El empuje de la India

Por Rafael Núñez

NUEVA DELHI.- 7 de Febrero del 2011.- Un Memorándum de Entendimiento firmado en 1999  (en el primer gobierno del presidente Leonel Fernández) entre República Dominicana y el Alto Comisionado de la India en Jamaica, allanó el camino de las relaciones diplomáticas entre los dos países, siendo 2006 el año en que se establece la sede diplomática en esta ciudad.

¿Qué puede significar para República Dominicana dedicar esfuerzos a fortalecer y ampliar las relaciones con la India?

Veamos la fuerza emergente de la India: es el segundo país en población después de China,  con una extensión territorial de 3 millones 165 mil 596 kilómetros cuadrados, que se alimentan gracias a la Revolución Verde, que consistió en el aumento de la producción por superficie de tierra con nuevas variedades de cultivos de alto rendimiento, lo que permitiría a  su población alimentarse totalmente y sobraría,  si se procediera con una justa distribución de los alimentos. Sin embargo, muchas personas pasan hambre en este país. El tipo de pobreza que exhiben ciudades como Mumbai  y la propia Nueva Delhi son escenas desgarradoras, superiores a las de América Latina. El contraste entre desarrollo y pobreza extrema es inocultable.

 Pero las noticias de hace 50 años que daban cuenta de la falta de alimentos quedó atrás. El trigo, el arroz y el maíz han sido los productos potencializados en el agro, que permitió en los años 60s y 70s que la India se convirtiera en exportadora de ellos. Los ecologistas aducen,  sin embargo, que este tipo de explotación agrícola de alto rendimiento hace daño al medio ambiente, mientras otro lado débil que se alega es la gran cantidad de energía que se emplea en este modelo de producción agropecuaria. El sector representa el 28 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Por su gigantesca población, apetecida por cualquiera que desee vender, no importa si se trata de helado en palitos, la India se ha convertido en un mercado consumidor muy activo y de rápido crecimiento. Contribuye a su expansión que una gran parte de la población es  angloparlante, mientras hay otros siete idiomas no oficiales y centenares de dialectos. El 54 por ciento de sus habitantes tiene menos de 25 años, lo que constituye una ventaja para su mercado.

Visitar Mumbai, Bangalore y Nueva Delhi permite tener una percepción inequívoca del contraste entre el empuje que constituye el desarrollo alcanzado por la India en las últimas décadas, permitiéndole ser una de las economías de mayor crecimiento del mundo (7 por ciento promedio anual del PIB), y la amplia pobreza que desafía el largo plazo y abruma a los inmediatistas.

Aunque la agricultura representa un buen empuje para la economía de este país asiático, su mayor fuente de ingresos proviene de la exportación de las tecnologías de la información y la comunicación, gracias a que el país cuenta con una gran cantidad de mano de obra educada. Todas las empresas multinacionales de manufactura de equipos y accesorios de alta tecnología en el renglón de la información y la comunicación han construido grandes instalaciones en Bangalore, ciudad que acoge a fabricantes de software, ingeniería aeroespacial, telecomunicaciones e industria militar, por lo que se le considera el Silicon Valley de la India. Esta ciudad experimenta un crecimiento por encima del 10 por ciento en los últimos años. Pero también, Bangalore ha sido sembrada de institutos, escuelas y universidades que adiestran a los ciudadanos en las distintas carreras que demanda la industria de alta tecnología.

República de Mahatma Gandhi  es una de las seis del mundo dedicadas a la fabricación de satélites espaciales, cuyos costos en el mercado son insospechados.

La producción industrial de este país ha tenido etapas de crecimiento que ha alcanzado el 80 por ciento en las exportaciones, renglón que el año 2009 registró un incremento de 18 por ciento. El volumen de exportaciones es de 179 mil millones de dólares. Aunque la crisis financiera global tuvo un impacto importante en la economía india en los dos últimos años, el crecimiento del PIB, sin embargo, ha estado por encima del 7 por ciento y ha llegado a 10. El año pasado, el crecimiento de la economía volvió a tomar un repunte debido a medidas especiales tomadas, como la reducción de las tasas de interés.

India exporta arroz, trigo, algodón pescado, textiles, químicos, acero, hierro, equipos de transporte, cemento, minerales, maquinarias, software, farmacéuticos, gema y manufactura de pieles.

Con 162 universidades, India se ha podido establecerse como la tercera potencia proveedora de mano de obra científica y técnica del mundo. Operan en su territorio cerca de 100 multinacionales con una inversión de 2 mil millones de dólares.

La industria del cine, cuyos inicios se remontan 100 años atrás, está generando un caudal de recursos en dólares a la economía india, cuyo PIB se ubica en 32 billones de dólares. Desde el año 1991, cuando se realizaron las reformas económicas, este país ha sacado de la pobreza extrema a cerca de 200 millones de personas, en un proceso que le llevará muchos años de crecimiento sostenido para lograr mayor cobertura en la calidad de vida de sus ciudadanos.

La clase media india representa 500 millones de consumidores, lo que explica que mensualmente se vendan 10 millones de conexiones de celulares. Una pequeñita empresa hindú fue la que inventó el pago de servicios por telefonía móvil.

Para que se tenga una idea de lo que representa la India en este momento, después que abrió su economía, de cada diez diamantes vendidos en el mundo, 9 pasan por esta nación.

Los esfuerzos que haga cualquier nación como República Dominicana, que aspira en el futuro a insertarse en la economía global con alta competencia, siempre serán insuficientes a los fines de lograr mayor flujo comercial e inversión para maximizar la balanza comercial con ese mercado.

Aunque las exportaciones directas de República Dominicana hacia la India desde 2004 a la fecha han crecido en un 700 por ciento (de acuerdo con estadísticas del CEI-RD), la balanza comercial arroja cifras negativas para nosotros. El año pasado, por ejemplo, las exportaciones fueron de  apenas 7 mil 900 millones 283 mil dólares, en tanto para ese mismo año 2010 las importaciones alcanzaron la cifra de 29 mil millones 790 mil 283 dólares, registrándose un saldo negativo de 21 mil millones 890 mil 21 dólares.

Si la India es la segunda economía de crecimiento a nivel mundial,  ¿es una quimera buscar negocios e inversión con este país? El que así lo crea, está viviendo en la etapa de Concho Primo, cuando los perros se amarraban con longaniza.