DORALUZ VARGAS
ESPECIAL/EL NUEVO
HERALD
Interpretar a Gonzalo Rodríguez Gacha, un narcotraficante
calculador, asesino sanguinario y benefactor en su pueblo natal, fue un reto
para Juan Sebastián Calero, conocido por representar malos, remalos y recontramalos.
“Con los personajes oscuros exploro las condiciones que llevaron a estos
hombres al crimen”, dice el actor cuyo historial de villanos comienza con el
corrupto fiscal Grisales, en El Capo; Alex Restrepo, el hampón, de Amor
sincero; La Gring’, el sicario de Los Mellizos, en Comando élite… y ahora
Gonzalo Rodríguez Gacha en Alias el Mexicano. A pesar de que físicamente no se
parece al narcotraficante, porque es rubio ojiazul, pero se transforma en
moreno sin problemas. “Este proyecto está basado en una investigación del
periodista Gerardo Reyes, junto con el libretista Mauricio Navas, y el guión es
excelente. Sin embargo, realicé algunas investigaciones para enriquecer el
personaje. Así me enteré de que le gustaba adornar sus armas, sentía idolatría
por su caballo Túpac-Amaru… y el amor que le tenía al hijo que tuvo con una
prostituta, aunque al principio lo rechazó”, dice Calero, quien estudió cine en
Cuba y ama la profesión que aprendió de sus padres, los actores colombianos
Gerardo Calero y Vicky Hernández, actriz premiada por su interpretación de la
madre alcahueta de Pablo Escobar. •
Aunque no es tan espectacular como El Clon o India, la
novela Avenida Brasil , ha tenido un éxito apoteósico, pues con su típica
historia de amor, odio y venganza, atrapó al público femenino, y con un
ingrediente adicional ¡el fútbol! cautivó a los caballeros. Eso generó una
audiencia de 40 millones de personas en su país de origen, $1,000 millones
recaudados en publicidad y un final que convocó a 80 millones de televidentes.
El país estaba paralizado, esperando ver cómo terminaba la historia de Rita,
Jorgito-Patata y Carmiña. Avizorando una gran demanda de electricidad,
activaron planes de contingencia para que no colapsaran las redes durante el
final de esta superproducción de Globo, la mayor fábrica de telenovelas de
Latinoamérica. Avenida Brasil se grabó en Projac, la miniciudad telenovelera
más grande construida en el mundo, donde se filman cuatro culebrones
simultáneamente en 12 estudios. Allí se encuentra un micro Río de Janeiro,
ciudades del siglo XVIII, pueblos de los años 1940, y pueden inundar una ciudad
entera en minutos. Ahí construyeron el enorme basurero, donde los niños Rita y
Patata son abandonados por Carmiña. Pero el éxito no sólo fue en Brasil, la telenovela
–traducida a 14 idiomas– ha tenido excelentes rátings en los 106 países que se
vendió. •
Tras su breve retiro a causa de su tercer embarazo,
Daniela Castro regresó a la televisión como antagonista del melodrama Lo que la
vida me robó, en la que la actriz de 44 años encarna a Graciela de Mendoza, la
ambiciosa madre de Montserrat ( Angelique Boyer) y la tremebunda suegra de
Alejandro ( Sebastián Rulli). “No le temo a las caracterizaciones. No me
importa verme mal, fea, deforme, lo que sí me interesa es dar la mejor
actuación”, dice Daniela, quien realiza un personaje excelente. Por un lado,
Graciela es una encopetada madre de familia “rezandera” y “persignada”, y por
el otro, es estirada, arrogante, colifruncida, capaz de vender a su hija,
ponerle tarros al marido… y hacer todo tipo de chanchullos. •
Al finalizar las filmaciones de Santa diabla, los
protagonistas, tomaron un merecido descanso, pues las grabaciones fueron
extenuantes. A Carlos Ponce lo vimos divirtiéndose en las playas de Miami, con
Ximena Duque y sus hijos. Aarón Díaz viajó a Argentina, donde dio la noticia de
que Lola estaba esperando bebé. Y Gaby Espino comentó que por ahora su único
proyecto es disfrutar de sus hijos Oriana y Nickolas. “Me entregué en cuerpo y
alma a la novela. Fue bien fuerte. Eran entre 12 y 16 horas de trabajo diario”,
declaró Gaby, quien firmó contrato para grabar tres proyectos más con
Telemundo. También comentó que siguen los planes de mudarse a Los Angeles con
Jeancarlos Canela. “Regresaré a Miami cuando tenga que grabar. Estaremos yendo
y viniendo”, dijo la protagonista de Santa diabla, una novela que contó con
excelentes actores, aunque algunos televidentes comentan que la trama se
convirtió en un arroz con mago complicado de digerir. •
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