Por
Horacio Nolasco
El béisbol ha servido como
medio para estrechar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, llegando a ser
el elemento diplomático de por medio entre ambas naciones.
El deporte rey de los
cubanos y el familiar, posiblemente el más estable de los deportes en Estados
Unidos, ha sido como una especie de telón de fondo para comenzar a unir dos
naciones cuya enemistad se remonta a un lejano 1959, cuando Fidel Castro y la
guerrilla cubana se convirtieron en el clavo en el zapato para la diplomacia
norteamericana.
La fuga en plena Serie del
Caribe de los Hermanos Gourriel no será posiblemente la última deserción de
peloteros cubanos, ni tampoco significa que ya no habrá más firmas de peloteros
cubanos desertores, pues el presidente del sindicato de Jugadores de MLB, Tony
Clark ha dicho que sería en unos diez años cuando la apertura y negociaciones sean similares a los demás
países latinoamericanos.
Ver a Raul Castro y a Barack
Obama sentados juntos, haciendo olas como los más humildes de los parroquianos
y observar a un Barack Obama siendo ovacionado de pie por unos 55 mil fanáticos
son cosas que pocos pensábamos que
pasarían hace apenas un par de años.
La firma de jugadores que
escapan de Cuba es el último reducto de la era de la guerra fría. Todavía a los
desertores cubanos se les recibe en MLB como si fueran la panacea salvadora,
como héroes, otorgándoles montones de dinero a peloteros con las edades
alteradas, incluso se ha demostrado que salvo casos excepcionales los
jugadores cubanos han sido un fiasco.
Mucha gente entiende que
una posible apertura de mercado, como la de China, facilitará las cosas para
firmas de jugadores jóvenes como ocurre en los demás países del área del
Caribe, sin embargo armar una estructura de esa magnitud lleva su tiempo, y más
que los cubanos no son los líderes del talento beisbolístico como lo fueron
antes de la revolución de 1959.
Definitivamente que lo
sucedido entre los presidentes de dos naciones vecinas, pero enemigas, ha sido
una muestra de gran acercamiento y el
béisbol ha estado presente como punto de referencia, de entendimiento y de una
eventual apertura entre ambas naciones.
Los
jugadores
Por
Horacio Nolasco
Los padres de muchos jugadores ven como el
gran sueño que sus hijos alcancen las Grandes Ligas, sin embargo permanecer en
las Ligas Menores los convierte en los peones del negocio del béisbol.
Todos vemos esos
fabulosos contratos de Giancarlo
Stanton, Miguel Cabrera, Albert Pujols o Robinson Canó, mas es un grupo muy
reducido de peloteros que se sacan la loto al firmar contratos tan jugosos.
Los jugadores pasan todo
tipo de precariedades en las Menores. Mientras en Liga Grande están entrenando
en climas soleados en Arizona y Florida, los de Ligas Menores tienen que
entrenar y jugar en lugares con
temperaturas extremadamente frías.
Muchas veces los jugadores
latinos arrancan lentos, pues el frío les impide agarrar el bate de manera normal. Mendy López Jr. me contó que en sus años de inicio había
días tan gélidos que en una ocasión batearon un rodado por sus predios y al intentar tirar a la
inicial envió la bola hacía las gradas y estuvo al tris de matar a un fanático,
pues el frío era tal que no sentía la
pelota en sus manos.
Mientras en liga grande se
viaja en primera clase, se hospedan en lujosos hoteles y rige la etiqueta, los
que están en bajo nivel tienen que hacer viajes
en autobuses de hasta 15 horas, sin ningún privilegio, pagar con lo poco
que ganan hospedaje y comida y si están de Clase A hacia abajo normalmente
son recibidos en casas de personas que son fanáticos de los equipos y
residentes en las ciudades o poblados sedes de los equipos.
Cuando se ha jugado
Grandes Ligas o se está protegido en un equipo de Liga Grande, de acuerdo al
estatus del jugador se perciben unos salarios bastante decentes. Desde el
primer año de protegido en roster de 40 se alcanzan los 45 mil dolares por
temporada. Los veteranos y con experiencia de Liga Grande pueden conseguir
salarios anuales entre 120 y 150 mil
dolares.
Hasta ahí el negocio no se
ve tan mal, sin embargo desde la Summer League hasta la Clase A los sueldos
mensuales van desde unos 700 dolares hasta unos 1, 110 dolares al mes. Por eso
es que tienen que juntarse varios peloteros para rentar un apartamento, comprar
comida y hasta un vehículo común para moverse en las ciudades donde juegan
béisbol. Los jugadores de las Menores no
tienen liquidación ni pensión y muchos viven de la limosna cuando sus carreras
llegan a su fin. Alrededor de un 2 % de los dominicanos firmados alcanzan las
Grandes Ligas y una pensión para la vejez.
Un roster de Grandes Ligas
está compuesto por 25 hombres, ampliado a 40 en septiembre y durante el periodo
de temporada muerta. Desde la Rookie, Clase A Corta, Clase A Media, Clase
Avanzada, Doble A y Triple A estamos hablando
de cerca de 200 jugadores por equipos (sin los de Liga de Verano), de
los cuales unos 15, más los veteranos de Grandes Ligas con contratos de Liga
Menor, disfrutan de un salario decente.
En nuestra liga los
jugadores que no han estado protegidos, pero que tienen un puesto ganado en los
equipos de la LIDOM, pueden percibir
hasta cinco mil dolares mensuales, mas
algunas veces son vetados de jugar por los equipos de las Mayores,
impidiéndoles ganarse un buen dinero, recordando que generalmente ellos son el sustento de sus
familias.
Se ve precioso el béisbol
de las Mayores, no obstante los jugadores de las Ligas Menores son los peones
del negocio. Ligas Menores, los peones del béisbol.
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