Por Humberto Salazar
El encabezado de esta columna es el título de un libro de
Giancarlo Livraghi, quien analiza de forma amena y clara la relación de la
estupidez que caracteriza muchas de las actuaciones de los seres humanos y el
poder.
El termino estupidez viene del latin ¨stupidus¨ que podría
traducirse como aturdido , tonto y se refiere a algo dicho o hecho por un
estupido. Estupido por su parte se refiere a alguien falto de inteligencia,
torpe o necio.
Entonces una estupidez es algo hecho por un estupido que
es una tontería ya que no se puede sostener por la lógica o la racionalidad.
La denominada Ley de Murphy sostiene en forma empírica,
que ¨si algo puede salir mal, saldrá mal¨ y en el libro citado Livraghi
sostiene sobre este tema lo siguiente: ¨La diferencia principal entre algo que
puede salir mal y algo que de ningún modo puede salir mal es que, cuando sale
mal algo que de ningún modo podía salir mal, lo mas común es que resulte
imposible de resolver o remediar¨
Hoy se cumplen exactamente 30 días de algo que nunca se
calculó que podría salir mal, un plan diseñado en forma concienzuda en tres
fases de las cuáles se han desarrollado dos y la solución a que salió mal lo
que de siempre se aseguró que saldría bien es que ahora el remedio podría
resultar peor que la enfermedad.
Vamos a explicar esta juego de palabras; con el diseño de
Polis-Propaganda y posiblemente con el financiamiento de las cuentas de
publicidad del actual gobierno, se puso en ejecución desde el 2012, un plan
para destruir moral y politicamente a Leonel Fernández, y para eso se
realizaron, hasta la fecha, 28 campañas de descrédito para las que se usaron
organizaciones fantasmas de la sociedad civil y voceros sostenidos por una
fuerte inversión económica en varios medios de comunicación.
Al tiempo que esto se realizaba, en un momento determinado
una serie de funcionarios comenzaron a batir en la opinión pública la idea de
una modificación constitucional para abrir las puertas a la repostulación del
Presidente Danilo Medina, lo que se hacia aparentemente sin su consentimiento
era parte de un ¨clamor nacional¨, así surge un movimiento ¿espontáneo? desde
el Ministerio de Obras Públicas denominado ¨El Pueblo Manda¨ al que solo le
faltó la consigna balaguerista de ¨Danilo Necesidad Nacional¨.
Este plan tuvo su clímax en la búsqueda y traída al país
de un narcotraficante convicto y confeso desde los Estados Unidos, el cual fue
usado profusamente por las redes de comunicación de personas ligadas al
gobierno de modo que causara tal conmoción en la opinión pública que llevara al
PLD y al presidente de ese partido a ´rogarle¨a Danilo que por favor se
presentara de nuevo como candidato.
Solo que lo que se suponía no podia fallar, pues fracasó,
y se cumplió la Ley de Murphy: Si algo puede salir mal, saldrá mal¨ y esto
comienza a salir mal desde la llegada y el uso de Quirino, pasando por lo que
ocurrió en el Metro Country Club el 19 de abril en la reunión del Comité
Político del PLD:
Todo lo que se planificó salió mal y de que salió mal,
ahora el problema se enfrenta de forma tan estúpida, que merecería un capitulo
aparte en el Poder de la Estupidez, y es simplemente porque ya no tiene remedio
ni salida.
Ahora para terminar de irse al abismo, tenemos información
de que los desesperados agentes de la reelección, han planificado lanzar una
ofensiva de acusaciones para embarrar a todo el que encuentren a su paso y así
intentar disminuir la resistencia entre los que se oponen a la reforma de la
Constitución.
La lista de 20 dirigentes del PLD que ha sido entregada a
un organismo de inteligencia del gobierno, a los fines de investigar las vidas
privadas, las costumbres, las salidas, los bienes, las cuentas bancarias, las
llamadas telefónicas y cualquier cosa que pueda ser de utilidad para ser
entregadas a los llamados programas de investigación de la televisión
dominicana y así desacreditarlos, es la siguiente:
Franklin Almeyda, Rafael Núñez, Domingo Jímenez, Nicolás
Calderón, Enrique Martínez, Felipe Payano, Freddy Pérez, Domingo Tavárez,
Ignacio Ditrén, Kirsys Fernández, Francisco Méndez, Elena Fernández, César
Fernández, Luis Manuel Bonetti, Andrés Marranzini, Annia Valdéz, Omar Liriano,
Dionis Sánchez y José Rafael Vargas.
En el capítulo 10 de su libro que titula ¨La Estupidez del
Poder¨, Livraghi dice lo siguiente: ¨La estupidez de cada ser humano tomada de
forma independiente constituye en si misma un problema suficientemente grande,
con todo tipo de consecuencias que no siempre es posible identificar. Pero el
panorama varía cuando tomamos en cuenta la estupidez de las personas que tienen
¨poder¨, esto es, el control sobre el destino de otros gentes¨.
¨Otro elemento que también empeora las cosas es la
megalomanía. El poder es una droga adictiva. Los que ostentan la autoridad
terminan creyendo a menudo que son mejores, mas listos y mas sabios que las
personas normales porque ellos tienen el poder. Ademas están rodeados de
aduladores, seguidores y aprovechados que alimentan sus falsas ilusiones.¨
El sindrome del poder no es una enfermedad que afecta solo
a los poderosos, sino también a sus seguidores y a la mayoría de personas a
quienes conocen o tratan, o a los que intentan introducirse en su entorno. Es
un hecho conocido….que la gente que está al servicio de los poderosos (o que
desea estar ahí) medra y prospera en una relación de estúpida simbiosis con el
poderoso, que tiende a complicar la estupidez del poder¨.
Todas estas disquisiciones teóricas son para advertir que,
si desde el Palacio Nacional por la desesperación que les embarga ejecutan un
plan tan estupido como este, es posible que lo que ocurra será una muestra de
que la estupidez de algunos ha llegado tan lejos que ya no tienen ningún
remedio.
Esperemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario