Por: YAMIRA TAVERAS
Sosua, Puerto Plata. Después de pasar toda su vida
trabajando en su país, Alemania, vinieron a Sosúa para cumplir con el sueño de
sus vidas: vivir bajo palmas, rodeados del mar y en tranquilidad total.
En lugar de ello, los propietarios y accionistas de la
Academia AFFH S.R.L y el proyecto de la Mulata 3 están viviendo una pesadilla
desde el 17 de octubre del año pasado: han sido acusados de tráfico de órganos
y de armas, además de recibir insultos, acusaciones que según aseguran están
llenas de falsedad y de mentiras.
Tras afirmar que son gente muy honorable, sostienen que
todo “el acto” en el que fueron humillados por miembros de la Policía Nacional
fue una “comedia diabólica” que los ha dejado sin su dinero para subsistir.
Los extranjeros suplicaron al presidente Danilo Medina, al
jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo; y al
procurador de la República, Francisco Domínguez Brito, hacer una profunda
investigación con relación al robo de todas sus pertenencias, que son fruto de
su trabajo y de sus pensiones, dinero que iba a ser usado para su sustentación
y la conclusión de las instalaciones del colegio alemán.
Michael Salb, Heike Salb, Lilnich Muhl, Esther Battaiwi,
Ellen Platen, Nils Nepper, Sandra Pptrgen, María Magdalena Lauer y Ute Moch
Hullen dijeron que ellos no forman parte de ninguna secta religiosa, que jamás
traficarían con niños porque ellos son padres de familia y que nunca tuvieron
en su poder un arsenal de armas, tal como señalaron la Policía Nacional y la
fiscalía de Puerto Plata en un informe.
El abogado de las partes, José Carlos Balbuena, dijo que
el caso tiene trascendencia internacional, por lo que está convencido que se
hará justicia. Observó que la acción legal comprende dos acciones legales por
daños y prejuicios.
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