Joven empacador: “Estoy vivo para un fin”

Por: Yokauris Vásquez y Fabián Suero

Las autoridades ni siquiera se han molestado en investigar las circunstancias en que un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) disparó contra el joven Abimael Andújar Montes de Oca, herida que lo mantiene en cama y con posibilidades de no volver a caminar.

Abimael, de 20 años de edad y empacador temporero en La Sirena de la Charles de Gaulles, Santo Domingo Norte, presenta daños en la médula, según el diagnóstico de los médicos del hospital Darío Contreras.
El hecho se produjo el pasado lunes 23 de agosto, un día después de que AMET le había retenido su motor por transitar sin casco. Abimael es el segundo de cinco hermanos y reside en el sector los Guarícanos.

Abimael cuenta que el pasado 22 de agosto, cuando AMET le retiene el motor, a menos de un kilómetro de su trabajo, se presentó al canódromo y un coronel de apellido Fabián le indicó que su motor le sería devuelto al día siguiente.

Agregó que al parecer el plan era dejarlo preso, puesto que buscaron todos los pretextos para no entregarle el motor y hacerlo ver como un sospechoso.
Al día siguiente, Abimael se presentó nuevamente en el canódromo, luego de pedirle una serie de requisitos que no tenía, le informaron que lo depurarían a ver si tenía fichas y lo dejaron sentado hasta las 12:00 del día, cual si estuviese arrestado.

Al notar la ausencia de todo el personal del canódromo y con hambre, el joven decide marcharse. Fue en esas circunstancias que el raso Fermín Ruiz le dispara dejándolo incapacitado. Por el hecho nadie ha sido sometido a la justicia.

Abimael, visiblemente triste y con ojos llorosos, asegura que ni siquiera discutió con el raso de la AMET. “Solo recuerdo que le grité me mataste y de inmediato perdí el conocimiento”, contó.

En su lecho de la sala H2 del hospital Darío Contreras, Abimael lloró cuando dijo que por su caso aún nadie ha sido sometido a la justicia. Ninguna autoridad, judicial o de AMET, se ha interesado.

Con rostro de impotencia, explicó que ya inconsciente “lo dejaron abandonado en el hospital Central de las Fuerzas Armadas, como si no se tratara de un ser humano y posteriormente una ambulancia lo llevó al Darío Contreras”.

“El AMET que me disparó supuestamente está detenido, pero supe piensan trasladarlo a un lugar lejano, hasta tanto se olvide el hecho que me tronchó mis planes de estudios y me mantiene en cama sin saber cuál será mi futuro”, precisó.

Exige justicia y advierte que si simplemente se traslada de dotación a su agresor, los agentes continuarán a sus anchas agrediendo y matando personas inocentes.

Pese a la desgracia que le tocó vivir, Abimael da gracias a Dios por salvarlo y entiende que está vivo para un fin. Tampoco ninguna institución de carácter social, pública o privada, se ha presentado al hospital.