Hediberto
Pichardo. MA
Con frecuencia hemos
escuchado el término revolución, en la mayoría de los casos es mal empleado por
desconocer su real significado. Para ilustrar al amigo lector vamos a señalar
una definición según Wikipedia:
Una revolución (del latín
revolutio, "una vuelta") es un cambio social fundamental en la
estructura de poder o la organización que toma lugar en un periodo
relativamente corto o largo dependiendo la estructura de la misma.
Iniciamos de este modo la
entrega de varias revoluciones que han
ocurrido en la historia de la humanidad, las cuales han provocados
grandes cambios.
A finales del siglo XVIII
(1700-1799) el continente europeo fue escenario de la revolución francesa, un
hecho histórico que siempre ha llamado nuestra atención por las repercusiones
que tuvo en el mundo occidental.
Esta revolución como hecho
histórico obedeció a causas que la provocaron. Entre dichas causas se pueden
citar varias a saber: la participación de Francia en la lucha por la
independencia de las 13 colonias( Estados Unidos), donde la nación europea
gasto una gran cantidad de dinero y perdió a varios hombres; otra causa lo fue
el agotamiento del sistema político conocido como el antiguo régimen basado en
una monarquía absolutista que le garantizaba enormes poderes a la nobleza en
detrimento de la nueva clase social y económica(la burguesía); también el
absolutismo de Luis XVI, monarca francés, el cual no le daba participación a la
burguesía y por el contrario eximia del pago de impuesto a los miembros de
nobleza y del clero; otra causa no menos importante lo fue una fuerte crisis
económica que diezmo la economía francesa producto de una gran sequía seguido
de una época de fuertes lluvias en el año 1788.
Es importante realizar un
breve análisis de la sociedad francesa para poder comprender las razones que en
última instancia desencadenaron en la revolución de 1789.
En el siglo XVIII la sociedad francesa estaba dividida en tres
capas o clases llamadas estados de la siguiente manera: el primer estado lo
integraba la nobleza, esta a su vez se encontraba dividida en alta y baja
nobleza; el segundo estado lo conformaba el clero, también dividido en alto y
bajo y finalmente estaba el tercer estado o estado llano integrado por el resto
de la población: campesinos, artesanos, profesionales, comerciantes,
industriales, trabajadores. Este último estado era dirigido por la burguesía,
la cual tenía que pagar altos impuestos mientras que los dos primeros estados
no tenían que hacerlo.
Por lo señalado
anteriormente debemos agregar que la alta carga impositiva a que se veía
obligada la burguesía también se puede señalar como causa del estallido de la
revolución.
Frente a la crisis
económica de 1788 el rey Luis XVI se vio obligado a convocar los llamados
estados generales, una especie de parlamento, en donde el primer estado tenía
300 diputados al igual que el segundo estado o clero, mientras que el tercer
estado contaba con 600 diputados.
A la unión de los tres
estados se les llamaba los Estados Generales. Estos estados no se habían
reunido desde 1614 debido precisamente al absolutismo con que gobernaron los
monarcas franceses.
Una vez convocados los
Estados generales en Julio de 1789 se armó una acalorada discusión debido a que
el rey planteaba que la votación debía ser por estado, redujendose a 3 votos,
uno por cada estado, mientras que la burguesía, que orientaba al tercer estado
sostenía que los votos debían ser por personas.
Al no poder llegar a un
consenso sobre la forma de votación, los miembros del tercer estado optaron por
reunirse en otro lugar, seguido de algunos miembros del bajo clero y nobleza.
Reunidos en el edificio conocido como el Juego de la pelota decidieron darle a
Francia una nueva constitución donde se eliminaba la monarquía absoluta como
sistema de gobierno por el de la monarquía constitucional y el surgimiento del
sistema republicano, es decir que surgía un parlamento o poder legislativo.
El 14 de julio de 1789 el
pueblo asalto La Bastilla que era la fortaleza más importante y símbolo del
poder real de Francia donde se encontraba preso los enemigos del gobierno.
Luego de este hecho se produjeron diversos levantamientos armados de campesinos
y en varias ciudades.
Uno de los logros más
importantes de la revolución francesa lo fue la promulgación de los derechos
del hombre y del ciudadano (excluía a las mujeres) que son considerados como
antecedentes de la proclamación de los derechos humanos ocurrida el 10 de
Diciembre de 1948 en París, Francia.
En vista de que el monarca
Luis XVI tenía varios familiares que gobernaban en los diferentes países
europeos, estos al observar los acontecimientos que estaban sucediendo en
Francia decidieron ir en auxilio de su pariente y fue así como la nación gala
tuvo que enfrentar una serie de invasiones de vecinos europeos por lo que la
revolución vivió una etapa muy sangrienta donde perdieron la vida miles de
personas. Precisamente de esas luchas por contener la revolución en territorio
francés surgieron grandes hombres que lucharon a favor de dicha nación, entre
ellos Napoleón Bonaparte de cuya figura hablaremos más adelante.
En conclusión la
revolución francesa provoco una serie de efectos o consecuencias como la
revolución haitiana, las luchas por las independencias de las colonias
españolas en América, así como poner fin al sistema político del antiguo
régimen basado en la monarquía absoluta, lo cual abrió el camino al
constitucionalismo liberal monárquico y republicano, también el sistema
señorial fue abolido en favor del concepto de la propiedad privada; la sociedad
estamental dio paso a la igualdad legal de todos los hombres, y la rígida
reglamentación estatal y gremial fue sustituida por la libertad de empresa, del
mismo modo significo el ascenso de la burguesía al poder y se constituyó en
modelo mundial para la construcción de los nuevos estados nacionales, el
ajusticiamiento de Luis XVI y su esposa
quienes fueron guillotinados. Con ella se le puso fin a la edad moderna y se
dio inicio a la edad contemporánea, en la cual nos encontramos actualmente.

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