Por:
Nélsido Herasme
El auditorio Juan Bosch, de
la Biblioteca Pedro Henríquez Ureña fue el escenario escogido para el
deportista don José Tamariz Cerda poner a circular su obra, “Época de Oro del
Hipismo Dominicano”, en la que destaca los momentos de gloria y satisfacción de
este importante deporte.
Para los expertos y conocedores del hipismo,
construir una obra tan magnífica como la que ha realizado don Tamariz, ha
tenido que sufrir grandes desvelos y costale gran esfuerzo y sacrificio, pero
sobre todo, voluntad y espíritu de investigación.
El buen nombre de este
valioso emprendedor y deportista, prestigia
con brillantes las lides
deportivas.
Tamariz, no solo se destacó
en el hipismo, sino también, en la promoción del boxeo y levantamiento de
pesas.
En la actualidad, don José
Tamariz, es un micro empresario farmacéutico y promotor deportivo de larga
data, quien aún se mantiene de pies despachando en su humilde negocio
localizado en el sector de Villa María.
A Tamariz son muchos quienes
recuerdan su nombre en los finales de los años 60 y principio de los 70, en el
ambiente hípico nacional, en el Hipódromo Perla Antillana, como propietario del
“Establo Tamariz”, por las importaciones de los ejemplares: “Tipo Tanque,
Quilquilcio, Sabotaje, Adverón, Canirama, 19, Cocotero”, entre otros.
Muchos hoy recordamos con
añoranza aquellas carreras de competición entre los ejemplares “Felo Flores” y
“Tipo Tanque”, narrada con algarabía y
entusiasmo por Simón Alfonzo Perbertón.
A propósito de crearse en la
República el Salón de la Fama del Hipismo Dominicano, don José Tamariz también
fue escogido como miembro de su Comité Permanente, selección que llena de
orgullo, regocijo y satisfacción a los de su clase.
Tamariz es un hombre de
bien, honesto, trabajador, excelente ser humano y, sobre todo, humilde y
solidario.
Sus amigos de la infancia
aun lo recuerdan como el médico naturista de
las comunidades de Villa María y Mejoramiento Social, quien para cada
quebranto y padecimiento tenía siempre el medicamento, algunos de sus clientes y pacientes llegan a decir que fueron muchas
las inyecciones que Tamariz les puso en las partes íntimas y blandas de sus
cuerpos.
Felicitamos hoy a este
grandioso y polifacético hombre de iniciativas resaltables, por el aporte que,
a través de su obra, le ha hecho al Hipismo Nacional, deporte de su devoción.
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