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¿POR QUÉ LOS PERROS TIENEN LA NARIZ FRÍA Y HÚMEDA?

martes, 19 de enero de 2021

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com


Por GACETA DE MADRID

Tras un masaje en la panza especialmente bueno, un perro puede tocar con su nariz a su humano como una manera de agradecer. Por lo general, este “snoot boop” se siente frío y húmedo. Pero, ¿es normal que la nariz de un perro se sienta así?.

La respuesta es sí, es completamente normal. Pero también lo es una nariz cálida, más aún después de dormir, explicó Anna Bálint, investigadora que estudia el comportamiento animal en la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, Hungría.

Cuando un perro está dormido, su nariz generalmente se calienta y también se seca. Entonces, el perro se despierta, te lame la nariz y vuelve a tenerla fría.

¿POR QUÉ LOS PERROS TIENEN LA NARIZ FRÍA Y PODRÍA HABER ALGÚN BENEFICIO?

Una idea es que la nariz fría del perro podría ayudar a regular su temperatura corporal. Pero la punta de la nariz es tan pequeña que tal vez no contribuye de forma significativa a la regulación térmica general de un perro.


Tras un masaje en la panza especialmente bueno, un perro puede tocar con su nariz a su humano como una manera de agradecer.

Para investigar más a fondo, un equipo internacional de científicos midió la temperatura de la nariz de muchos animales, incluidos un caballo, un perro y un alce. Cuando Bálint se unió al proyecto, el equipo ya había aprendido que las puntas de la nariz, o rinariums, de perros y animales carnívoros suelen ser más frías que las de los herbívoros. Quizás, una punta de la nariz más fría podría ser una ventaja en la naturaleza, pensaron los investigadores.

Los científicos llevaron a cabo un par de experimentos, uno con el objetivo de observar el comportamiento y otro para analizar desde el cerebro si un rinarium frío podría mejorar la detección del calor. En el primer experimento, el equipo entrenó exitosamente a tres perros domésticos buscando que eligieran un objeto más cálido, con una temperatura semejante a la presa potencial, sobre un objeto a temperatura ambiente. Según los resultados, los perros pueden detectar una radiación térmica débil desde una distancia similar a la de cazar presas.


Termógrafo de perro a la sombra a 27 ° C de temperatura ambiente. La escala de colores de la derecha está en ° C y se puede utilizar para leer temperaturas aproximadas. Tenga en cuenta la lengua cálida y el rinarium frío (punta de la nariz sin pelo). Barra de escala: 50 mm.

Para la segunda prueba, enfocada en el cerebro, los investigadores presentaron una caja que contenía agua tibia y una puerta aislante a 13 perros domésticos entrenados para estar quietos en un escáner de resonancia magnética funcional. La respuesta cerebral de los perros fue mayor cuando la puerta aislante se encontraba abierta, revelando la superficie más cálida en comparación con la neutral. La región del cerebro que se iluminó en la resonancia magnética se situaba en el hemisferio izquierdo. Esta zona cerebral llama la atención de los científicos porque tiende a procesar las respuestas a los alimentos, lo que igualmente ha estado relacionado con la actividad depredadora de numerosas especies de vertebrados. Específicamente, la región que se iluminó en los perros, llamada corteza de asociación somatosensorial, es la responsable de reunir distintas sensaciones como la visión, la posición del cuerpo y el calor, explicaron los científicos. Esta parte del cerebro combina simultáneamente estos sentidos para planificar una acción hacia un objetivo, como apuntar a un objeto.

Debido a que esta región neural izquierda se iluminó cuando la punta de la nariz de los perros se expuso a una superficie cálida, es probable que los perros, y tal vez otras especies de nariz fría, puedan estar empleando un sentido de detección de calor junto con otros sentidos como si se tratara de una “caja de herramientas de caza” para realizar la búsqueda de presas, señalaron los científicos.

Aunque la reciente investigación, publicada en febrero de 2020 en Scientific Reports, no es lo suficientemente amplia como para cerrar contundentemente el caso de las narices frías, Bálint indicó que una nariz fría podría ser más sensible a los cambios de temperatura.

La gente cree que los caninos siguen su poderoso sentido del olfato, lo que probablemente sea muy cierto. Pero las condiciones ventosas o el clima tormentoso pueden dificultar que un perro de trabajo siga los olores. Una señal de calor podría ayudarlos.

Entonces, ¿Por qué las narices de los perros permanecen frías? El equipo de científicos sigue buscando la respuesta a esa pregunta. Por ahora, solo la nariz del perro lo sabe.


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