Por Hediberto Pichardo.MA
Francisco del Rosario Sánchez del Rosario.
Hijo de Olaya del Rosario de color mulato y de Narciso
Sánchez(negro). Nació el 9 de marzo de 1817 en Santo Domingo.
Cuando nació, sus padres vivían en unión libre, por eso fue bautizado como Francisco del Rosario Sánchez, donde Rosario que era el primer apellido de su madre figuraba como su primer apellido. Luego que su tía María Trinidad
Sánchez convenciera a su hermano Narciso de que se casara con Olaya, entonces pasó a llamarse Francisco del Rosario Sánchez del Rosario, el primer Rosario se convirtió en su segundo nombre, para de esta manera pasar Sánchez, que era el primer apellido de su padre, a ser su primer apellido. Era de origen humilde a diferencia de sus compañeros fundadores de la trinitaria.Fue de los pocos miembros fundadores de la trinitaria
que no era de piel blanca.
Formó parte del segundo grupo que se reunió junto a
Duarte en horas de la tarde para formar la sociedad secreta la trinitaria el 16
de julio de 1838.
Dentro de los méritos por lo que se considera un padre
de la patria están: acompañó a Duarte en la formación de la trinitaria, quedó
al frente de los trabajos conspirativos en 1843 cuando el líder tuvo que
abandonar el país y fue la figura clave en los preparativos de la proclamación
de la independencia de la Republica Dominicana el 27 de febrero de 1844.
También a esto podemos agregar que le correspondió iniciar la resistencia
frente a la anexión a España en 1861.
Se vinculó a Báez, de manera coyuntural, pero siempre
se opuso a este cuando de pisotear la independencia del país se tratara.
Parece ser que el interés de luchar por la libertad la
heredó de su padre, quien llegó a participar en la conspiración de los
Alcarrizos contra Boyer.
Dentro de su formación hay que destacar que aprendió
inglés y latín, fue autodidacta y llegó a ejercer la función de abogado, además
de barbero.
Él fue uno de los que encabezó el derrocamiento de las
autoridades haitianas en Santo Domingo en el 1843.
Cuando la persecución por parte de Herard en 1843, no
pudo salir del país como lo hicieron Duarte y otros miembros de la trinitaria,
pues cayó enfermo, se ocultó por un tiempo, participó en la simulación de su
muerte para despistar a los haitianos.
Tras la vuelta de Herard a Haití, Sánchez asumió la
dirección de la trinitaria. Consciente de que sin el apoyo de otros sectores
sería imposible la proclamación de la independencia fue uno de los artífices de
la alianza con el sector de los conservadores dirigidos por Bobadilla y Pedro
Santana. Él fue el ideólogo del famoso manifiesto del 16 de enero de 1844 donde
se llamaba a los pueblos del país a independizarse de Haití, en el mismo se
señalaban las razones que hacían viable la separación del país opresor. Aunque
Bobadilla más tarde señaló que dicho manifiesto había sido de su propia
autoría, pruebas evidencian el rol principal de Sánchez en la elaboración de
este.
Ya hemos señalado que dirigió a los trinitarios la
noche de la proclamación de la independencia. Tras dicha proclamación se formó
una junta central gubernativa en la que él fue designado como presidente, pero
cedió esta posición a Tomás Bobadilla.
Presidió la segunda junta central gubernativa tras el
golpe de Estado dado a Bobadilla por su interés en ejecutar el plan Levasseur
en el que buscaba el protectorado francés a cambio de ceder la bahía y
península de Samaná.
Su mandato al frente de esta junta fue muy breve, pues
Pedro Santana dio un golpe de Estado y Sánchez junto a otros trinitarios fue
expulsado del país. Enviado a Irlanda, desde allí se trasladó a Estados Unidos
y de esta nación se desplazó a Curazao donde permaneció hasta poder volver al
país en 1848 gracias a la amnistía concedida por el presidente Manuel Jiménez.
En Curazao, para poder sostenerse ejerció de maestro
de español y tuvo una hija.
Cuando regreso al país en 1848 fue nombrado por
Jiménez comandante en armas de Santo Domingo. Tras la caída de Jiménez por obra
de Pedro Santana se retiró de la vida política y se dedicó al ejercicio del
derecho. En 1849 no tuvo más remedio que aceptar ser designado por Santana como
procurador fiscal de Santo Domingo. Dentro de su ejercicio en dicha posición le
tocó ser acusador de Antonio Duvergé, este es uno de los episodios de su vida
que ha sido altamente cuestionado.
Otro hecho que hizo que muchos denotaran su figura lo
fue la publicación en 1853 de un artículo, amnistía, donde exaltaba la figura
de Santana.
Fue seguidor y colaborador de Báez, pues debemos tener
presente que Santana había ordenado fusilar a su hermano Andrés y a su amada
tía María Trinidad.
Su simpatía por Báez la inició en 1853 cuando Santana
deportó al primero. De hecho, participó en una conspiración en 1855 contra
Santana y a favor del retorno de Báez.
En el segundo gobierno de Báez 1856-1858 fue designado
por este como gobernador y comandante de armas de la provincia de Santo
Domingo. Él fue uno de los que dirigió la defensa de Santo Domingo durante la
guerra civil de 1857, mal llamada revolución cibaeña, hecha contra Báez por la
estafa que este les había hecho a los comerciantes de tabaco del Cibao.
Su lealtad al caudillo azuano desapareció cuando tras
la proclamación de la anexión, el decidió combatirla, mientras que Báez
permaneció indiferente y al final se identificó con los españoles.
Sintiendo que no podía ser indiferente a la anexión a
España, decide retornar al país, entrando por Haití con un grupo de
expedicionarios, que contaban en ese momento (1 de junio de 1863) con el apoyo
del presidente haitiano Fabre Gefrard. Este mandatario haitiano rápidamente les
retiró el apoyo a los revolucionarios una vez que fue amenazado por barcos
españoles que pretendían atacar Puerto Príncipe.
Sánchez y su grupo fueron emboscados por Santiago de
Óleo, que antes lo había apoyado, en la loma Juan de la Cruz, cerca de Hondo
Valle. Fue capturado, pudo haber escapado en el ataque, pero prefirió no
abandonar a sus compañeros.
En una farsa de juicio sumario por orden de Pedro
Santana, fue condenado a ser fusilado el 4 de julio de 1861 en San Juan de la
Maguana.
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