10 plagas en Egipto.
Las
Diez plagas de Dios sobre el Rey de Egipto incluso plaga de sangre, ranas, mosquitos,
piojos, ganado, úlceras, granizo, Langostas, tinieblas, Muerte de los primeros
nacido. El Faraón o el rey de Egipto no dejarían a Moisés tomar a la gente de
Dios atrás a la tierra prometida. Entonces Dios dijo que enviaré plagas para
endurecer el corazón del Faraón y entonces él dejará a mi gente ir. Después que
la vara de Aarón se tornó una serpiente en frente del Faraón.
Las diez plagas:
1. La Plaga de Sangre
7:14-24
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –El Corazón del Faraón se ha endurecido, y Rehúsa dejar
ir al pueblo.
Vé
por la mañana al Faraón, cuando él salga al Río. Ponte frente a él a la orilla
del Nilo. Toma en tu mano la vara que se Transformó en serpiente,
y
dile: “Jehovah, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: ‘Deja
ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto.’ Pero he Aquí que hasta ahora
no has querido escuchar.
Así
ha dicho Jehovah: ‘En esto Conocerás que yo soy Jehovah’; he Aquí, con la vara
que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y éstas se Convertirán en
sangre.
Los
peces que hay en el Nilo Morirán. El Nilo Apestará, y los egipcios Tendrán asco
de beber agua del Nilo.”
Jehovah
dijo también a Moisés: –Di a Aarón: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las
aguas de Egipto, sobre sus Ríos, sobre sus canales, sobre sus estanques y sobre
todos sus Depósitos de agua; y ellas se Convertirán en sangre.” Habrá sangre en
toda la tierra de Egipto, hasta en los baldes de madera y en las vasijas de
piedra.
Moisés
y Aarón hicieron como les Mandó Jehovah. Alzó la vara y Golpeó las aguas del
Nilo en presencia del Faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Nilo se
convirtieron en sangre.
Los
peces que Había en el Nilo murieron. Y el Nilo apestaba, de modo que los
egipcios no Podían beber de él. Hubo sangre en toda la tierra de Egipto.
Pero
los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el Corazón del
Faraón se Endureció, y no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.
Después
se Volvió el Faraón y Entró en su casa, y no quiso prestar Más Atención al
asunto.
Y
todos los egipcios hicieron pozos alrededor del Nilo para beber, porque no
Podían beber las aguas del Nilo.
Éxodo
7:14-24
2. La Plaga de Ranas 8:1-15
Pasaron siete Días después que Jehovah Golpeó
el Nilo.
Éxodo
8
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –Vé al Faraón y dile que Jehovah ha dicho Así: “Deja ir
a mi pueblo para que me sirva.
Y
si Rehúsas dejarlo ir, he Aquí yo castigaré todo tu territorio con una plaga de
ranas.
El
Nilo se Llenará de ranas, las cuales Subirán y Entrarán en tu casa y en tu
dormitorio, y sobre tu cama. Entrarán en las casas de tus servidores y de tu
pueblo. Entrarán en tus hornos y en tus artesas de amasar.
Las
ranas Subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus servidores.”
–Jehovah
dijo también a Moisés–: Di a Aarón: “Extiende tu mano con tu vara sobre los
Ríos, sobre los canales y sobre los estanques; y haz subir ranas sobre la
tierra de Egipto.”
Entonces
Aarón Extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que
cubrieron la tierra de Egipto.
Pero
los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir ranas
sobre la tierra de Egipto.
Entonces
el Faraón Llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: –Rogad a Jehovah para que quite
las ranas de Mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca
sacrificios a Jehovah.
Y
Moisés dijo al Faraón: –Dígnate indicarme Cuándo he de rogar por ti, por tus
servidores y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus
casas, y solamente queden en el Nilo.
Y
él dijo: –Mañana. Y Moisés Respondió: –Se Hará conforme a tu palabra, para que
conozcas que no hay otro como Jehovah nuestro Dios.
Las
ranas se Irán de ti, de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo, y
solamente Quedarán en el Nilo.
Entonces
salieron Moisés y Aarón de la presencia del Faraón. Y Moisés Clamó a Jehovah
por el asunto de las ranas que Había mandado sobre el Faraón.
Jehovah
hizo conforme a la palabra de Moisés. Murieron las ranas de las casas, de los
patios y de los campos.
Las
juntaron en muchos montones, y la tierra apestaba.
Pero
viendo el Faraón que le Habían dado alivio, Endureció su Corazón y no los
Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.
3. La Plaga de Piojos
8:16-19
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –Di a Aarón: “Extiende tu vara y golpea el polvo de la
tierra para que se convierta en piojos en toda la tierra de Egipto.”
Ellos
lo hicieron Así. Aarón Extendió su mano con su vara y Golpeó el polvo de la
tierra, el cual se Convirtió en piojos, tanto sobre los hombres como sobre los
animales. Todo el polvo de la tierra se Convirtió en piojos, en toda la tierra
de Egipto.
Los
magos también intentaron hacer piojos con sus encantamientos, pero no pudieron.
Había piojos tanto en los hombres como en los animales.
Entonces
los magos dijeron al Faraón: –¡Esto es el dedo de Dios! Pero el Corazón del
Faraón se Endureció, y no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.
4. La Plaga de Moscas
8:20-32
Jehovah
dijo a Moisés: –Levántate muy de mañana, preséntate ante el Faraón cuando él
salga al Río y dile que Jehovah ha dicho Así: “Deja ir a mi pueblo para que me
sirva.
Porque
si no dejas ir a mi pueblo, he Aquí yo enviaré una nube de moscas sobre ti y
sobre tus servidores, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Y las casas de los
egipcios se Llenarán de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén.
Pero
el mismo Día yo excluiré la tierra de Gosén, donde habita mi pueblo, para que
no vaya Allí la nube de moscas, a fin de que sepas que yo, Jehovah, estoy en
medio de la tierra.
Yo
haré Distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana Tendrá lugar esta señal.”
Jehovah
lo hizo Así: Vino una densa nube de moscas sobre la casa del Faraón, sobre las
casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto. La tierra Quedó
devastada a causa de ellas.
Entonces
el Faraón Llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: –Id, ofreced sacrificios a
vuestro Dios, dentro del País.
Moisés
Respondió: –No conviene que lo hagamos Así, porque Ofreceríamos como sacrificio
a Jehovah lo que es una Abominación a los egipcios. Si Sacrificáramos en
presencia de los egipcios lo que para ellos es una Abominación, ¿no nos
Apedrearían?
Iremos
a tres Días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Jehovah,
Según él nos diga.
El
Faraón dijo: –Yo os dejaré ir para que Ofrezcáis sacrificios a Jehovah vuestro
Dios en el desierto, con tal que no os Vayáis demasiado lejos. Rogad por Mí.
Respondió
Moisés: –He Aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehovah, y él Hará que
mañana la nube de moscas se aparte del Faraón, de sus servidores y de su
pueblo, con tal que el Faraón no se vuelva a burlar, no dejando ir al pueblo
para ofrecer sacrificios a Jehovah.
Entonces
Moisés Salió de la presencia del Faraón y Oró a Jehovah.
Y
Jehovah hizo conforme a la palabra de Moisés y Apartó del Faraón, de sus
servidores y de su pueblo la nube de moscas, sin que quedara una sola.
Pero
el Faraón Endureció también esta vez su Corazón, y no Dejó ir al pueblo.
5. La Plaga en el
ganado 9:17
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –Vé al Faraón y dile que Jehovah, el Dios de los
hebreos, ha dicho Así: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
Porque
si Rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo, he Aquí la mano de Jehovah
Traerá una terrible peste sobre tu ganado que Está en el campo: caballos, asnos,
camellos, vacas y ovejas.Pero Jehovah Hará Distinción entre el ganado de Israel
y el de Egipto, de modo que no muera nada de todo lo que pertenece a los hijos
de Israel.”
–Jehovah
Fijó un plazo diciendo–: Mañana Jehovah Hará esto en el País.
Al
Día siguiente Jehovah hizo esto, y Murió todo el ganado de Egipto. Pero del
ganado de los hijos de Israel no Murió ni un solo animal.
El
Faraón Envió observadores, y he Aquí que del ganado de los hijos de Israel no
Había muerto ni un solo animal. Pero el Corazón del Faraón se Endureció, y no
Dejó ir al pueblo.
6. La Plaga de úlceras
Jehovah
dijo a Moisés y a Aarón: –Tomad puñados de Hollín de un horno, y que Moisés lo
esparza hacia el cielo, en presencia del Faraón.
Este
se Convertirá en polvo sobre toda la tierra de Egipto, y Ocasionará sarpullido
que Producirá úlceras, tanto en los hombres como en los animales, en toda la
tierra de Egipto.
Tomaron,
pues, el Hollín del horno y se pusieron de pie delante del Faraón. Moisés lo
Esparció hacia el cielo, y éste se Convirtió en sarpullido que Producía
úlceras, tanto en los hombres como en los animales.
Y
los magos no Podían estar en presencia de Moisés por causa de las úlceras,
porque los magos Tenían úlceras, como todos los egipcios.
Pero
Jehovah Endureció el Corazón del Faraón. Y éste no los Escuchó, tal como
Jehovah lo Había dicho a Moisés.
7. La Plaga de granizo
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –Levántate muy de mañana, preséntate delante del Faraón
y dile que Jehovah, el Dios de los hebreos, dice Así: “Deja ir a mi pueblo para
que me sirva.
Porque
yo enviaré esta vez todas mis plagas sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu
pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.
Porque
hasta ahora yo Podría haber extendido mi mano para herirte a ti y a tu pueblo
con una plaga tal que ya Habrías sido eliminado de la tierra.
Pero
por esto mismo te he dejado con vida, para mostrarte mi poder y para dar a
conocer mi nombre en toda la tierra.
¿Todavía
te insolentas contra mi pueblo para no dejarlos ir?
He
Aquí, mañana a estas horas yo haré caer granizo tan pesado, como nunca lo hubo
en Egipto desde el Día en que fue fundado, hasta ahora.
Ordena,
pues, que recojan tu ganado y todo lo que tienes en el campo, en un lugar
seguro; porque el granizo Caerá sobre todo hombre o animal que se halle en el
campo y que no haya sido recogido en casa, y Morirá.”
De
los servidores del Faraón, el que Temió la palabra de Jehovah hizo que sus
criados y su ganado huyeran a casa.
Pero
los que no tomaron en serio la palabra de Jehovah dejaron a sus criados y sus
ganados en el campo.
Jehovah
dijo a Moisés: –Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo sobre
toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda la
hierba del campo en la tierra de Egipto.
Moisés
Extendió su vara hacia el cielo, y Jehovah Envió truenos y granizo. El fuego se
Descargó sobre la tierra, y Jehovah hizo llover granizo sobre la tierra de
Egipto.
Hubo,
pues, granizo y fuego centelleante mezclado con el granizo, y era tan pesado
que nunca lo hubo como aquél en toda la tierra de Egipto desde que Comenzó a
ser Nación.
El
granizo Destruyó en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo,
tanto los hombres como los animales. El granizo también Arruinó toda la hierba
del campo y Destrozó todos los árboles del campo.
Sólo
en la tierra de Gosén, donde habitaban los hijos de Israel, no Cayó granizo.
Entonces
el Faraón Mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: –He pecado esta vez.
Jehovah es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables.
Rogad
a Jehovah para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y
vosotros no os detendréis Más.
Moisés
le Respondió: –Al salir yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehovah, y los
truenos Cesarán, y no Habrá Más granizo, para que sepas que la tierra es de Jehovah.
Pero
yo sé que ni Tú ni tus servidores teméis Todavía la presencia de Jehovah Dios.
El
lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba en espiga y el lino
en flor.
Pero
el trigo y el centeno no fueron destruidos, pues eran Tardíos.
Después
de haber salido de la presencia del Faraón y de la ciudad, Moisés Extendió sus
manos a Jehovah, y cesaron los truenos y el granizo; y no Cayó Más lluvia sobre
la tierra.
Entonces,
al ver que Habían cesado la lluvia, el granizo y los truenos, el Faraón Volvió
a pecar. Tanto él como sus servidores endurecieron su Corazón.
El
Corazón del Faraón se Endureció, y no Dejó ir a los hijos de Israel, tal como
Jehovah lo Había dicho por medio de Moisés.
8. La Plaga de
langostas
Jehovah
dijo a Moisés: –Vé al Faraón, porque yo he endurecido su Corazón y el Corazón
de sus servidores para manifestar entre ellos estas señales Mías, y para que
cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, las señales
que yo hice en medio de ellos, para que Sepáis que yo soy Jehovah.
Entonces
Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: –Jehovah, el Dios de los hebreos,
ha dicho Así: “¿Hasta Cuándo Rehusarás humillarte ante Mí? Deja ir a mi pueblo
para que me sirva.
Si
Rehúsas dejarlo ir, he Aquí mañana yo traeré la langosta a tu territorio; y
Cubrirá la superficie de la tierra, de modo que ésta no pueda verse. Devorará
el resto de lo que ha escapado, lo que os ha quedado del granizo. Devorará
también todos los árboles que crecen en el campo.
Y
Llenará tus casas, las casas de tus servidores y las casas de todos los
egipcios, como nunca vieron tus padres ni tus abuelos desde que existieron
sobre la tierra, hasta el Día de hoy.” Moisés dio media vuelta y Salió de la
presencia del Faraón.
Entonces
los servidores del Faraón le dijeron: –¿Hasta Cuándo ha de sernos éste una
trampa? Deja ir a esos hombres para que sirvan a Jehovah su Dios. ¿Todavía no
te das cuenta de que Egipto Está destruido?
Moisés
y Aarón volvieron a ser Traídos ante el Faraón, quien les dijo: –Id y servid a
Jehovah vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?
Moisés
Respondió: –Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con
nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con
nuestras vacas, porque tendremos una fiesta de Jehovah.
Y
él les dijo: –¡Sea Jehovah con vosotros, si yo os dejo ir a vosotros y a
vuestros niños! ¡Ved Cómo vuestras malas intenciones Están a la vista!
¡No
Será Así! Id vosotros los varones y servid a Jehovah, pues esto es lo que
vosotros habéis pedido. Y los echaron de la presencia del Faraón.
Entonces
Jehovah dijo a Moisés: –Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para que la
langosta suba sobre la tierra de Egipto. Ella Devorará toda la hierba de la
tierra y todo lo que ha dejado el granizo.
Moisés
Extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehovah trajo un viento del
oriente sobre el País, todo aquel Día y toda aquella noche. Al amanecer, el
viento del oriente trajo la langosta.
Esta
Subió sobre toda la tierra de Egipto y se Posó muy densamente en todos los
rincones del País. Nunca antes hubo tal plaga de langosta, ni la Habrá después.
Cubrieron
la superficie de toda la tierra, de modo que la tierra se Oscureció. Devoraron
toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que Había dejado el
granizo. En toda la tierra de Egipto no Quedó nada verde, ni en los árboles, ni
en la hierba del campo.
Entonces
el Faraón hizo llamar apresuradamente a Moisés y a Aarón, y les dijo: –He
pecado contra Jehovah vuestro Dios y contra vosotros.
Pero
perdonad, por favor, mi pecado Sólo una vez Más y rogad a Jehovah vuestro Dios
para que él aparte de Mí solamente esta mortandad.
Moisés
Salió de la presencia del Faraón y Oró a Jehovah.
Jehovah
hizo soplar un Fortísimo viento del occidente que Llevó la langosta y la Arrojó
al mar Rojo. Ni una sola langosta Quedó en todo el territorio de Egipto.
Pero
Jehovah Endureció el Corazón del Faraón, y éste no Dejó ir a los hijos de
Israel.
9. La Plaga de
tinieblas
Jehovah
dijo a Moisés: –Extiende tu mano hacia el cielo para que haya tinieblas sobre
la tierra de Egipto, tinieblas que hasta puedan ser palpadas.
Moisés
Extendió su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas por toda la tierra de
Egipto, durante tres Días.
No
se Podían ver unos a otros, ni nadie se Movió de su lugar durante tres Días.
Pero todos los hijos de Israel Tenían luz en sus moradas.
Luego
el Faraón hizo llamar a Moisés y le dijo: –Id y servid a Jehovah. Vayan también
vuestros niños con vosotros. Solamente que sean dejadas vuestras ovejas y
vuestras vacas.
Moisés
Respondió: –Entonces Tú nos Tendrás que dar animales para sacrificar y ofrecer
en holocausto a Jehovah nuestro Dios.
¡También
nuestro ganado Irá con nosotros! No Quedará ni una pezuña de ellos, porque de
ellos hemos de tomar para servir a Jehovah nuestro Dios. No sabemos con qué
hemos de servir a Jehovah, hasta que lleguemos Allá.
Pero
Jehovah Endureció el Corazón del Faraón, y no quiso dejarlos ir.
Y
el Faraón dijo a Moisés: –¡Retírate de mi presencia! ¡Guárdate de volver a ver
mi cara; porque el Día en que veas mi cara, Morirás!
Y
Moisés Respondió: –Bien has dicho. ¡Jamás volveré a ver tu cara!
10. La Plaga de la
muerte de los primogénitos
Jehovah
dijo a Moisés: –Traeré una sola plaga Más sobre el Faraón y sobre Egipto.
Después de esto, él os Dejará ir de Aquí. Cuando os deje ir, él os Echará de
Aquí por completo.
Habla,
pues, al pueblo para que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su
vecina, objetos de plata y de oro.
Jehovah
dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios. El mismo Moisés era
considerado como un gran hombre en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los
servidores del Faraón, como a los ojos del pueblo.
Entonces
dijo Moisés: –Así ha dicho Jehovah: “Como a la media noche yo pasaré por en
medio de Egipto.
Y
todo primogénito en la tierra de Egipto Morirá, desde el primogénito del Faraón
que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que Está Detrás
del molino, y todo primerizo del ganado.
Habrá
un gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca lo hubo ni lo Habrá.
Pero
entre todos los hijos de Israel, ni un perro les Ladrará, ni a los hombres ni a
los animales, para que Sepáis que Jehovah hace Distinción entre los egipcios y
los israelitas.”
Entonces
Vendrán a Mí todos estos tus servidores, y postrados delante de Mí Dirán: “Sal
Tú, y todo el pueblo que te sigue.” Y después de esto, yo saldré. Salió muy
enojado de la presencia del Faraón.
Y
Jehovah dijo a Moisés: –Faraón no os Escuchará, para que mis maravillas se
multipliquen en la tierra de Egipto.
Moisés
y Aarón hicieron todos estos prodigios delante del Faraón. Pero Jehovah
Endureció el Corazón del Faraón, y éste no Dejó ir de su tierra a los hijos de
Israel.
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