Hostos,
Duarte En definitiva,
no existe sobre
la tierra un
hecho más horrendo que el
propio hombre, ser su propio
sepulturero.
Es insólito,
que un Estado no
haya designado una política seria para la protección de lo poco que queda de nuestros magros
recursos naturales.
Un ejemplo de ello es, la
destrucción abusiva del
rio Yuna, en toda extensión, el
más importante de los poco
que hoy aun llenan
cuantiosas áreas del territorio nordestano, esto dado su influencia
demográfica , geográfica y agrícola.
Las acciones ilegales,
adheridas en las estructuras del ministerio de Medio Ambiente ante la falta
de coraje para enfrentar
el problema, estableciendo las
condiciones para continuar con la destrucción del
afluente.
Una comisión de luchadores contra
la depredación del
Yuna, visito al
ministro Francisco Tadeo Domínguez
Brito con el fin de exponerle
la problemática añosa
La visita
fue decepcionante, dado
el tratamiento inadecuado,
donde las poses estuvieron a la orden del día, al igual
las mentiras de las autoridades. La mayor
falsedad de estos
funcionarios es, señalar que al
encargado regional en la provincia Duarte le
dan apoyo logístico,
cuando es lo contrario,
el organismo en la zona carece de lo más
elemental para el
trabajo: un vehículo.
En tanto,
al comunicarnos con el
señor Bienvenido Guzmán, director
regional, que por sus acciones
ante el problema, goza de nuestra
credibilidad, expresa que está atado
de manos, reiterando que la oficina
provincial no hay más
que sanas intenciones. Aseguro que no
tiene un solo vehículo para verificar y
constatar los ilícitos en materia de la
Ley 64-00 de Medio
Ambiente, esto, mientras el ministro
Domínguez Brito, un olímpico
mentiroso, nos informaba de las
acciones emprendidas contra depredadores del acuífero en la zona nordeste.
Revela, además
el nexo de complicidad de militares
adscrito al organismo, los cuales filtran
informaciones a los
infractores en torno a los
operativos, aduciendo que en
la dirección regional la
dotación de uniformados no es
confiable.
Se está
jugando con el porvenir y
la existencia de un pueblo
asi como de futuras generaciones
donde sus representantes locales y
las cáfilas de
legisladores, ajena a todos los
acuciantes problemas,
empero, se hacen los graciosos cuando los
eventos electorales se
avecinan, estos: José Luis Rodríguez,
Lupe Núñez Rosario,
Amílcar Romero, Olmedo Caba, todos,
un tinglado de
alcahuetes e inoperantes.
Señor ministro Francisco Tadeo Domínguez Brito: con solo
instalar un personal
militar ajeno al actual,
con dos vehículos que
cubran zonas vulnerables como La
Verde, el callejón de Tilo,
se controlaría la hoy
destrucción del rio Yuna,
una desgracia que lleva
dos décadas de
saqueo sin que nadie ponga coto a tal
depredación.
Ahora bien, en una
sociedad curtida por la
corrupción, donde el soborno
es el pan nuestro de
cada día, sin duda, se hace presa
fácil cuando militares sin viáticos
y bajos salarios
salen a dichos
operativos.
Claro está, ante un
estado fallido, el
marco de la corrupción,
que hace metástasis, máxime,
en estamentos tan vulnerables
como los militares, sería
una utopía pedirle pulcritud, cuando en su mayoría, los funcionarios
de primer orden no salen del fango
putrefacto de la corruptela administrativa.
Joris Frank Vassallo
Lic Reynaldo Hernández Rosa
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