Por Francis Frías
Nagua, República
Dominicana, 12 julio 2018.- Cumplir 20 años de ordenación sacerdotal y
trabajando a tiempo completo con lo prometido en la palabra de Dios eso es más
que un reto.
Un sacerdote, es un hombre
que ha recibido la tercera de las órdenes sacerdotales mayores que otorgan las
iglesias católicas, ortodoxa y anglicana y que tiene entre sus funciones
principales celebrar misa, anunciar el Evangelio, administrar los distintos
sacramentos (excepto la confirmación) y orientar espiritualmente a sus fieles.
Pero cómo orienta el
sacerdote Amable Fernández Badía a sus fieles, con mucha profesionalidad, con
un lenguaje llano y una súper responsabilidad, es un hombre ecuánime, de esos que
tiene la iglesia preparados para todos los eventos que puedan surgir en un
momento determinado.
En la celebración de sus
20 años de vida sacerdotal la eucaristía estuvo presidida por el obispo de la Diócesis
de Francisco de Macorís Monseñor Fausto Mejía Vallejo. Una misa solemne celebrada en la parroquia Nuestra Señora de la
Santísima Trinidad en la cual el sacerdote Amable Fernández Badia labora por
espacio de 5 años como párroco.
En Amable Fernández encontramos
un sacerdote diferente, porque celebraba
la misa con una particular devoción, es un gran luchador espiritual.
Es interesante saber que aún hay almas que se atreven a vivir
el Evangelio, a escuchar el llamado de Jesús. Hay que ser valientes, decididos,
y tener una confianza grande en la voluntad del Padre. Esto es un sacerdote: un
Cristo en la tierra.
20 años de entrega en la
vida sacerdotal: Padre Amable Fernández, Padre Eladio Díaz e Hipólito de la
Cruz, (21 años)
La Parroquia Santísima
Trinidad organizó la fiesta para los tres sacerdotes y todos los amigos y
familiares invitados. Damos gracias por la organización del evento y por las sorpresas
que nos dieron. Bendiciones para todos en nombre de los tres.
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