Por CESAR GARCIA
BOGOTA/AP — Cansadas de transitar por una vía sin pavimento y de casi dos décadas reclamando su construcción, un grupo de mujeres de una pequeña localidad está a punto de conseguir su objetivo luego de más de un mes de una singular protesta: se han negado a tener sexo con sus maridos.
El alcalde Barbacoas, José Anulfo Preciado, aseguró que su esposa es parte de la protesta y están durmiendo en cuartos separados. "La mayoría de los esposos andan enojados", aseguró el alcalde al referirse a la protesta iniciada el 22 de junio.
Finalmente, anoche se logró convocar y realizar una reunión entre autoridades viales para iniciar el 10 de octubre la pavimentación y ampliación de los 57 kilómetros reclamados de carretera, dijeron las organizadoras de la manifestación y autoridades consultadas por la AP.
La idea de la protesta surgió en reuniones de mujeres y el juez de familia de la localidad Barbacoas, Diego Enríquez, quien se especializa en derechos de mujer y familias, les planteó hacer una protesta citada en la obra del dramaturgo griego Aristófanes: la ateniense Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a las guerras en las que estaba sumida Grecia.
Barbacoas se encuentra en el departamento de Nariño, a unos 560 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Con 13 años de casado y un hijo, el juez indicó que aunque se ha visto personalmente afectado por la abstinencia, impulsó y apoya la iniciativa "porque nos comprometimos a una causa que beneficia a mucha gente".
"Nos afecta por unos días la vida sexual, pero lo importante es sentar un precedente aunque afecte nuestra intimidad", indicó el juez. Admitió que no hay manera de comprobar si todas las mujeres cumplen el pacto de abstinencia, un veto que en el pasado han propuesto jefes militares colombianos a las mujeres de los guerrilleros y como forma de detener el conflicto armado interno.
"No tenemos que poner cámaras de televisión para vigilar a nuestras parejas ni estar vigilantes de nuestros maridos (para que no) estén con otras mujeres. Lo que pasa es que se adquirió un compromiso y es responsabilidad de cada uno" cumplir el pacto, dijo Ruby Cabezas.
Cabeza es profesora de liceo y una de las líderes de la protesta que ha sido reseñada por medios locales y en la que comprometieron su participación unas 300 mujeres de la localidad.
La vocera, quien dijo que comentaba cualquier detalle menos su edad, advirtió que la medida, llamada popularmente "cruce de piernas", solamente será concluida el 10 de octubre, fecha en la que se acordó iniciar las obras de construcción.
Cabezas, casada desde hace 27 años y con seis hijos, aseguró que la vía es necesaria porque sin pavimentar pueden tardar hasta siete horas en recorrer el trayecto hasta Junín y de ahí a otras localidades.
La obra, con un valor de unos $22 millones, se extenderá desde Junín hasta la de Barbacoas, ambas en el departamento de Nariño, y es considerada clave para poder llegar hasta la capital departamental.
El médico psiquiatra Edwin Herazo, director de la no gubernamental Instituto de Investigación del Comportamiento Humano (ONG), consultado sobre la singular protesta femenina aseguró que ese tipo de propuestas "se han intentado hacer en otras ocasiones, pero el resultado ha sido realmente incierto porque no se ha podido cuantificar, ni verificar, esto es algo más mediático realmente".
"Saber cuál es la vida sexual de cada quien es muy complicado", agregó Herazo. Sin embargo, el médico resaltó la iniciativa por un bien común.
"Lo de Barbacoas es el rescatar el acto simbólico de unión y solidaridad buscando un objetivo colectivo del bienestar común y es lo que mueve a los seres humanos", agregó.
El alcalde Preciado aunque aseguró que era difícil afrontar las consecuencias de la protesta agregó: "No estoy enojado con mi esposa y respeto su forma de protestar".
"Por momentos uno se incómoda", dijo, "pero hay que entender y como primera autoridad debo dar ejemplo en Barbacoas", una localidad agrícola de unos 35,000 habitantes, 60% de ellas mujeres, según explicó.
De la protesta "lógicamente yo soy la primera víctima por ser la primera autoridad", aseguró. "Desde hace más de un mes mi esposa inclusive me cambió de habitación y llevo exactamente 37 días de abstinencia.
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