Los
dominicanos celebraron su orgullo con música, trajes típicos y baile
La sexta avenida se sintió
como una extensión de la República Dominicana este domingo en la trigésima
quinta celebración del Desfile Nacional Dominicano. No sólo había un calor
típico del país tropical, pero la bachata, diablos cojuelos, y banderas le
mostraba a la Gran Manzana el orgullo de los quisqueyanos.
Mientras esperaban las más
de 40 carrozas, extraños se hacían amigos. “El moro está puesto con los
gandules y después de aquí nos vamos para casa”, dijo Alba Rodríguez quien ha
estado asistiendo al desfile desde que su hija cumplió un año. Rodríguez, de 42
años, vino de la República Dominicana para ver el desfile y llegó a las 10 a.m.
para tener buena vista de los participantes.
Entre ellos estaba el
cantante Juan Luis Guerra que fue el Gran Mariscal y la directora global de
contratación diversa en Google, Daisy Auger-Domínguez, quien fue la madrina.
Ella fue una de las casi 20 dominicanas homenajeada este año ya que el desfile
se dedicó a la mujeres dominicanas.
Cerca de 10,000 personas
desfilaron desde la calle 36 hasta la calle 52, representando a 150 grupos
incluyendo organizaciones sin fines de lucro, artistas, músicos, líderes
comunitarios, y marcas como Goya, La Mega, y El Diario.
Oficiales municipales
también se unieron a la celebración incluyendo al alcalde Bill de Blasio, la
presidenta del Concejo Municipal Melissa Mark Viverito, la presidenta del
condado de Manhattan Gale Brewer, el contralor Scott Stringer, la concejal
Julissa Ferreras, el concejal Ydanis Rodríguez, y el cónsul general de la
República Dominicana, el arquitecto Eduardo Selmán.
“El desfile dominicano es
la máxima expresión de la dominicanidad
aquí en la ciudad y en el estado de Nueva York”, describió Adriano
Espaillat, quien se presume que será el primer congresista dominicano de
Estados Unidos. “Aquí destacamos nuestros logros, pagamos nuestros impuestos
pero también regresamos a la cultura de Nueva York con música, literatura, con
el deporte y todos los aportes que da nuestra comunidad diariamente para hacer
la ciudad una mejor”, añadió.
Durante el desfile,
Espaillat endosó al asambleísta de Nueva York Víctor Pichardo y al senador de
Rhode Island Juan Pichardo.
La posibilidad de un
congresista dominicano, es motivo de gran orgullo para los presentes. “Ahora
tenemos un miembro congresional que nació en la República Dominicana y vino
aquí sin documentos. ¡Toma eso Donald Trump!”, dijo Peter Fontanes presidente
de la Coalición de Buenos Vecinos en Nueva York. El puertorriqueño-dominicano
ha estado asistiendo al desfile desde que comenzó en el 1982.
“Los inmigrantes son muy
importantes para este país porque promueven el progreso y avanzan al país. Sin
eso, estaríamos estancados y de ahí es que sale la grandeza de Estados Unidos”,
añadió.
Las temperaturas altas no
paró a los presentes de bailar merengue desde que comenzó el desfile al
mediodía hasta que terminó alrededor de las 3 de la tarde. Para combatir el
calor, los participantes desfilando entregaron toallas, abanicos, y botellas de
agua al público.
Mientras que la música
contemporánea dominó el desfile, el Conjunto Folklórico de la Alianza
Dominicana tuvo a 45 jóvenes bailando las guloyas, un baile típico quisqueyano.
“Los jóvenes somos ahora y
somos el futuro y nuestra cultura es nuestro orgullo”, dijo Eddie Silverio,
director de los servicios de alianza para Caridades Católicas.
La juventud dominicana no
sólo participó en el desfile, pero estuvo presente en la audiencia. “Somos
dominicanos y queremos celebrar nuestra nacionalidad”, dijo Tanaya George
Familia, de 17 años. La residente de Inwood nació en la Ciudad de Nueva York
pero dice que sus padres pasaron su cultura mediante la comida, el idioma, el
baile, y llevándola a la isla. La joven vino al desfile con su novio y dijeron
que hicieron bulla durante todo el evento. eldiariony.com
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