María Trinidad Sánchez,
mujer, mulata y descendiente de esclavos en una sociedad clasista, racista y
machista se convirtió en el faro que mantuvo visible la esperanza de tener una
patria, un cielo, un suelo y una nacionalidad en momentos en que el sueño de
Los Trinitarios se tambaleaba por la feroz persecución primero de los haitianos
y luego de Pedro Santana.
Su legado es esa forma
cuasi brutal con que rompió los esquemas de su tiempo, como se superó a ella
misma y se transformó de beata en revolucionaria, como acompañó la biblia con
la pólvora, a su bondad le puso el peso y el cortante filo del deseo de
libertad, convirtió la Patria en su causa, su patriotismo trascendió su
existencia, salvando con su martirio en el sendero de la muerte y el patíbulo,
la fundación de nuestra República Dominicana.
¡Viva María Trinidad! y
que viva el Comité para el Rescate y Preservación de su Legado y Memoria que
con tanto amor están organizando este ciclo de charlas sobre la vida de nuestra
heroína. Muchas gracias por hacerme parte. Gracias también al histórico Colegio
Pelegrin Adolfo Gómez por acogernos y gracias a Dios por permitirnos seguir
aportando a tener una mejor sociedad.
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