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ORLANDO DICE: Migración, el informe de EEUU y caso haitianos

martes, 18 de enero de 2011

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com

Orlando Gill/Listín Diario
El procedimiento
Cuando el director de Migración responde que el informe que serviría de base para que el gobierno norteamericano imponga sanciones al dominicano por tráfico humano, “es viejo ”, se ve que no conoce el problema, ni sus implicaciones, y mucho menos sus consecuencias. El vicealmirante Sigfrido Pared Pérez debiera saber, pues corresponde a su jurisdicción, que todas las investigaciones y reportes de las agencias de Estados Unidos son “ viejos ”.
La antigüedad ni libera ni salva, sino todo lo contrario, agrava. Revela poco interés y ninguna consistencia en enfrentar el mal y buscar solución. La cuestión es simple. Siempre hay una investigación, que es cuando se abre el dossier, y un primer informe que se hace público. Después vienen los reportes anuales u ocasionales, que son evaluaciones, y resultan registros más gruesos, puesto que recogen informaciones posteriores. Incluso, esos agregados no consideran nuevas indagatorias, sino recopilación de las denuncias que los interesados hacen a periódicos nacionales. Es decir, que es un procedimiento conocido...
Las respuestas
Las autoridades nacionales debieran conocer esos procedimientos y llevar la cuenta de las fechas en que se publican los informes y tener preparadas respuestas adecuadas. A menos que quieran hacer y hagan lo que los mandatarios de los países que se respetan y colocan su soberanía por encima de todas las intromisiones posibles.
Esto es, “ mandar a los gringos al carajo ”. Pero no se le puede pedir peras al olmo y obligar a que pongan sus visas en riesgo.
El problema es màs problema porque los responsables de áreas o del gobierno en su conjunto quieren dárselas de desentendidos y de hacer creer que son sorprendidos por los informes.
Lo que no es verdad. Los norteamericanos son como son, y caben mil calificativos, pero son previsibles. Siempre tienen agua puesta en diferentes ollas, según los asuntos concernientes, y de tiempo en tiempo meten el dedo y miden el grado de calor. De ahí que las ollas sometidas a presión no estallen a la vez, sino una hoy y otra dentro de dos meses, y así, así. Ahora fue la del tráfico humano...
Los asuntos
En el caso de los haitianos la hipótesis del agua puesta en ollas funciona de mil maravillas, pues hay una según asunto, y los negocios son muy variados: tráfico, trata, repatriación, identidad, explotación, racismo, xenofobia, derechos humanos, etc., etc. Si se le otorga la visa, la denuncian por cara. Si lo dejan pasar por la izquierda, igual, o peor, puesto que o extorsión o soborno. Si se deportan, se desconocen sus derechos universales, y si se ejerce violencia, sus derechos humanos. Si está en el país y nadie sabe si nacieron o llegaron, exigen actas de nacimiento, si son menores, y cédulas si son mayores. Y por ahí María se va. O la famosa espada pendiendo de la cabeza o una cruz tan pesada como la del Señor sin Cirineo a la vista. Una situación delicada que las autoridades no saben afrontar, ya sea que la dejaron crecer como árbol torcido y ahora no hay manera de enderezarlo, o porque se someten al chantaje de los organismos internacionales. Y en eso anda el país de tiempo en tiempo: Dejando que llegue y pase la tormenta sin guarecerse en un recinto seguro, hasta los próximos nublados...
Igual de malas son las respuestas impensadas que califican de “ viejos ” los informes que se traen a colación ahora, o las que niegan los hechos. Con cinismo tampoco se salva la cara. Además, si no se entiende qué es lo que hay detrás de estas denuncias o reclamos de las agencias norteamericanas, el país está feo para la foto: No contará con habilidades para una defensa que lo enaltezca y mucho menos una salida plausible.
Por ejemplo, el tráfico que se condena ahora es de niños. ¿ Cómo decir que no cuando todo el mundo ve en las principales intercesiones de la capital y de Santiago la mendicidad haitiana de mujeres y niños ? Si no se procede, como no se ha procedido, los funcionarios estadounidenses pueden pensar que hay connivencia entre los traficantes y las autoridades nacionales. Tanto descuido se hace sospechoso, ya que con una sola guagua y un único viaje se resuelve el problema. El informe, repito, no “ es viejo ”. Es el mismo informe que se hace màs grande cada año con nuevos elementos o la dejadez de los responsables...



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