Un informe presentado este miércoles sostiene que las acciones del gobierno de Estados Unidos con respecto a los inmigrantes "se han endurecido".
Según el Concilio de Políticas Migratorias (IPC, por sus siglas en inglés) en 2010 las autoridades estadounidenses aceleraron las deportaciones y otras acciones legales "a expensas de los mismos inmigrantes que se hubieran beneficiado de una reforma" migratoria.
Mary Giovagnoli, presidenta del IPC, asegura que se ha acrecentado una "tendencia inquietante" a aplicar las leyes contra la inmigración de una manera "más agresiva".
Se estima que en los dos primeros años del gobierno de Obama el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) deportó alrededor de un millón de inmigrantes.
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