Sorprendido quedé al leer en la prensa que el joven pelotero Ambiorix Burgos está envuelto en otro problema judicial, ésta vez, acusado ante
Cuenta la historia procedente de Nagua, de donde son oriundos ambos peloteros que, “estos jugaban una partida de dominó; que surgió una discusión entre ambos y que Ambiorix Burgos desenfundó una pistola y que si no es por la intervención de un grupo de personas, todo hubiera terminado en una lamentable tragedia”.
Burgos se ha visto envuelto en diversos problemas reñidos con la ley en los últimos años, los que se han acrecentado de unos meses para acá, por lo que actualmente está en libertad bajo fianza, tras ser acusado de provocar la muerte de dos mujeres en Nagua en un “accidente de tránsito” cuando se trasladaba en su vehículo, por una carretera de la provincia María Trinidad Sánchez.
También está acusado de herir de bala a un joven en el municipio de Cabrera, el cual quedó inválido. En Nueva York, tiene un proceso abierto por agresión física a su señora esposa.
Antes de ocurrir el “accidente de tránsito”, estuvo preso acusado de posesión ilegal de armas de fuego y también obtuvo libertad bajo fianza.
Cuando pregunto ¿cómo es posible? es porque no encuentro la explicación del por qué a una persona con estos antecedentes las autoridades le permiten aún el porte de armas de fuego.
Lo cierto es que Burgos, ya no es el responsable de lo que siga ocurriendo, sino las autoridades correspondientes, porque este muchacho que debía, por lo menos, estar recibiendo tratamientos sicológicos, sigue en las calles, haciéndose daño y siendo un peligro para la sociedad.
¿Qué esperan las autoridades para tomar los correctivos de lugar?
En manos de las autoridades hay que dejar la penosa situación de Ambiorix , un joven, aún rescatable y digno de mejor suerte.
Otra onda
Una influyente personalidad oriunda de Nagua, que me merece todo el crédito me contó que “ese muchacho”, refiriéndose a Burgos, llegó al “colmo” hace un par de noches de matar de cinco disparos a un “perro realengo”, que le ladró par de veces, cuando se desmontaba de su vehículo frente a su residencia. El profesional al contarme lo narrado, muy triste me dijo, sencillamente, él está enfermo mentalmente y necesita que las autoridades lo ayuden. Concluyo con mucha pena reclamando de las autoridades y de
El Gatico
Esa misma persona, analizó a Félix Martínez, de esta forma, a pesar de tener un historial de violencia dentro del terreno de juego, tanto en Estados Unidos como aquí, sin embargo, es un muchacho muy querido. Dice que nunca jamás, ni cuándo niño, ni cuándo estaba en la fama de las Grandes Ligas del Béisbol, ni ahora, ha tenido problemas con nadie. Agrega que los habitantes de Nagua, consideran a Félix, fuera del terreno de juego, como un modelo para la juventud de la región.
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