Por Ramón Mercedes
NUEVA
YORK.- La intervención directa del cónsul dominicano en esta ciudad, Carlos
Castillo, evitó la deportación de tres dominicanas recluidas en el Centro
Metropolitano de Detención (MDC) en Brooklyn, que fueron abusadas sexualmente,
y llevó a que uno de los agentes correccionales violadores fuera condenado a 25
años.
Según
la ley federal, es un crimen, el que los guardias de las cárceles del Gobierno
tengan relaciones sexuales con las presas federales, aunque sea en común
acuerdo.
El
sargento dominicano Eugenio Pérez, de 39 años, acusado de 23 cargos, incluido
el abuso sexual agravado, fue condenado este miércoles por la jueza Kiyo
Matsumoto, quien dio las gracias a una de las dominicanas declarante en el
juicio, identificada como “Jane Doe 3”, por decir su verdad,
Pérez
lloró y pidió clemencia para él y su familia, afirmando ser inocente. Se
enfrentaba a cadena perpetua y planea apelar, se informó.
La
jueza basó su sentencia en que “estas mujeres eran vulnerables y el señor Pérez
les dijo más de una vez, “no denuncien esto, y si lo hacen, nadie les creerá”,
dijo la magistrada.
El
condenado es uno de tres guardias hispanos de esa prisión acusados en mayo de
2017 de tener un harem dentro de la prisión.
Con
relación al caso hay otras tres mujeres, entre ellas dos quisqueyanas, y los
otros dos agentes son los tenientes Armando Moronta, dominicano a quien ya
condenaron a 10 años por el mismo caso y Carlos Richard Martínez, quien espera
juicio.
La
situación de las criollas fue asumida por el Departamento Legal de la sede
consular, con representación jurídica y el cónsul ordenó pagar una fianza por
ellas.
Este
caso, después que se hiciera público, el influyente periódico “New York Times”
se hizo eco del mismo.
El
programa de visitas a los reclusos que lleva periódicamente a cabo el cónsul a
las diferentes cárceles en los estados bajo su jurisdicción, le ha permitido
documentarse de decenas de denuncias de violaciones a derechos humanos y ha
logrado frenar decenas de deportaciones a presos, informó la sede.
Entre
ellos figura Tairón Luis Cabrera, de 31 años, preso en el Centro Federal de
Detención de Batavia, en Búfalo, y Quilvio Torres, recluido en el Centro
Correccional Hudson, Nueva Jersey, entre otros.
Castillo
ha declarado que una de las prioridades de su gestión es visitar cada 15 días
las cárceles para conocer la situación de los reclusos dominicanos, que se
estima están entre 8,000 y 20,000 no solo en Nueva York y Nueva Jersey, sino
también en Connecticut y Pensilvania.
El
diplomático, quien también fuera presidente de la Coalición Latinoamericana de
Cónsules en NY (CLACNY), que agrupa 18 consulados hispanos, exhortó a sus
connacionales notificar la sede para poder darle la asistencia necesaria,
“porque sabemos de casos de vejación, abuso sexual, aislamiento, violaciones de
correspondencia y otra serie de violaciones a sus derechos”.
El
cónsul ha expresado que su oficina viene tomando con mucha seriedad la
protección de los derechos humanos de los quisqueyanos detenidos y por ello
activó la línea especial (212 768-2480 ext.1004) que funciona 24 horas y los 7
días a la semana para hacer las denuncias.
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