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Identifican auto con cadáver como el de guardia desaparecido

sábado, 3 de agosto de 2013

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com
Vecinos hallaron el vehículo cuando le dió un fuerte olor y les dió por mirar por el barranco
Por Maribel Hernández Pérez/El Nuevo Día
Con un trágico desenlace culminó la búsqueda de un guardia de seguridad de la compañía Falcon Security Corp., desaparecido desde el jueves, tras localizarse su vehículo, con un cadáver en estado de descomposición en el baúl, el cual fue lanzado por un risco en el barrio Cacao de Carolina.

El hallazgo del auto Mitsubishi Diamante, color perlado, que pertenece a Alberto Eustaquio Drullard, de 39 años, se produjo a eso de las 10:20 a.m. del sábado, cuando dos vecinos del tranquilo y apartado sector rural encontraron el vehículo a unos 80 pies de profundidad cerca de la carretera PR-858, al pie de una quebrada, y notificaron de inmediato a las autoridades.
José H. Gutiérrez de Jesús y su vecina Ramona Figueroa, se manifestaron consternados con el hallazgo ya que no pensaron jamás que delincuentes utilizaran su sector para lanzar un cuerpo en estado de descomposición. De hecho, la carretera termina en una calle sin salida donde hay un portón que da acceso a una hacienda.
“En la mañana normalmente yo camino haciendo ejercicios, venía por ahí caminando, yo solamente vi el carro, lo vi abajo y llamé al 9-1-1 para informar. Es bien lamentable, aquí se vive en un campito bien tranquilo, pero así estamos viviendo”, dijo entristecido Gutiérrez.
Su vecina intervino para indicar que pudo percibir un fuerte hedor que la hizo voltear y observar el auto. “Se sentía la peste y me dio con mirar y vimos el carro, yo duermo aquí cerquita y no oí nada, porque yo me acuesto siempre como a las 11:15 de la noche y no escuché nada”, observó al preguntarle si escucharon el vehículo mientras se precipitaba por el barranco.
Uno de los primeros en llegar a la escena fue el gerente de la compañía de seguridad, Miguel Hernández, quien de inmediato pudo identificar el vehículo del que fue durante los pasados diez años empleado de su compañía.
“Nosotros trabajamos en seguridad y pensamos que nunca íbamos a ver esto. Estábamos buscándolo, tenemos sesenta y pico de horas buscándolo sin parar. Sí es el carro de él, pero no podemos decir 100 por ciento que sea él”, expresó lloroso Hernández sobre la identidad del cadáver.
Hernández explicó que el jueves, durante la segunda ronda de vigilancia, a eso de la 1:00 a.m. su empleado no estaba en su puesto de trabajo en la compañía Master Concrete, localizada en Carolina. En la escena se observaba desorden que pudiera sugerir algún forcejeo y faltaban unos motores que se suponía que Drullard custodiara.
“Puede ser un robo o un asalto a mano armada, faltaban unos motores de construcción de la concretera Master Concrete”, declaró Hernández, al indicar que no descarta que su empleado le hiciera frente a los asaltantes.
“Era un señor muy trabajador, llevaba diez años en la compañía”, reiteró el gerente, quien le informó a este medio que llevaba un año laborando en concretera y a pesar de que el puesto no requería de un guardia de seguridad armado, él sí poseía licencia de armas.
El desaparecido es de origen dominicano y padre de dos niños pequeños, agregó Hernández al destacar que no se le conocía enemigos.
El supervisor del CIC de Carolina, teniente Ricardo Haddock, corroboró que cuando Drullard desapareció se les notificó que faltaban varios motores de construcción y que se encontraron dos casquillos de bala en la escena.
“En la madrugada del primero de agosto se percatan de que el mismo no se encontraba en el lugar, ni el vehículo tampoco, se comunican con su supervisor, hacen gestiones, encuentran algunas cosas en desorden y alertan a las autoridades. Se encontraron dos casquillos en el lugar. Faltaba una propiedad que él estaba custodiando, unos motores. Por la propiedad que falta, podemos adelantar que se trató de un robo”, detalló Haddock.
Los investigadores del Instituto de Ciencias Forenses no trabajaron el examen del cuerpo en la escena, sino que lo sacaron del baúl y lo preservaron para examinarlo en detalle en el laboratorio. El cadáver vestía una camiseta y un mahón, azules, pero no se pudo precisar si se observaban signos de violencia. Los familiares del desaparecido tendrán que acudir al ICF para identificar el cuerpo debido al avanzado estado de descomposición en el que fue hallado.
“No se pudo apreciar, se desconoce si tenía heridas de bala o de arma blanca”, respondió el teniente cuando también se le preguntó si el vehículo presentaba orificios de bala o si en los asientos se observaban manchas de sangre.
Haddock explicó que el auto fue sellado y que será trabajado por personal de la Unidad de Servicios Técnicos para preservar la evidencia que puedan levantar para analizarla.
Fue necesario utilizar una grúa de la Autoridad Metropolitana de Autobuses para poder remover el auto del barranco.
En agente Javier Rodríguez, adscrito a la División de Homicidios del CIC de Carolina, y la fiscal Ileana Agudo investigaron la escena.



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