POR
ROSANNA BARRERA
La
autora es Comunicadora, Directora de Medios rosannabarrera0207@hotmail.com
Dar un ligero paseo por la
clase política dominicana y más en los últimos años deja mucho que pensar. Para
nadie es un secreto que para una mujer dedicarse y surgir como fenómeno
político en nuestra sociedad y de cualquier otro país en el mundo, atrevernos ha
participar en dicho sistema político hay que padecer sufrir y arriesgarse, pero
no sólo eso; el tema: mujer-política-machismo
es un verdadero desafío por sus raíces culturales que aún permanecen muy
arraigados en República Dominicana. La semana que culmina hemos visto con gran
tristeza más que enojo, no espantados, sino más bien, acostumbrados ya al circo
mediático de la vieja y obsoleta forma de hacer política al estilo selva, la
innecesaria correa del legislador.
Ese hecho de la CORREA DE CAMACHO,
el cual condenamos en todas sus formas “un llamado diputado de la República, en
pleno Congreso Nacional con la
solemnidad que debe allí primar,
es bajada de nivel o categoría
por un diputadito con varios periodos como legislador que al parecer graciosamente
y para sonar, salió al frente con una
correa, lo nunca antes visto en el país.
El señor Noé Camacho por la
provincia Espaillat, comete un acto de “Cobardía” ante una nueva diputada
Faride Raful, mientras esta expresaba su voto disidente al informe de emitir
bonos soberanos para la planta de Punta Catalina, demostrando no estar de
acuerdo.
Constituye una falta grave y
peligrosa a las mujeres de todo el país el hecho cometido por ese "pedazo
de Diputado", debiendo ser amonestado o sancionado por esa Cámara, y una
pena que todas las diputadas sin importar partido no hayan reaccionado ante tal
abuso, nos deja dicho de manera muy clara por que vivimos en una sociedad tan
violenta, en otro país mínimamente debe renunciar a su curul. ¿Dónde está el pronunciamiento del Partido de
la Liberación Dominicana (PLD) ante un bochorno de esa magnitud?
Fueron los pronunciamientos
de una dama en su pleno derecho de igualdad como legisladora de expresar su
sentir. Este diputado haciendo uso y abuso de su poder, pleno desarrollo de esa
Cámara Baja ha sido capaz de dejar escapar ante nuestros ojos en un apto
tristemente pobre, machista y ruin y, sobre todo, en un acto de la más cruel
cobardía de donde pudiésemos analizar de manera profunda los abusos que somos
sometidas las mujeres a la hora de hacer política, que deben llamar la atención
de la familia dominicana.
La mujer es un rayo de luz,
es la más tierna y hermosa melodía de lo más sublime; somos capaces de cambiar
el mundo, surcar los mares, de amar de la manera más apasionada que existe. Una
mujer solo se compara con lo eterno, con lo espiritual, siendo capaces de
abrirnos camino en el terreno del juego, marcando a cada paso la conquista de
la igualdad entre los dos géneros. La mujer es la esperanza viva la llama que
habita en los corazones tristes que reclaman a gritos un cambio en el accionar político
de nuestro país. ¡Las mujeres debemos procurar apoyar a las mujeres!!! Basta ya
de machismo entre las mismas mujeres, el mejor ejemplo de ello son las que hoy
se desempeñan en posiciones de mando sin brindar oportunidades a las demás.
Hacemos un llamado contundente a las dominicanas de que ya es hora de
movilizarse de atreverse de vender los Miedos y echarlos a un lado sin importar
lo que nos cueste para seguir avanzando en procura de ocupar lo que nos toca y
que no queremos asumir esa responsabilidad.
Apuremos el 50 a 50 que es lo justo para equilibrio de la sociedad en
que vivimos.
Cada año son más las mujeres
que mueren asesinadas a manos de sus verdugos y no pasa nada, la sociedad hace
silencio ante la mirada indiferente de los servidores públicos desde el más
bajo al más alto. El luto llega cada día tocando la puerta de una familia
dominicana y nos hacemos de la vista gorda.
¡Mujeres dominicanas todas!!! Tanto silencio hace daño, enferma,
enloquece, nos deprime nos arrebata nuestros mejores sueños de vivir en una
sociedad que mejore cada día para nuestros hijos y hoy por irresponsabilidad
ciudadana la estamos dejando escapar. Ya no perdamos más tiempo, luchemos
juntas abriendo las compuertas para construir nuestros propósitos, vamos
atrevernos abrir nuevos caminos de justicia y paz social, luchemos por una
diversidad de causas rompiendo las barreras con el poder de la unidad de la
mujer dominicana y dejemos a un lado las limitaciones que nosotras mismas hemos
sido capaces de imponernos, ya no más excusas.
Tenemos que definir nuevas
sendas de lucha sin importar los obstáculos por derrotar, construyamos una
historia con cultura de derechos para la mujer de nuestro país, para conquistar
nuevos horizontes con iniciativas atrevidas luchando por una mejor justicia
mejores oportunidades para nosotras. Luchemos por la dignidad la moral y el
respeto entre nosotras mismas, tomando el mando para acabar con esta violencia
que nos azota, fomentemos y luchemos por nuestra propia seguridad y derecho a
la vida.
Debemos luchar por cambios
duraderos, seamos capaces de derribar nuestras propias puertas, esas que nos
impiden seguir adelante en busca de nuestro posicionamiento en la política y en
la vida nacional. Ningún político dominicano ha sido capaz de producir los
cambios necesarios para que seamos insertadas en el lugar correcto, esos
cambios solo habrán de producirse con nuestra unión y nuestras luchas dejando
de ser víctimas y asumiendo el verdadero rol que nos corresponde en la
sociedad, pues el límite no existe solo el cielo, terminemos de romper los
estereotipos y vamos ya tras los objetivos que deseamos y queremos lograr para
una sociedad en equilibrio entre igualdad de condiciones. Seamos capaces de
darnos cuenta que podemos cambiar esta clase política asumiendo los roles que
sean necesarios, valoremos nuestro voto a la hora de elegir lo que nos conviene
puesto que somos más del 50% del electorado dominicano. ¡Despierta dominicana
despierta que ya es hora!!!
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