Ahora comenzará el
proceso de velatorio del cadáver de Rosalina, en Santiago de Compostela, y su
repatriación a la República Dominicana. Hoy domingo se espera la llegada de su
esposo, el ingeniero Alberti Canela, y sus cuatro hijos.
César Medina/Especial
para Listín Diario
El viaje de Rosalina a Madrid fue decidido a última hora.
Pero ya en la capital española tampoco estaba programado que viajara el
miércoles y menos que abordara el tren que descarriló en la ubérrima región de
Galicia, provocándole la muerte junto a otras 77 personas.
La fatalidad la perseguía desde el viernes en la tarde
cuando a última hora el Ministerio de Economía aprobó su viaje a España, donde
participó en un seminario técnico de la Segib y aprovecharía para someterse a
chequeos médicos especializados en un conocido centro de diagnósticos de
Madrid.
Las restricciones en los viajes oficiales por la
austeridad del gobierno, habían dilatado por días la confirmación del viaje de
Rosalina, a pesar de que en el seminario de la Segib se debatía el tema de su
especialidad: la cooperación internacional reorientada en toda Europa como
consecuencia de la crisis económica de la región.
Funcionarios de la Embajada la recibieron el lunes a media
mañana junto al viceministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Inocencio
García, que encabezó la delegación dominicana en la reunión preparatoria de la
Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Panamá a mediados de octubre
venidero.
El seminario inició el pasado martes y clausuró el
miércoles. Ella debió haber estado en el acto de clausura, pero antes de eso
partió a Santiago en el tren de Renfe que salía a las 3:40 de la tarde. Era la
única oportunidad de hallar espacio en el colectivo de alta velocidad por la
gran afluencia de visitantes a la Catedral Santiago Apóstol coincidiendo con
las fiestas patronales de la ciudad.
La peregrinación en estos tiempos de vacaciones de verano
siguiendo el ritual del Camino de Santiago ocupa todos los espacios de
transporte hacia la región gallega, y por eso el destino colocó a Rosalina en
ese tren de la muerte.
Había decidido llegar por sorpresa a casa de su hermana
Martina, siete años mayor que ella, aprovechando este viaje de trabajo a
España. La sorpresa se tornó trágica cuando desde Santo Domingo Martina recibió
una llamada de una sobrina preguntando si Rosalina había llegado a su destino.
Una técnica muy
calificada
Rosalina Ynoa González había sido fichada por el ingeniero
Temístocles Montás por sus condiciones técnicas en el área de la cooperación
internacional, donde se había destacado junto al doctor Inocencio García.
Junto a García llegó al ministerio de Economía provenientes
ambos de la Dirección General de Cooperación Internacional de la Cancillería, y
de la Dirección General de Asuntos Bilaterales, respectivamente, designados por
el presidente Leonel Fernández en 2007.
Actualmente se encontraba al frente de la Unidad de Análisis
y Planificación de la Cooperación Internacional, una agencia del más alto nivel
técnico del Ministerio de Economía.
Estaba involucrada en los trabajos para el establecimiento
de una nueva norma de procedimiento para la cooperación internacional y participaba
en las negociaciones del nuevo marco para las negociaciones comerciales
multilaterales.
Conjuntamente con el viceministro Inocencio García,
Rosalina trabajaba en los programas de fortalecimiento institucional y en la
reingeniería de procesos cuyo producto fundamental es la reestructuración del
sistema nacional de cooperación internacional para evitar la dispersión de
esfuerzos y recursos en esa área de la economía dominicana.
Le apasionaba su
trabajo
La secretaria Iberoamericana había organizado para esta
semana la reunión de coordinadores nacionales y responsables de cooperación de
los países miembros.
Se trata de una reunión preparatoria de la Cumbre de
Presidentes y jefes de Estado de Iberoamérica y Portugal, que se celebrará en
el próximo mes de octubre en Panamá para adoptar decisiones trascendentes sobre
el destino de la Segib en el marco de la severa crisis que afecta a toda
Europa, pero en especial a los países que sustentan económicamente el organismo
multilateral, España y Portugal.
Rosalina había puesto mucho empeño en participar en esa
reunión del más alto nivel técnico porque llevaba años trabajando en ese
sector, pero a medida que se acercaba la fecha el viaje se le hacía cada vez
más incierto.
Ya casi había perdido la esperanza cuando el último día
hábil para el viaje se le informó que el billete de avión y los viáticos habían
sido aprobados. Dos días después, el domingo, estaba abordando el avión que la
trajo a España.
Su ilusión era hacer aportes técnicos tan necesarios en
este momento de crisis en que se halla la cooperación internacional y a
propósito de que ese será uno de los temas básicos en la agenda de la Cumbre de
Presidentes.
Había preparado un dossier amplio con lo que debe ser la
posición dominicana que presentará el presidente Danilo Medina en esa reunión
de jefes de Estado.
Una búsqueda
angustiosa
A partir del momento en que comenzó a circular la noticia
sobre el descarrilamiento del tren, los esfuerzos de los familiares y amigos de
Rosalina y funcionarios y empleados de la Embajada dominicana en España se
centraron en confirmar que ciertamente ella se encontraba entre los pasajeros
del tren siniestrado.
Su compañero de trabajo y superior inmediato en el
Ministerio de Economía, Inocencio García, confirmó poco tiempo después la
ingrata noticia: Rosalina había abordado el vagón número cinco con destino a
Santiago. En la madrugada del jueves, comenzó a presentirse la tragedia cuando
el nombre de la funcionaria dominicana no se encontró ni entre los heridos ni
entre quienes resultaron ilesos o con golpes y heridas menores.
La confusión fue mayor cuando comenzó a avanzar el día y
Rosalina no se encontraba tampoco entre los muertos identificadosÖ Quedaban muy
pocas víctimas por identificar al mediodía del jueves cuando llegamos al centro
de operaciones que había improvisado un comité de crisis designado por el
presidente Mariano Rajoy dos horas después del accidente.
La intensa búsqueda duró horasÖ Pero los resultados fueron
negativos. Al final quedaron trece cadáveres sin identificar, entre ellos tres
que se correspondían con algunas características físicas de Rosalina, pero sin
las pruebas de ADN no era posible la identificación.
En esas condiciones el médico forense encargado del
levantamiento de los cadáveres, el doctor José Blanco Pampín, y el juez que
instruye el sumario, doctor Luis Aláez Regueren, dijeron que ya en ese momento
las esperanzas de encontrar a Rosalina con vida habían desaparecido, aunque la
situación seguía siendo la misma: estaba técnicamente desaparecida y no podía
figurar en la lista de personas muertas ni heridas.
Con nuestro regreso a Madrid, en la madrugada del viernes,
terminaron las esperanzas de encontrar viva a Rosalina, aunque resurgieron
algunas probabilidades al conocerse casi al mediodía del viernes que entre los
pasajeros del tren había tres no localizados que salieron completamente ilesos
y se marcharon por sus propios medios sin reportarse a las autoridades.
Entre ellos había dos mujeres, una con características
físicas parecidas a las de Rosalina...
Surgió entonces un rayo de esperanza que se incrementó al
conocerse el caso de una cuarta pasajera que también resultó ilesa, pero con un
trauma psicológico tan severo que quedó en shock y comenzó a deambular por las
calles de Santiago sin orientación, había perdido la memoria.
¡Puede ser Rosalina!... Dijimos todos. Cuando nos
acercamos a confirmar comprobamos que la señora fue rescatada por vecinos que
llamaron a sus parientes 13 horas después del accidente, y que ya estaba
recluida recibiendo atención psiquiátrica.
Una noticia
desgarradora
Lo más desgarrador de todo lo comunicó el forense Blanco
Pampín al comenzar la tarde del viernes: “Los trece cuerpos hallados debajo del
carro número cinco donde viajaba Rosalina estaban literalmente destrozados y quemados,
imposible de identificar a simple vista”.
“Hay que esperar las pruebas de ADN y luego todas las
confirmaciones legales en casos de esta naturaleza que implican procesos en
materia civil por las indemnizaciones condignas y las demandas en reparación de
daños. Es un proceso que puede durar semanas”, explicó el juez Aláez Legueren.
Sin embargo, seis horas después ña las 18:00 horasñ se
oficializó la información de que el cuerpo de Rosalina había sido identificado
a través de las huellas dactilares y las comprobaciones iniciales con las
muestras de ADN que había aportado la víspera su hermana Martina.
En ese momento concluyeron las últimas esperanzas de
hallarla con vida, al pasar definitivamente su nombre a la lista de víctimas
fatales.
Casi al entrar la noche del viernes aquí en España,
Martina pudo pasar a la morgue a ver el cadáver y confirmar que, aunque
desfigurado por los golpes tan severos que recibió y a pesar de las quemaduras,
esa era su hermana Rosalina.
Ahora comenzará el proceso de velatorio del cadáver en
Santiago de Compostela y su repatriación a la República Dominicana...
Hoy domingo esperamos la llegada de su esposo, el
ingeniero Alberti Canela, y sus cuatro hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario