Por Freddy P. Galarza
New
York.- A raíz de una publicación en los medios donde abogaba para que la nueva
dirección del CDP, realizara una auditoría y revisara algunos de los
expedientes del listado de miembros, la misma a causado molestias y enojos en
comunicadores de aquí y de allá .
Algunos
han dejados de comunicarse conmigo, otros tratan de ignorarme cuando en algún
momento nos encontramos en actividades de la comunidad y un par han tomados la
decisión de no publicar mi colaboraciones en medios digitales. En contra de mi
voluntad, he tomado la misma postura en que ellos accionan.
En
mi prolongados años de vida nadie me vas a impedir que salga a defender la única
institución que me representa como profesional de una carrera que elegí desde
los primeros años del bachillerato y la cual logré terminal con muchos
sacrificios en la UASD.
Ningún
periodista que se sientas orgulloso de serlo desde la primera ley que aprobó la
creación del CDP, la 148, o la ley 10-91, debe tener temor a que sean revisados
algunos de los expedientes de la membresía para identificar errores y posibles
falsificaciones que se hayan cometidos con algunas anuencias .
A
nadie debe sorprender que dicha práctica se haya realizado en nuestra
institución por cualquier persona de las que hoy gozan del “ privilegio de
llamársele periodista”, en un país donde se premia la inmoralidad y la falta de
ética .
Siempre
se ha comentado en los corrillos periodísticos que algunos de los que aparecen
en la membresía del CDP, específicamente, luego de la aprobación de la ley
10-91, fueron admitidos con el consentimiento de pasados dirigentes,
coincidiendo siempre para las campañas electorales .
Fruto
de esa malsana actividad muchos colegas se quejan de la existencia de posible
seccionales que según los estatutos del CDP, no reúnen el número de miembros
para ser reconocida y declarada oficial por la institución periodística.
Mi
propuestas han sidos sanas y sólo interesado en que el CDP, sea una institución
que se gane respeto en la sociedad, de defensa para nuestro afiliados y
que se acoja a todo lo que indica la
10-91, hasta tanto sea modificada dicha ley .
No
estamos menospreciando a nadie, pero el CDP, debe ser para periodistas
calificados y que bueno que la nueva dirección que encabeza Adriano de la Cruz
y su equipo hayan tomado la decisión de sanear esa institución.
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