El presidente Leonel Fernández expresó ayer que es innegociable el retorno de Manuel Zelaya a la presidencia de Honduras.
El mandatario también se comprometió a llevar el caso ante
En rueda de prensa conjunta celebrada en el Palacio Nacional, Fernández reiteró su repudio al golpe de Estado y reclamó la vuelta a la constitucionalidad con el retorno al poder de Zelaya.
Precisó que actualmente los pueblos de América Latina lo que reclaman es la paz y la convivencia pacífica para así lograr el desarrollo económico y social que permita la creación de oportunidades de empleo y mejores condiciones en materia de educación y salud.
“Permitir que se consolide un golpe de Estado en Honduras es permitir que esto pueda reproducirse en cualquier otro país de América Latina, por consiguiente, nos veríamos expuestos a una situación convulsa y de ingobernabilidad”, refirió Fernández. Observó que cualquier negociación que se lleve a cabo con el gobierno de facto hondureño debe hacerse sobre la base de la fijación de una fecha para el retorno a la constitucionalidad.
Señaló que la vuelta de Zelaya al Gobierno es “cuestión de principios y legitimidad”.
El depuesto mandatario dijo que vino al país a solicitarle a Fernández que plantee la posición de
“La visita corresponde a una invitación con el fin de planificar un poco las posiciones de Honduras frente al conclave de países no alineados, que se desarrollará en Egipto.
“Nosotros teníamos esa misma invitación, pero, lógicamente, por estos problemas que estoy atendiendo en forma inmediata no voy a poder asistir a Egipto”, sostuvo.
Agregó que aunque no estará en el cónclave, el presidente Fernández presentará una carta y una posición firme y clara sobre la postura que tienen en torno al golpe de Estado los pueblos de América Central y los miembros del Grupo de Río.
Defendió el derecho de los hondureños a la insurrección frente a un gobierno ilegítimo, aunque se definió como un abanderado de la paz y agradeció, además, los aprestos de la comunidad internacional en procura de lograr su retorno al poder.
Zelaya lamentó que el gobierno golpista mantenga un estado de sitio y no permita las libertades públicas, lo que ha causado dos muertos y decenas de heridos, en lo que calificó como una ruda represión contra el pueblo.
Los muertos y los heridos se produjeron el pasado domingo, cuando el derrocado presidente hizo el intento de regresar a su país y los militares y organismos de seguridad de esa nación lo impidieron cerrando el aeropuerto y disparando contra los que respaldan su retorno.
En la rueda de prensa estuvieron presentes funcionarios del Gobierno dominicano, así como colaboradores de Zelaya
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