Orlando Gil/Listin Diario
LLEGO LA HORA.- Ahora
si que no hay dudas de que empezó el campeonato del 2016. Habrá que ver qué
dice la gerontocracia peledeísta, que se la daba de sabichosa, ahora que sí
parió la abuela. Leonel Fernández se proclamó a sí mismo. Dijo en Puerto Plata
que el León está en la calle ”, que es su conocido grito de guerra, y
ante una claque que lo avivaba como en los mejores momentos de sus pasadas
campañas electorales. Esto es, anduvo en ropa de faena, y ahora no hay manera
de censurar las candidaturas presidenciales en el PLD, que los simuladores
calificaban de extemporáneas. El juego hay que entenderlo, y sobre todo
recordar que ya no hay indios y que la política no es una chupeta para
entretener muchachos, sino un ejercicio serio de poder. Por ejemplo, hay
peledeístas que están en el gobierno que reniegan de las aspiraciones de sus
compañeros como una forma de preservar sus posiciones. Dicen que no están con
nadie, que solo son peledeístas, pero cuando no están en el templo, andan
fastidiando por los infiernos, pues la verdad es que están con Dios y con el
Diablo...
NOVIO Y NOVIA.- Ahora que Leonel Fernández
se lanzó tras un cuarto período de gobierno, recuerdo lo que me dijo un
peledeísta de la vieja escuela, en el tiempo en que se hablaba de sus
posibilidades de dirigir un organismo internacional: “Orlando, no te pierdas,
no caigas en ese engaño, él no está interesado en OMC, ni ONU, ni OEA. A él lo
que le gusta es ser presidente...”. Ni más ni menos. Quiso forzar la situación
antes de tiempo, como si se tratara de bateo y corrido, y la calle lo obligó a
recogerse en Funglode. Pero como perro huevero..., volvió a lo suyo, que es la
política, la candidatura, la campaña y la presidencia. Y su actual agenda es
como un guión: un reconocimiento, con su consabida charla magistral, comparecer
a un programa de televisión y ahora de romería con sus leales. No debe
sorprender que empezara por Puerto Plata, La Novia del Atlántico, pues su caso
es de un novio que busca de nuevo casamiento. ¿A dónde, pues, el VIII Congreso
Comandante Norge Botello?...
UN DESAFÍO.- La excusa era el Congreso, y
la excusa va a seguir siendo el Congreso, pues no solo importa la preeminencia
del PLD como partido político, sino la fortaleza del liderazgo de su
presidente. Una candidatura, la que sea, es un desafío a ese poder
pretendidamente omnímodo, y en la medida que se manifiesten aspiraciones, se
fragmentará ese liderazgo y se hará más difícil el control desde dentro.
Lo dije: el problema no es la fábrica de presidentes, sino que alguien se
haga dueño y solo certifique su marca. Que es el caso de Leonel Fernández, que
no se concibe como árbitro, y tampoco reconoce condición de principal a ninguno
de sus compañeros. Aun a los más fieles y entregados. En su mundo solo hay un
rey y muchos peones, y en su ajedrez no hay posibilidad de jaque mate, puesto
que todos son súbditos. Que hay aspirantes que antes de lanzarse lo consultan,
y que los alienta. Bien por él, mal si lo creen. Nunca mejor teatro que cuando
un político expresa nobleza...
PLEBISCITO.- Intriga saber ahora en qué parará
la cosa, pues se hace impensable que Leonel Fernández pueda recogerse de nuevo,
mucho más que tiene que velar por su causa, pero igual por la de los suyos. Si
se chequea a sus acompañantes, se verá que son senadores. Esto es, gente que
quiere repetir en el cargo. Ellos y él se dan las manos en un propósito común.
El poder no puede ser poder verdadero a menos que se sustente en poderes
subalternos. Y no puede olvidarse la demostración de un grupo de senadores que
juró lealtad eterna cuando se suponía la soledad del poder y todavía no
se levantaba la palabra en su contra, ni nadie osaba tirar la primera piedra. De
manera que en su lanzamiento no hay nada nuevo. Todo no es más que un periódico
de ayer, aunque se hace evidente que Fernández está probando los motores. Lo
suyo de estos días es una especie de plebiscito, de “observar” el sentir de las
masas del PLD, pues si el partido siente por él, de igual forma el pueblo en
general...
No hay comentarios:
Publicar un comentario