MUCHOS
PERIODISTAS LO DESPIDEN CON AMOR Y GRAN TRISTEZA
Lamento.
Familiares y amigos del fenecido periodista Radhamés Gómez Pepín, mientras
expresaban su lamento por el deceso del director de El Nacional, quien exhaló
el último hálito a los 87 años de edad ayer a las 7:00 de la mañana.
Néstor
Medrano/Listin Diario
Santo Domingo.- La noche
en la Funeraria Blandino fue de periodistas. Muchos comunicadores se
aglutinaron en torno al féretro del legendario director del vespertino El
Nacional, Radhamés Gómez Pepín, quien falleció ayer a las siete de la mañana.
Su esposa, Cornelia
Margarita, sus hijos y los familiares cuyas mejillas eran surcadas por lágrimas
arrasantes de dolor vivo, recibieron el calor, el abrazo fraterno en la capilla
C.
El emblemático director
del vespertino fue definido anoche como un periodista que nunca asumió poses y
que sabía sentarse de tú a tú en la redacción del periódico, sin distancias
jerárquicas, con la misma sencillez en que se mostraba de mangas cortas.
El último hálito de su
vida física lo exhaló a los 87 años de edad. Estará en la Funeraria Blandino
hasta mañana miércoles, cuando se espera que bajo la luz de las 11:00 de la
mañana sea expuesto en el edificio que aloja los periódicos El Nacional, El Día
y el Hoy, en la avenida San Martín.
En la tarde será despedido
para siempre en el Cementerio de la 30 de Marzo de la ciudad que lo vio nacer:
Santiago de los Caballeros.
Anoche hubo llanto. Un
llanto sentido y natural que se esparció en el entorno, donde yacía ya sin vida
el hombre que tanta vida transmitió a las nuevas generaciones de periodistas.
También acudieron a la
funeraria funcionarios públicos, empresarios, académicos, intelectuales,
políticos y directores de medios de comunicación.
Sobre Gómez Pepín, el
director del LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, dijo que se trataba de una muerte
de mucho significado para el país y para la clase periodística nacional.
“En el caso de la clase
periodística dominicana estamos perdiendo a uno de los más representativos.
A un ejemplo de lucha
valeroso. Hemos perdido a un periodista brioso, que siempre ejerció con mucha
responsabilidad, con mucha honradez y sobre todo con mucha responsabilidad, y
transmitió a la sociedad, por tanto esas virtudes, esas cualidades”, dijo.
Miguel Franjul dijo además
que Radhamés Gómez Pepín era un humanista, siempre pendiente de las necesidades
humanas.
Mientras, el catedrático,
novelista y periodista Rafael Peralta Romero, afirmó que se trató de un
periodista ciento por ciento periodista, a lo que se suma que a esas cualidades
inherentes a su oficio, fue hijo y padre de periodista.
“Radhamés Gómez Pepín fue
periodista de periódico y de radio, reportero toda su vida.
Siendo director de medio,
quiso salir a la calle, y salía a hacer reporterismo. Se interesó siempre en la
búsqueda de la noticia y siempre se vanagloriaba de la brevedad de su
escritura”, añadió.
A seguidas evocó algunas
consideraciones para apuntalar que hacía gala de la simplicidad de su estilo
cuando escribía artículos.
“Su columna Pulsaciones
revela sus pensamientos, sus preocupaciones sociales y políticas, y en sentido
general hay que decir que fue netamente un periodista”, recalcó.
Para Pedro Castro,
reportero de El Nacional, quien trabajó durante 19 años del lado del hoy
fenecido, dijo que don Radhamés fue un gran maestro para varias generaciones de
periodistas.
“Fue una persona que
independientemente de haber sido el jefe, superior inmediato, era un amigo.
Amigo de los amigos.
Orientaba en lo que
respecta al quehacer noticioso y al quehacer de la vida”, apostilló.
De él hizo acopio de la
memoria para hablar de la jocosidad para compartir con sus compañeros
periodistas.
“Y todos los días se
sentaban al lado de uno, frente a la pantalla de la computadora para conversar de
tú a tú”, agregó.
Dijo que “don Radhamés
creía en el periodista y siempre sostenía que si un periodista le decía que el
sol salía en el Norte, así lo titulaba”, explicó. Radhamés Gómez Pepín, creía
en el ejercicio de sus compañeros.
“Don Radhamés fue un
ejemplo en el ejercicio periodístico, porque así lo demostró en toda su
trayectoria”, agregó.
Danilo
lamenta muerte
El presidente Danilo
Medina lamentó el fallecimiento del veterano periodista Gómez Pepín, a quien
definió de emblemático director de El Nacional, un talentoso comunicador, de
fino olfato para profundizar en las entrañas de la noticia.
En una carta dirigida a
Cornelia Margarita Torres, esposa del maestro de generaciones fallecido la
mañana de ayer, Medina afirmó, en nombre del Gobierno y en el suyo, que la
recia personalidad del hoy fenecido y su agudo olfato para profundizar en las
entrañas de las noticias, hicieron de él un eterno reportero hasta los últimos
días de su vida profesional.
“Escribió por muchos años
la columna Pulsaciones, recopilada hace poco en un libro, la cual constituyó
siempre lectura obligada en todos los medios en que la publicó”, dijo. De igual
manera, Danilo Medina hizo extensiva su solidaridad a los hijos de Gómez Pepín,
Radhamés Virgilio (Chiqui) y Ramón Euclides.
El
país despide a un ardiente defensor del periodismo
Néstor
Medrano
Radhamés Gómez Pepín,
fallecido ayer, se distinguió por levantar su voz desde su trinchera de
periodista para defender posiciones firmes sobre temas de actualidad y sus
opiniones impactantes a través de su columna Pulsaciones en el vespertino que
dirigio por 27 años. Maestro de generaciones, siempre inspiró a las nuevas
generaciones a ejercer un periodismo vertical y sin dobleces.
Santo Domingo La tristeza
embarga al mundo periodístico dominicano, con el fallecimiento de uno de los
más emblemáticos y agudos periodistas del país, el veterano director del
periódico El Nacional, don Radhamés Gómez Pepín.
Sensible, agudo,
reflexivo, inquisitivo y sagaz, Radhamés Gómez Pepín fue considerado uno de los
hombres de medios de mayor relevancia en las últimas décadas, con un dilatado
ejercicio periodístico durante el cual descolló como uno de los defensores más
intransigentes de la libertad de expresión y, por efecto, de las libertades
públicas.
Gómez Pepín llenó una hoja
de vida ejerciendo un periodismo en el que la veracidad y la objetividad
coronaron su trayectoria desde sus inicios hasta que empezó a trabajar en El
Nacional, el 11 de septiembre de 1966, cuando se fundara el prestigioso rotativo
hasta convertirse en su director en el año 1988. También laboró en El Caribe,
El Sol y el Listín Diario.
Su vida meritoria le valió
importantes reconocimientos, incluyendo hace unos años el Premio Nacional de
Periodismo.
Según sus propias palabras
en diversas entrevistas, inició el pedregoso camino del periodismo el 14 de
diciembre de 1927, muy joven, de lo cual expresó constantemente que nunca pensó
en hacer otra cosa. Uno de sus anecdotarios más socorrido es el que tiene que
ver cuando inició como periodista en El Caribe, sobre todo esa experiencia
vital que extrajo de los recorridos que hacía los fines de semana el dictador
Rafael Leónidas Trujillo.
En una entrevista que
concedió al periódico El Caribe, en septiembre del 2013, expuso lo siguiente sobre
su inserción al periodismo: “Yo llegué a la edad de 15 ó 16 años, y me dije:
“pero ven acá, y qué yo voy a hacer”, y mi papá también me preguntó, que qué yo
iba a hacer en la vida, y le dije: “pero lléveme a La Información”. Como él
estaba allá, me metieron a trabajar y me gustó la vaina. Comencé a estudiar,
compraba libros de texto y los leía. Recuerdo un libro en especial que se
llamaba “Manual del Periodista”, un excelente libro. Me formé solo, claro,
trabajé con Rafael Herrera y Germán Emilio Ornes, que eran periodistas de
verdad, sabían lo suyo, sabían lo bueno y lo malo del periodismo. La práctica
me enseñó mucho. Yo nunca he ido a una escuela de periodismo, ni sé dónde
quedan ni me interesa. Ya tengo más de 50 años en este oficio”.
Su voz de periodista con
posiciones firmes durante décadas y sus opiniones impactantes a través de la
columna Pulsaciones, constituyó una trinchera de análisis punzantes y, en
ocasiones, muy severos y críticos sobre los temas de una actualidad acuciante.
Para culminar parte esencial de esas vivencias inexpugnables, en abril del 2014
publicó el libro Pulsaciones: periodismo de opinión (1950-2013), una
recopilación que calibra el acontecer social por más de seis décadas. Sus
opiniones, a la vez que forjaron todo un trayecto crítico sobre los
comportamientos de gobiernos, partidos políticos y grupos empresariales, y que
tocaron el filo de los procesos que en ocasiones han hecho tambalear la
democracia dominicana, fueron ácidas y poco complacientes hasta los últimos
años de su vida.
Así lo dejó expresado en
una entrevista que le hicieron en la sección ¡Vivir!, del matutino Hoy, en la
cual se despachaba diciendo que “Veo en el periodismo un macuteo sin control”.
Alguna vez dijo también
que si bien fue un hombre exitoso en el periodismo, su mayor éxito en la vida
lo tuvo como padre.
“Yo tuve siete muchachos
con cuatro matrimonios. Te digo que me siento exitoso porque son siete
muchachos profesionales, hombres y mujeres. Ahí no hay drogas, hay disciplina y
hay unidad entre ellos. Con sus madres conservo muy buenas relaciones”, dijo en
otra entrevista del 5 de septiembre al diario El Caribe.
Además de todos estos
aspectos anecdóticos, de buenas relaciones familiares, de su experiencia
inicial al lado de hombres como Rafael Herrera y Germán Emilio Ornes,
paradigmas del periodismo nacional, hay que saber que el extinto director del
periódico Hoy, don Mario Álvarez Dugan, lo definió como un ardiente defensor de
la verdad.
Dijo de él, en una
intervención en la Esquina Joven, que Gómez Pepín era un hombre que no bajaba
la guardia, apasionado y emotivo, pero un gran defensor de la verdad.
Tuvo entre sus haberes
profesionales la referencia de que fue el primer periodista que llegó a Palma
Sola, según un reporte del periodista Francisco Ortega en el periódico Hoy, del
11 de octubre de 1997, junto al entonces reportero gráfico Rafael Bidó Medina,
precisamente cuando se produjo la masacre de los campesinos que seguían a
Liborio.
También
era cáustico al referir que nunca dio coba a nadie.
Entre los acontecimientos
de más marcada huella refirió en esa publicación, los sucesos en los que
resultó muerta Sagrario Díaz en la Universidad Autónoma de Santo Domingo,
compartió los riesgos en medio de la balacera. También los hechos en los que
fueron muertos Los Palmeros, en una cueva del kilómetro 12 de la autopista Las
Américas.
Fue acusado de traficante
de armas en el 1968 y fue ingresado a la Cárcel de La Victoria.
De sus vivencias como
maestro del periodismo, Radhamés Gómez Pepín siempre enarboló el postulado de
que la autocensura en el periodista coarta la libertad de prensa en República
Dominicana.
Decía que esta libertad de
prensa era de doble vía, una de los periodistas hacia los dueños de medios de
comunicación y la que le reclaman los dueños de medios de comunicación al
Estado.
DESPEDIDA
El veterano periodista
nació en Santiago de los Caballeros el 14 de septiembre de 1927. Falleció a las
7:30 de la mañana de ayer a los 88 años de edad, en el Centro de Diagnóstico
Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat). Su médico, el doctor José Rafael
Yunén, indicó que por disposición del paciente y de su familia, no se le
asistió con respiración artificial. Su velatorio se lleva a cabo en la
Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln. Sus restos serán sepultados
en su provincia natal, previo serán llevados al periódico El Nacional. Le sobreviven su esposa Cornelia
Margarita Torres, y sus hijos Radhamés, Ramón, César, Patricia, Laura, Orlando
y Adriana.
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