Aunque
cuenta con una limitada oferta de hoteles convencionales, Cabrera parece
destinada a convertirse a corto plazo en una de las principales comunidades
turísticas del Nordeste, complementando el extraordinario catálogo de
atractivos que ofrece la provincia María Trinidad Sánchez.
En
todo el entorno de Cabrera existe un importante inventario de villas y mansiones
turísticas que atrae anualmente a muchas personalidades del jet set
internacional.
A
esta oferta se suman el proyecto Amanera, de seis estrellas, de la marca Aman,
uno de los resorts de golf más exclusivos del país, y las villas de lujo de Playa
Grande.
El
pequeño y animado de pueblo de Cabrera, caracterizado por el orden y la
limpieza que ha logrado implantar el alcalde Jorge Cavoli, podría ser un
excelente pretexto para hacer una parada en la zona, pero hay mucho más.
Turismo de naturaleza.
Cabrera
está rodeada de playas, ríos, lagunas, cascadas y una exuberante vegetación que
garantizan una oferta inagotable para los amantes del turismo de naturaleza.
Entre
sus playas más conocidas resaltan Diamante, Arroyo Salado, Caletón, Preciosa y Playa
Grande, esta última compartida con el municipio turístico de Río San Juan, pero
situada a solo 15 minutos del pueblo de Cabrera.
La
laguna El Dudú es uno de los lugares más populares de Cabrera; está formada por
dos cráteres de agua limpia y dulce, donde los visitantes pueden saltar, nadar
y explorar en sus cavernas submarinas. También cuenta con una amplia área verde
para compartir en familia.
El
Salto de Djokovic. El Saltadero, a muy poca distancia del centro de Cabrera,
también ha cobrado notoriedad luego de la publicitada visita del ex número uno
del tenis mundial, Novak Djokovic durante el asueto de Semana Santa en marzo
2018.
Djokovic,
quien estuvo alojado en una villa del proyecto Orchid Bay, no solo saltó desde
lo alto y se bañó en el Saltadero, sino también que aceptó fotografiarse con
varias personas que visitaban el lugar, declarado monumento natural.
En
la “Costa Verde” de Cabrera se ubica también el Cabo Francés, una reserva
natural de impresionante vista al mar, complementado con la idílica Playa del
Bretón, de agua transparente y apacible donde se puede disfrutar de un
relajante baño o de un simple descanso.
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