Un estudio de la Universidad de Michigan reflejó que los
hombres adúlteros a menudo son pensadores creativos, potencialmente poco éticos
e inventan justificaciones ingeniosas
Juventud Rebelde/digital@juventudrebelde.cu
PARIS,
junio 8, 2016.— Las mujeres casadas deben estar informadas y permanecer atentas
al llamado síndrome del noveno día si quieren preservar a sus maridos, advirtió
el sexólogo Alexánder Poleev.
Según
un estudio liderado por el catedrático de la Universidad de la Sorbona, el
grupo poblacional más propenso al adulterio son los «adultos varones casados»,
y no importa si disfrutan de una vida feliz o están enamorados de su esposa.
La
investigación psicosocial evidenció que, como promedio, el voto matrimonial de
la fidelidad es violado por el 74 por ciento de los hombres. Y los datos
apuntan a que los sujetos que cometen adulterio suelen ser más creativos,
ingeniosos y arriesgados que las demás personas.
Poleev
advierte sobre la existencia del síndrome del noveno día: no es recomendable
que las mujeres dejen a sus parejas o maridos solos más de ocho días, dijo.
Cuando
no existe contacto físico durante mucho tiempo, los hombres, por lo general, se
desesperan y necesitan comprobar con alguna mujer que su cuerpo funciona de
manera correcta, según indica Poleev, citado por Russia Today.
Para
resolver esa situación normalmente el hombre se pone en contacto con una pareja
íntima con la que ya había salido anteriormente, explica el sexólogo europeo.
Una
característica de la población masculina es siempre luchar por nuevas
victorias.
Estadísticas
demuestran que con el fin de mantener su reputación, un hombre con
tendencia
adúltera necesita una o dos parejas sexuales nuevas al año, afirma el profesor
de la universidad francesa.
De
acuerdo con Alexánder Poleev, cirujanos y cardiólogos que viven en grandes
ciudades están entre los profesionales que buscan y pueden encontrar fácilmente
más oportunidades para aventuras amorosas en el trabajo.
Una
indagación paralela sobre el mismo tema, auspiciada por la Universidad de
Michigan State, Estados Unidos, arrojó que los hombres adúlteros a menudo son
también pensadores creativos, pero potencialmente poco éticos y que inventan
justificaciones ingeniosas para comportamientos deshonestos en sus puestos
laborales.
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