Manuel Eduardo Soto/
Especial/El Nuevo Herald
Tuvieron que pasar 17 años desde el asesinato de Selena,
la reina de la música tex-mex, para que su viudo, Chris Pérez, se decidiera a
escribir un libro sobre sus tres años juntos, incluso un detallado recuento del
31 de marzo de 1995, cuando la súper estrella fue a reunirse en un motel de
Corpus Christi con su más cercana colaboradora, Yolanda Saldívar, para aclarar
algunas dudas sobre las finanazas de sus negocios.
Al parecer, la conversación no fue muy amistosa y Selena
terminó en el piso con una bala disparada por Saldívar, quien se encuentra
cumpliendo cadena perpetua en una cárcel de Texas.
En el libro de 324 páginas de la editorial Celebra,
titulado Para Selena, con amor, Pérez relata el difícil noviazgo que tuvieron
que vivir porque el padre y mánager de la artista, Abraham Quintanilla, puso
todo tipo de obstáculos para que la relación entre la pareja no prosperara ante
el temor de que si su hija se casaba corría el peligro de que se retirara de la
vida artística y derrumbara el imperio que había creado con ella como pilar.
Pero a pesar de todas las medidas que tomó Abraham para
que Selena no consolidara el romance con Chris, que era gutarrista de la banda
que la acompañaba, Los Dinos, la pareja consiguió burlarlas a pocos pasos del
padre, en el mismo autobús-camerino en el que viajaban en sus giras antes de
alcanzar la fama, según dice el viudo de la escultural diva tejana.
Pérez escribe que una noche se encontraron solos frente a
frente en el área de los camarotes, dividido por una puerta de la sección donde
se reunían a comer y conversar, y fue cuando no pudieron evitar darse el primer
beso, desafiando las drásticas consecuencias que pudiera tener de parte del
patriarca de la familia.
“Y ¡qué beso!”, recuerda. “Jamás había besado a una mujer
con un sentimiento tan profundo. Esto ya no había cómo detenerlo”.
Luego agrega que “nos besamos durante varios minutos, con
nuestros cuerpos presionados uno contra el otro, a pesar de esa pequeña voz en
mi cabeza que decía: eres un hombre muerto, Abraham te va a matar”.
La relación continuó en forma platónica hasta que unos
días después Selena y Chris volvieron a quedar solos en la parte posterior del
autobús mientras los músicos de la banda conversaban en la de adelante camino
de Corpus Christi a Dallas.
“Estábamos siempre juntos en el estudio, en la casa de
A.B. (su hermano, Abraham Quintanilla), de gira en el autobús y sobre el
escenario”, cuenta. “Inevitablemente, fue en el autobús donde al fin logramos
hacer el amor por primera vez”.
Chris Pérez escribe en el libro -que está disponible en el
mercado en dos versiones, en español y en inglés-, que ante la presión del
padre de Selena, quien sospechaba que la pareja mantenía un apasionado romance
a escondidas, no les quedó otra opción que casarse en secreto, lo que en
realidad no pudo ser muy en secreto porque a esa altura la artista ya gozaba de
una enorme popularidad en Texas, por lo que el enlace llegó pronto a oídos de
todo el mundo.
Luego da los detalles del último día de vida de su esposa,
cuando quiso acompañarla a su encuentro con Saldívar, pero ella se opuso.•
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