¿CUÁL CRISIS? ¿CUÁL?: Jodidos periodistas

Por Reynaldo Hernández Rosa
CASTILLO, Duarte.- En ocasiones considero que son los vocingleros del periodismo escrito y radial los que alarman a la ciudadanía en relación al incremento delictivo, dado que ninguno de mis vecinos me han comentado algún hecho en nuestro entorno, tampoco la docena de militares y policías que custodian mi quinta me han referido nada.
Me preocupa como los medios electrónicos traen tantas informaciones, las cuales al parecer son totalmente aviesas, cuando dicen de la carestía en los productos de consumo cotidiano, ya que mi esposa consigue normalmente los mismos en los supermercados de Miami, donde hacemos la compra.
Es por ello, que con frecuencia dudo de los programas interactivos que se “despotrican” por la falta de agua, a sabiendas que mi vecino el director de la CAASD, nos instaló un sistema directo donde nunca nos falta el líquido, que a pesar de todo, sólo sirve para lavar mis cuatro jeeppettas, los vehículos y motores de los militares que nos protegen.
A veces, no encuentro asidero a las continúan demandas de los ciudadanos por los apagones, empero, ninguno de mis vecinos, cuando nos juntamos hacer parrilladas y tomar buen vino, ha tocado el tema y no es porque todos cuenten con modernos sistemas alternativos, los cuales ni cuentan se dan cuando falla el fluido eléctrico.
Por eso, estoy convencido que los carteles periodísticos, esos mismos que nos llenan de lisonjas, nos adulan, nos buscan para entrevistarnos y conocer nuestro parecer sobre los serios problemas de la mayoría, ¿pero cuáles? Si acá arriba, en estas hermosas lomas, donde la madre natura plasmó toda la belleza tropical, alejada de todos esos ex- seres humanos que cohabitan allá en esa selva de cemento que deberían llamar el averno.
Dado esos escollos, al igual que mis vecinos, decidí, para tranquilidad de mi esposa e hijos invertir en la compra de un helicóptero para no tener que lidiar con ese desorden del tránsito, que por cierto creo que el jefe de esa dependencia pronto será uno de nuestro nuevo vecino.
Por lo que observo, pronto, muy pronto no tendremos que bajar a la capital a realizar las reuniones de nuestro Comité, ya que en lo inmediato, somos mayoría aquí en Los Mogotes, Villa Altagracia.
“Señor Ministro, señor ministro, ya está listo el helicóptero…”.