POR
Carlos Nina Gómez.
SAN JUAN, PUERTO RICO.-
Fue un boxeador que, el seis de marzo de 1976, escribió con letras (doradas) una
página singular plasmada en el imaginario libro que marca la maravillosa
historia del boxeo mundial. ¿En qué consiste esa página tan especial?... ¿quién
la escribió? Wilfredo Benítez, entonces un imberbe púgil puertorriqueño (apenas
17 años de edad) sorprendió al mundo al derrotar, por decisión dividida, al
colombiano Antonio -Kid Pambelé- Cervantes un veterano peleador y en ese
momento imbatible.
Las apuestas, en la
víspera del combate que se pactó a 15 rounds y en el peso welter junior (140
libras) y que tuvo como escenario el emblemático coliseo Hiram Birhton, capital
de Puerto Rico, estaban 6-1 a favor del "natural favorito", Kid
Pambelé. Hoy, a 40 años de aquella gran hazaña que volcó a Puerto Rico en gozo
ruidoso durante semanas, el feliz protagonista se observa parapléjico, en
sillas de ruedas, sin poder articular palabras, con una mudez que espanta y que
llena de tristeza a al pueblo boricua que tanto lo vitoreó. Benítez, desde hace
más de una década, Sufre de una seria enfermedad conocida como encefalopatía
traumática que lo ha mantenido en silla de ruedas y sin poder pronunciar una
sola palabra · La encefalopatía traumática, narra su hermana Ivonne Benítez,
quien habló -aunque brevemente.- lo mantiene intranquilo, muy nervioso y sin
poder hablar. · Este reportero, junto al deportista puertorriqueño Eduardo Rey,
gerente de relaciones públicas internacionales del Departamento de Estado de
Puerto Rico, se comunicó por la vía telefónica con Ivonne.
La joven dama en principio
no quería referirse al caso de su hermano "porque cundo me entrevistan
ustedes saben cómo debemos sentirnos. Es algo muy penoso".
Ivonne se encarga de
cuidar a Wilfredo Benítez como si fuera a un hijo: 'Era mi muñeco de jugar
cuando nació...él ahora está, ya ustedes saben, sin conocer a nadie y
completamente enfermo de esta terrible enfermedad". Pidió excusas porque,
justificó, "tengo que arreglar algunas cosas en la oficina donde
trabajo".
Benítez, el boxeador más
joven (a los 17 años) en conquistar una corona mundial en el boxeo profesional
tras su histórico triunfo ante Kid Pambelé, cumplirá 58 años el 12 de
septiembre.
Pero por los graves
problemas de salud que lo abaten, su edad se nota mucho más lo que apena a sus
paisanos boricuas, especialmente a su hermana Ivonne quien es la que lo cuida
las 24 horas.
Rey quien reveló ser gran
amigo de Benítez, a quien vio “acariciar” sus altos éxitos durante su carrera
profesional, dice que las ayudas que recibe del Estado y de algunos sectores
privados, no alcanzan para sus terapias físicas y las medinas que deben
comprar. Se supo, de acuerdo con informes de la prensa de la isla, que Benítez
–cuando disfrutaba de sus victorias y de su bonanza económica- derrochó “mucho
dinero” al tiempo de estar El ex boxeador puertorriqueño Wilfredo Benítez vive
olvidado, en silla de ruedas y gracias rodeado de gente oportunista, y de
lindas mujeres, que se aprovechaban de su fama y de los millones que devengo en
su tiempo de campeón del mundo. Benítez, además de agenciarse el cetro welter
junior en 1976, también se adueñó de los títulos welter y mediano junior (147 y
154 libras, respectivamente).
Una
victoria que nadie olvida en Puerto Rico
Mario Rivera Martinó,
legendario analista e historiador de boxeo, resalta la calidad que durante
muchos años demostró Ben=tez. Pero se refirió a su principal logro: La ganancia
de su faja mundial welter junior cuando tenía 17 años…”fue algo grandioso que
en Puerto Rico nadie olvida y me imagino que en ninguna otra parte del mundo
que guste el boxeo.
Rivera Martinó, quien ahora
reside en Miami y sigue siendo un dirigente histórico de la Organización
Mundial de Boxeo (OMB) con sede en San Juan, lamenta también por al mal momento
por el que atraviesa Benítez.
Lo propio opina David
Colón Lebrón, conocido periodista deportivo que habló también para el portal
z101digital.com, dice que Benítez, sin discusión alguna, debe figurar entre los
tres más grandes boxeadores puertorriqueños de todos los tiempos. Esa trilogía,
asegura, a encabeza Wilfredo Gómez quien al igual que Benítez fue campeón
mundial en tres categorías diferentes.
Dommys Delgado, presidente
de las Comisiones de Boxeo de Puerto Rico, proclama que “todos en la isla
estamos muy apenados por lo que atraviesa nuestro querido Wilfredo Benítez”.
Precisa que Benítez,
gracias a las atenciones de su hermana Ivonne, está bien cuidado y pasa sus
penurias en su hogar, tranquilo y recibiendo el cariño de la familia y del
pueblo puertorriqueño.
De otro lado, desde que
Benítez enfermó, en el 2008, la prensa local comenzó de revelar los problemas
que lo afectaron, además de su enfermedad.
Se publicó que “el dinero
generado por Benítez durante su exitoso carrera profesional desapareció
rápidamente por la mala administración que le dieron él y su padre, que se
gastaron, dólar tras dólar, en compras suntuosas de automóviles, regalos,
mujeres y toda clase de lujos”.
La hermana del campeón
subrayó que Benítez recibe ayuda del municipio de Carolina para medicamentos y
una pensión de la Legislatura y del Departamento de Recreación y Deportes, que,
no obstante, no alcanzan para sus terapias físicas. Benítez terminó su carrera
profesional con privilegiado registro de 53-8, conquistó tres fajas mundiales
(welter junior, welter y mediano junior) y entre sus triunfos figura el que
logró frente a otro sensacional boxeador latino, Roberto Durán a quien venció
en 15 asaltos en pelea por el campeonato mediano junior.
Defendió la corona mediano
junior con éxito en dos ocasiones, ambas ante estelares rivales: el futuro
campeón mundial Carlos Santos y Roberto Durán. Ambos fueron derrotados por
puntos en quince asaltos en Las Vegas, Nevada Pero el tres de diciembre de
1982, también en Las Vegas, Nevada, perdió el cetro de las 154 libras ante
Thomas Hearns. Colón Lebrón recuerda un acontecimiento “muy lamentable” en la
vida atlética de Benítez y fue en 1987 cuando ya comenzaba a deteriorarse y
decidió viajar a la Argentina para celebrar una pelea, pero su dinero y sus
documentos les fueron robados y entonces tuvo que pasar un año en ese país
suramericano antes de poder regresar a Puerto Rico.
La
ayuda que recibe…y su dura enfermedad
Wilfredo Benítez recibe
protección (económica) del estado a través del Congreso y de algunos ejecutivos
del sector privado. A sus casi 58 años, postrado en cama y en una silla de ruedas,
sin emitir sonidos de voz, parapléjico y quizás sin mucha gente valorar sus
grandes éxitos en el boxeo, Benítez , aunque sin poder hablar, lo más probable
es que piense en lo mal administrador que fue cuando le “llovieron” los
millones de dólares. Félix –Tito- Trinidad, un también ex tres veces campeón
mundial puertorriqueño, figura entre quienes van en auxilio de Benítez. Lo
mismo hacía otro recordado campeón mundial boricua, Héctor –Macho- Camacho
quien fue asesinado a tiros hace varios años.
Mucho se ha escrito en los
medios ce comunicación de Benítez. Y siempre la prensa local hace hincapié en
sus triunfos, pero también en las penurias por las que hoy atraviesa quien
sorprendiera al mundo por su trascendente victoria Kid Pambelé registrada hace
ya cuarenta años (seis de marzo de 1976). Y para más gloria, esa histórica
victoria, lograda a los 17 años, se registró en su querido Puerto Rico.
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