Los propietarios de El Prado Gran Hotel, que se levanta en la esquina de las avenidas George Washington y Máximo Gómez, los acusan de abuso de poder y de provocar la parálisis de esta millonaria obra
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Una querella judicial por abuso de poder, estafa y otros delitos fue presentada este martes contra el gobernador y otros dos funcionarios del Banco Central por la empresa El Prado Grand Hotel S.A.
Los funcionarios son acusados por la parálisis de un millonario proyecto hotelero cuya edificación se levanta en la avenida George Washington casi esquina avenida Máximo Gómez, de la capital.
Además del gobernador Héctor Valdez Albizu, fueron sometidos Mayra Corominas, directora del Comité para la Realización de Activos (COPRA), y Pedro Ramón Nicolás Silverio Alvarez, gerente del Banco Central.
El autor de la querella es el empresario Víctor Pimentel Kareh, presidente de la referida empresa, quien está representado por los abogados Norberto Rondón e Ingrid Hidalgo.
En la querella, presentada por los juristas por ante la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional, se responsabiliza a los funcionarios de violación a los artículos 174, 183, 265, 266 y 405 del Código Penal y los artículos 39, 51, 146 y 148 de la Constitución de la República.
El origen de los hechos
Según Pimentel Kareh, los hechos se remontan a 1998, cuando su empresa compró a un grupo mexicano la propiedad donde se construye el Hotel El Prado.
Agregó que de inmediato encontró la oposición de Valdez Albizu, quien estaba “obsesionado con poder disponer de esa propiedad por una supuesta acreencia” con el Banco Central.
Dijo que en esa ocasión interpuso formal querella penal contra Valdez Albizu, pero que a solicitud del presidente Leonel Fernández, que intervino luego de esos sucesos, acordó retirarla, y el mandatario dio su anuencia para que el Banco Central facilitara un préstamo para la terminación del hotel.
“Pero esa institución sólo aprobó una parte del mismo y de manera inexplicable tampoco lo desembolsó por completo, originando a que la obra se paralizara hasta el día de hoy”, indicó.
Señaló que el suceso más grave fue que el pool de bancos intermediarios que se estructuró para ese préstamo, integrado por Baninter, Mercantil, Banreservas y la Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos, inició un proceso de cobro por la parte desembolsada tendiente a embargo inmobiliario en contra de el hotel El Prado.
Venta por un valor inferior
Pimentel Kareh dijo que presionado por esas circunstancias, los propietarios del hotel se vieron en la necesidad de vender la propiedad para saldar las deudas, aceptando un precio muy inferior a su valor real, contando con un descuento en los intereses y parte del capital que previamente habían conversado con los bancos.
Explicó que de éstos, Banreservas y la Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos honraron su palabra y fueron saldadas sus cuentas de inmediato, pero no sucedió lo mismo con COPRA, entidad perteneciente al Banco Central y que maneja la cartera de préstamos de Baninter y Mercantil, que se negaron al descuento.
Pimentel Kareh aclaró que el Banco Central ha autorizado este tipo de descuentos en intereses y capital a otros deudores de bancos en quiebra, entre ellos los grupos Pellerano y Hazim, pero en este caso, el Banco Central sorpresivamente ha decidido no otorgar ningún descuento.
Indicó que por el contrario, además de exigir el 100% del capital, reclama el pago de ocho años de intereses, en franca violación a la ley, que sólo le faculta a cobrar tres años de intereses como máximo (artículo 227 del Código Civil).
“No conformándose con esto, el gobernador del Banco Central, a sabiendas que los propietarios ya habían saldado y desinteresado a los otros dos integrantes del pool de bancos (Banreservas y la Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos), pretendió de manera unilateral la venta en pública subasta de la propiedad, en un intento desesperado de adjudicación, antes de que sus propietarios salden la totalidad de sus deudas”, expresó.
Tampoco quisieron aceptar cheque
Pimentel Kareh declaró que luego de ese hecho, los propietarios del hotel aceptaron, estoicamente, pagar RD$108 millones de capital e intereses, por lo que ordenaron un cheque de gerencia del Banco BHD por la indicada suma a nombre del Banco Central de la República Dominicana, "pensando que con esto terminaría esta persecución".
Y añadió que, sin embargo, "sorpresivamente esta institución tampoco quiso aceptarlo y notificó que dicho cheque provenía de un tercero, quien no era el deudor, y no de El Prado Grand Hotel, S. A., quien sí tiene la obligación de pago frente al Banco Central”, según acto, a requerimiento del Banco Central, marcado con el No. 729 (08), de fecha 31 de octubre del 2008, el cual se anexa a la querella.
Expresó que Valdez Albizu, al ver que con esta oferta de pago le iba resultar difícil continuar con la adjudicación, autorizó a su gerente, Pedro Ramón Nicolás Siverio Álvarez, y a la directora del COPRA, Mayra Consuelo Corominas de Fernández, para que suscribieran un contrato mediante el cual vendían la deuda, incluyendo todos los derechos litigiosos de venta en pública subasta, a un tercero: Empresas Bello Veliz, C. por A..
“Confiando en la Justicia dominicana, así como en el Ministerio Público, encabezado por el doctor Radhamès Jiménez (quien antes de ser nombrado procurador general de la República fue testigo de esta injusticia y la reprochó), a los propietarios no les ha quedado otra alternativa que estructurar un equipo de abogados para proceder judicialmente contra el Banco Central y el licenciado Héctor Valdez Albizu, por toda esta cronología de abuso de poder, interponiendo dicha querella penal y una demanda en reparación a los daños materiales y morales por la suma de 60 millones de dólares, por violación a los artículos antes citados”, indicó
Pimentel Kareh declaró que no había iniciado este proceso por el respeto que le profesa al presidente de la República, Leonel Fernández, pero que las circunstancias le han forzado a hacerlo, amparado en el buen clima de inversiones que debe imperar en la República Dominicana. Fuente. Almomento.net
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