimen democrático padre e hijo lleguen a
ser presidente, hemos tenido casos de legisladores padre e hijos, pero hasta
ahora solo Buenaventura Báez y Ramón Báez, así como los Jiménez (Manuel y Juan
Isidro) han sido presidentes padre e hijo.
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