Hediberto Pichardo/MA
Al celebrarse este 26 de enero el 211 aniversario del natalicio de juan pablo duarte hemos decidido referirnos a su vida y aportes a la independencia. Luego de estudiar el libro Los padres de la patria de Roberto Cassá y otros textos de historia dominicana a continuación los puntos que consideramos de mayor importancia para nuestros amigos lectores.
Nació el 26 d
enero de 1813 en Santo Domingo. Fueron sus padres Juan José Duarte Rodríguez,
español y dedicado a labores comerciales y la seibana Manuela Diez Jiménez.
En el momento
en que Duarte nació, este territorio estaba gobernado por España en un periodo
denominado por los historiadores dominicanos como de la España Boba.
Cuando tenía
cumplida los 8 años, José Núñez de Cáceres proclamó la independencia frente al
dominio de España, llamada Efímera por el corto tiempo que duró y creó el
Estado independiente Haití español.
Al cumplir el
padre de la patria los 9 años, el 18 de febrero de 1822 los haitianos bajo el
mando de Jean Pierre Boyer invadieron el territorio de lo que hoy es la
República Dominicana y la ocuparon, permaneciendo en ella por espacio de 22
años.
No pudo
concluir sus estudios superiores formales debido a que el régimen haitiano
procedió a cerrar la universidad Santo Tomás de Aquino, hoy UASD. Además de que
estableció de manera obligatoria el servicio militar para jóvenes.
Entre sus
profesores se destacan Manuel Aybar y el sacerdote peruano Gaspar Hernández.
Gracias a que
su padre era un próspero comerciante pudo el patricio realizar un viaje por
Estados Unidos y Europa con la finalidad de estudiar comercio. Dicho viaje se
realizó entre los años de 1829-1832. En su travesía, iba acompañado de Pablo
Pujols un juez amigo de su familia.
Durante el
trayecto del viaje, el capitán del barco, cuyo nombre no han revelado sus
biógrafos, dentro de los que se incluye a su hermana Rosa Duarte, le cuestionó
acerca de si no le daba vergüenza decir que era haitiano a lo que Duarte
respondió que era dominicano. Acto seguido el capitán español insistió: ‘‘Tú no
tienes nombre, porque ni tú ni tus padres merecen tenerlo, porque, cobardes y
serviles, inclinan la cabeza bajo el yugo de sus esclavos.’’ Años después
relató que estas palabras humillantes lo llevaron en ese mismo momento a la
resolución de luchar por la independencia dominicana.
En su viaje
pudo conocer las aspiraciones liberales y democráticas vigentes en España, las
cuales luchaban contra el antiguo régimen feudal y despótico.
Aprendió
inglés y francés, además de otras lenguas, por lo que sus biógrafos plantean
que fue políglota.
A su regreso
ayudó a su padre en el negocio y tomó clases particulares con el presbítero
Juan Vicente Moscoso, además de que creó una escuela para propagar sus ideas.
El 16 de julio
de 1838 fundó la sociedad secreta La trinitaria en casa de Josefa Pérez,
Chepita, madre de su discípulo y amigo entrañable Juan Isidro Pérez el día de
nuestra señora del Carmen. Formaron esta agrupación clandestina 9 personas,
aunque Emiliano Tejera señaló, luego de conversaciones con Duarte, que ese día
hubo dos reuniones con el mismo fin: una en la mañana y la otra en la tarde. En
esta última si estuvieron presente Sánchez y Mella.
El propósito
de la trinitaria, como se sabe consistió en reclutar simpatizantes para la
proclamación de la independencia.
Además de la
trinitaria, también Juan Pablo fundó la filantrópica, donde se pronunciaban
discursos de tipo político y cultural y la dramática, cuyo objetivo según
Roberto Casa en su libro Los padres de la patria, no era otro que el de
difundir los ideales nacionales y democráticos a través de la representación de
obras teatrales.
Consciente
Duarte de que para poder lograr la proclamación de la independencia debía ir
por partes, decidió pactar una alianza con el movimiento antiboyerista conocido
como La reforma, dirigido por Charles Herard.
Para lograr
ese objetivo envió a Matías Ramón Mella a pactar un acuerdo.
Efectivamente
Boyer fue derrocado y sustituido por Herard, pero este al percatarse, debido a
informes de que los trinitarios querían la separación, decidió trasladarse
hacia Santo Domingo con el fin de apresar o fusilar a los integrantes de dicho
movimiento.
Duarte no tuvo más remedio que salir huyendo
del país rumbo a Venezuela, desde allí se trasladó a Curazao.
Desde dicha
isla y ante la petición de los compañeros que continuaron los planes de que
necesitaban recursos, le escribe una carta a su familia pidiéndoles que
vendieran el patrimonio heredado de su padre y que los recursos le fueran
entregado a los trinitarios para la causa de la independencia.
Tras la
proclamación de la independencia regresó al país, se integró a las luchas
contra los haitianos, pero los destinos de la incipiente nación estaban en
manos de los conservadores, quienes se disponían a ejecutar el plan Levasseur,
mediante el cual pretendían buscar el protectorado de Francia cediendo a cambio
la bahía y península de Samaná.
Como lo anterior iba en contra de los
principios enarbolados por el patriota decidió planificar un golpe de Estado
contra Tomás Bobadilla y en su lugar colocar a Sánchez.
Para mala
fortuna de los trinitarios, el 12 de julio de 1844 Pedro Santana, un hacendado
radicado en El Seibo y que había apoyado la independencia dio un golpe de
Estado a la junta gubernativa, apresó algunos trinitarios, incluyendo a Duarte,
los declaró traidores a la patria y lo expulsó del territorio dominicano.
Duarte fue
expulsado a Alemania, duró 19 días en Hamburgo, donde se involucró con los
masones, de allí viajó a Saint Thomas y luego se estableció en Venezuela y allá
permaneció por 20 años, a pesar de que el presidente Jiménez ordenó una
amnistía para los exiliados en 1848.
Volvió al país
en 1864 porque entendió que no podía ser indiferente a la guerra de la
restauración que buscaba acabar con la anexión a España ejecutada por el hatero
Pedro Santana. Visitó en Santiago a Mella, quien se encontraba moribundo con un
cáncer terminar.
Su intención
era ir al campo de batalla, pero el gobierno restaurador celoso por su
presencia en el país decide nombrarlo embajador en Venezuela, con la misión de
buscar apoyo económico para la guerra.
Duarte no
quería marcharse del país, pero por un artículo publicado en el periódico
cubano Diario de la marina donde se exponía que la presencia del patricio en
suelos dominicanos había creado un malestar entre los restauradores, el llamado
por Balaguer como el cristo de la libertad, para acallar estos rumores le
comunica a Ulises Francisco Espaillat la decisión de regresar a Venezuela.
Su misión en
la tierra de Bolívar resultó en fracaso. Se internó en la selva venezolana y
murió en la miseria el 15 de julio de 1876.
Como hemos
visto Duarte funda la trinitaria, dramática y filantrópica, propaga la idea de
la independencia pura y simple cuando nadie creía en esto, además de que dona
su fortuna y la de su familia para la causa independentista. Fue el primero de
los tres llamados el padre de la patria.
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