NAGUA. María Trinidad Sánchez.- La solidaridad se hizo presente durante el velorio y posterior sepultura de doña Francisca Rubio Jiménez, madre de la periodista Iluminada Perez Rubio.
Una gran cantidad de periodistas, locutores, fotógrafos, camarografos y trabajadores de la prensa en general, se mantuvieron junto a Perez Rubio desde el fallecimiento de su madre, la tarde del jueves 11 de julio.
En esa acción
solidaria no podía faltar una representación del Instituto de Previsión y
Protección del Periodista (IPPP), del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), en la persona de
Olivo De León y Gabriel Cruz.
Posterior a su
sepultura, los compañeros, colegas y amigos de Iluminada se dirigieron a su
casa, donde compartieron con ella, animándola y haciéndole compañía, hasta la
desaparición los últimos rayos del sol.
Los
periodistas no le faltaron, pero tampoco familia, amigos, funcionarios que
compartieron el dolor de una compañera que se entregó a su madre por años,
cuidándola día y noche, dándole sus medicamentos, aseándola, dándole amor y
asegurándose de que nunca le faltara nada.
Iluminada
cosecha lo que ha sembrado: solidaridad, desvelos por los demás, lucha por
mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, y sobre todo, la entrega de parte
de su vida.
Pedimos al
Todopoderoso que reciba en su Gloria el alma de doña Francisca Rubio. Una mujer
sinónimo de sensibilidad social, de acción solidaria, de protección a los
perseguidos por la perversidad de quienes, durante los primeros 12 años del
gobierno de Joaquín Balaguer se
dedicaron a asesinar, encarcelar, adocenar a quienes estaban en desacuerdo con
sus métodos autoritarios.
Nota de: Olivo De León.
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