“El sexo oral se convirtió en
una parte fundamental de la revolución sexual del siglo 21″, aseguró Brea
Malacad, investigadora de la Universidad de Alberta, en Canadá, y autora de un
estudio sobre los cambios en los comportamientos y actitudes de las mujeres
hacia esta práctica sexual.
Los resultados concluyen que el
sexo oral se convirtió en «una parte muy importante del repertorio sexual de
los jóvenes. En el estudio, todas las chicas que tenían relaciones sexuales con
penetración reconocían que también practicaban sexo oral.
Las leyendas urbanas sobre las
“fiestas del arcoiris” (orgías en las que las mujeres pintadas con barras de
labios de colores realizan felaciones a los hombres) y las noticias sobre la
hipersexualización de las mujeres jóvenes, llevaron a Malacad a investigar por
qué esta práctica era cada vez más habitual y qué significaba para los
adolescentes, los padres y para la educación sexual en general.
La investigadora encontró que
el sexo oral es una práctica cada vez más aceptada, “lo que no quiere decir que
se haya convertido en el nuevo beso de buenas noche”, como han insinuado en
algunos artículos”. Mientras que la mitad de los encuestados lo veían como una
práctica menos íntima que el coito, el 41% cree que es igual de íntima y un 9%
lo percibe como una práctica aún más íntima.
Relación de poder
“Las mujeres asocian el coito y
el sexo oral con emociones positivas, lo que sugiere que la mayoría encuentran
atractiva esta práctica porque la disfrutan”, indica Malacad. Y un dato
curioso, tres de cada diez mujeres que participaron en el estudio aseguraron
que cuando realizan una felación se sienten poderosas.
Esto no quiere decir que haya
una mayor promiscuidad por parte de las jóvenes. De la muestra de 181 chicas,
de entre 18 y 25 años, muchas sólo habían tenido una pareja sexual en su vida y
el 25% no eran activas sexualmente.
Malacad advierte de los
mensajes contradictorios que reciben las adolescentes sobre la sexualidad. “Por
un lado, se critica la hipersexualización de las más jóvenes y por otra se las
anima a expresar libremente su sexualidad”, señala la experta, que pone como
ejemplo el rol de mujer que interpreta Kim Catrall en Sexo en Nueva York, donde
su personaje, Samantha, es fuerte, independiente, poderosa y muy agresiva
sexualmente.
La autora del estudio llama la
atención además sobre la inconsciencia de los jóvenes al practicar el sexo oral
sin protección: “el 82% de las encuestadas reconocieron que nunca habían usado
un preservativo cuando practicaban una felación”. Muchos todavía ignoran que
con esta práctica sexual también existe el riesgo de transmisión de
enfermedades, por lo que Malacad destaca la importancia de que tanto padres
como educadores aborden en sus charlas esta otra práctica.
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